Universidad Veracruzana



Taller: Gusan@ busca Novi@. Segunda Sesión (Laboratorio del Pensamiento Integrador)

Dalia Xiomara Ceballos Romero
Ricardo Flores Rodríguez
Raúl Homero López Espinosa

Laboratorio de Habilidades Comunicativas
Docentes, UVI Xalapa

.
La segunda sesión del Taller: Gusan@ busca Novi@ nuevamente se desarrolló en el pasillo de la UVI, asistieron: Carolina, Martell, Álvaro, Cuauhtémoc, Maura, David, Daisy, Isabel y Carlos (en algún momento se asomó Jorge Mora y Manuel) a quienes les agradecemos su presencia y colaboración en nuestro espacio.

Las actividades planeadas para este día del taller fueron las siguientes: primero, una actividad de apertura que consistió en un ejercicio de dramatización comunicando una situación sin utilizar la expresión oral (mímica); en segundo lugar, la lectura individual y colectiva del cuento de Julio Cortázar «La Inmiscusión Terrupta», tercero, la elaboración de la pregunta generadora, cuarto la discusión alrededor de la pregunta y finalmente, el cierre o retroalimentación.

Dramatización

La primera actividad consistió en dramatizar (sin hablar) algunas situaciones con sus respectivos modos, por ejemplo: lavar platos en domingo pero de modo enojado, la pérdida de un paraguas de modo chusco, entre otros. Aquí se dio una situación que no estaba planeada del todo, pero que resultó muy oportuna y sirvió para relajar aún más el ambiente previo a la discusión. Nos referimos a la buena improvisación que tuvieron los compañeros al realizar el ejercicio, ya que varias de las situaciones que tenían que comunicarnos tenían que hacerse con modos, es decir, con estados de ánimo que no correspondían mucho con el acontecimiento a representar. Por ejemplo, como dijimos arriba, mostrar de manera chusca la pérdida de un paraguas, o subirte a un camión que está lleno y representarlo de manera polémica. Esta actividad nos dejó ver las habilidades histriónicas que poseen los compañeros en la comunicación no verbal. Fue divertido e implicó bastante creatividad.

Lectura individual

Posteriormente pasamos a la lectura en silencio del cuento de Cortázar. Una vez terminada la lectura individual se pasó a una lectura colectiva en voz alta. Estas actividades causaron expectación y llamó la atención por el tipo de lenguaje que utiliza su autor para narrar una escena en donde la Tota, la Fifa y el doctor Feta viven una experiencia muy peculiar. Fue un reto para los asistentes al poner en práctica su creatividad al querer traducir el cuento que estaba elaborado con un lenguaje imaginario y único.

Hablamos de la dificultad para entender el lenguaje empleado en el texto y de los diversos escenarios donde se ubicó la obra. Aunado a reflexiones que versaron sobre el destinatario final de la misma, sus posibles traducciones y significados.

Pregunta generadora

Tiempo después, se continuó con la preparación de la pregunta libre, en la que se expresaría aquello que nos interpeló del contenido del cuento. Este espacio fue el más significativo y controversial. Analizamos cuidadosamente algunas preguntas, pues sólo alcanzamos a revisar hasta la tercera de nueve preguntas planteadas en total. Sin embargo, con esto bastó para que se abriera el análisis, la discusión y el intercambio de ideas entre los participantes, conociendo así, posturas, ideas y conocimientos.

Discusión

Hubo un buen análisis acerca de la primera y la segunda pregunta. Se clarificaron términos, por ejemplo, respecto de la pregunta de Daisy se preguntó sobre el significado de «el posible lector»; se indagó sobre lo que Cuauhtémoc quería decir con «más allá de la lengua», entre otros aspectos más. Pero terminamos por instalarnos en la tercera pregunta elaborada por Carlos: ¿si los códigos culturales «del otro» no son lingüísticamente «aprehensibles», qué recursos podemos escenificar para acercar mundos posibles pero «distantes»?

Cierre

Y ya no continuamos, como dijimos, con la revisión y clarificación de las demás preguntas, tampoco llegamos al momento de la votación y elección de la pregunta que en todo caso se discutiría. Sin embargo, la discusión y el intercambio de puntos de vista se generó en este momento, sin esperar al espacio planeado para ello. Lo cual, desde la perspectiva de la Comunidad de Indagación -la estrategia didáctica que el laboratorio está compartiendo- resulta alentador, en tanto que nuestro grupo mostró disposición para el diálogo, y ganas por expresar y complementar diversos juicios. Nuestra discusión, entonces, se dio de manera espontánea, diríamos, «natural» ya que aún no llegábamos, como dijimos, al espacio y momento planeado para ello. Fue muy útil porque emanaron conocimientos disciplinares, sentido común y experiencias, a partir del esfuerzo de clarificación.

Comentarios

Las preguntas que no pasaron (por falta de tiempo) por el análisis de los compañeros fueron: ¿El tratar de comunicarse con diferente lenguaje hacia los demás ocasiona conflictos de entendimiento? (Carolina), ¿De qué estilos literarios se construye este cuento? (David), ¿Por qué después de discutir fuertemente, terminan fraternuleando? (Álvaro), ¿Cuáles son los tipos de comunicación? ¿El lenguaje es universal? (Isabel), ¿Qué postura adoptarías al estar envuelto en una situación como ésta? (Maura), ¿Por qué se pensó en esta lectura? (Martell), ¿Es posible comprendernos sin utilizar algún código lingüístico?, ¿Existe algo más allá de la lengua que permite comprendernos? (Cuauhtémoc), ¿Qué busca Cortázar en presentar un cuento con ese estilo de lenguaje? (Daisy), como vemos fueron preguntas muy interesantes y que por el sólo hecho de ser enunciadas enriquecen nuestra perspectiva.

Fue interesante ver cómo en cierto momento se desplegaron diversos puntos de vista que orillaron a la disputa entre «unos cuantos» mientras que otros fueron espectadores, aunque al final, estos últimos hicieron algunos comentarios muy puntuales, entre ellos, refirieron a la idea de empatía, a raíz de los conceptos manejados por algunos que no son del dominio de otros, por ejemplo, hermenéutica, etnografía, lingüística, habilidades lingüísticas, etc.

Es importante remarcar que el desarrollo de las competencias y el Pensamiento de Orden Superior(*) fueron los invitados especiales al espacio del taller, así como también, la convivencia y el intercambio en un ambiente de confianza y respeto dentro de una institución que pregona el enfoque intercultural. Los valores y actitudes deseables para la construcción de ideas con los otros, estuvieron posicionándose del escenario del/la Gusan@. Fue muy grato ver la participación activa de los asistentes y aunque algunos, por la función que tienen en la UVI, atendían al mismo tiempo situaciones laborales diversas, no se separaron de la dinámica del taller.

Al final de la sesión surgieron varias recomendaciones por parte de los compañeros que participaron. Este es un punto a destacar, pues nuestro espacio está empezando, es un/una Gusan@ muy joven y la comunidad muestra cierta madurez por las conclusiones a las que ha llegado. La Comunidad de Indagación da una gran importancia a los procesos desarrollados por el grupo, y el nuestro ha sido capaz de vigilar estos procesos al darse cuenta de cómo estamos trabajando, de qué habilidades desarrollamos y cómo los estamos haciendo, de cómo podemos mejorar, de cuáles son nuestros ratos «perdidos», etc.

Recordemos que el gusano del cuento de Marco Tulio busca, pregunta, y al buscar y preguntar por la esposa que anhela, se golpea, yerra, es ignorado, pero termina por sortear estos peligros y rectifica su camino. Podríamos decir que nuestro gusano genera un aprendizaje significativo. De manera análoga, nuestra comunidad, apuesta por esos aprendizajes significativos y es sabedora que, en ocasiones, en muchas de ellas quizá, esta apuesta nos hará darnos de topes con alguna idea, fallar, «perdernos», pero habrá que estar atentos como nuestro gusano, y darnos cuenta tanto de los peligros como de la forma en cómo los sorteamos.

Esta forma de darse cuenta de los procesos aparece con claridad en las recomendaciones que, como dijimos, se presentaron hacia el final de la sesión. Fueron muchas las ideas vertidas en aquel momento, tan variadas y enriquecedoras que aquí presentamos una especie de síntesis de las intervenciones.

Daisy destacó que la forma de trabajar la Comunidad de Indagación desarrolla las habilidades lingüísticas: auditiva, oral, lectora y escrita; y describió las actividades de la sesión que se relacionaban con cada una de ellas. Agregó también que desarrollamos una competencia cultural al intentar comprender al otro, al intentar generar empatía, esto es, ponerme en el lugar del otro que tiene una forma distinta de ver las cosas.

Martell comentó dos cuestiones. La primera sostenía la idea de ser capaces cada uno de tomar distancia de lo que hacemos en el momento de la discusión con los otros, un tanto para darnos cuenta de lo que estamos haciendo y cómo lo estamos haciendo, en este caso, darnos cuenta de qué temas discutimos y cómo lo estamos haciendo. Esto nos permitiría llevar la discusión por otro rumbo, sea para dinamizarla o diversificarla, moderar nuestras participaciones, percatarnos de cómo argumentan nuestros compañeros, y saber si otros participan o no, para de alguna forma intentar integrarlos.

En segundo lugar Martell mencionó la conveniencia de reconocer la trinchera teórica desde la cual emitimos nuestros puntos de vista, esto con la finalidad de mejorar la comunicación con el resto de nuestros compañeros. En ocasiones por esos prejuicios teóricos, o por el trasfondo disciplinar que cada uno de nosotros tiene, escuchamos en las opiniones de los otros lo que nosotros queremos escuchar y cómo lo queremos escuchar, como sintetizó David Islas, la frase: «creo que lo que quiso decir fue…» más bien se podría sustituir por: «lo que quise entender fue».

En este sentido, empezar por reconocer nuestros prejuicios, nuestro trasfondo o la trinchera desde la cual hablamos, nos dejaría en mejores condiciones para tratar de comprender al otro. Por otro lado, este mismo reconocimiento nos puede dar la pauta para esforzarnos por ir generando en nosotros una capacidad de traducción de nuestros discursos ante distintos auditorios. Es decir, reconocer que nuestros interlocutores tienen su propio trasfondo o su propia trinchera desde la cual emiten sus juicios y que, en la medida de nuestras posibilidades, habría que tomar en cuenta esta diferencia al construir y compartir nuestras opiniones.

Cuauhtémoc complementó las ideas finales y mencionó que sería importante definir o aclarar un poco los términos que utilizamos en las opiniones que compartimos, pues cada uno de nosotros maneja distintas posturas, distintas corrientes que dependen de la formación que hayamos recibido.

Una idea más o menos compartida entre Maura, Daisy, David e Isabel, refería a que, si bien la flexibilidad con que se organiza el taller resulta buena y agradable, creen conveniente intentar seguir o mantener más las etapas contempladas previamente por la Comunidad de Indagación. Incluso se dijo que en cierta forma nos perdimos un poco al sólo analizar algunas preguntas, dando como resultado que quedaran muchas sin revisarse. Esto se sugirió porque no llegamos al momento de votar y elegir la pregunta para luego discutirla, sino que nos quedamos aclarando algunas de ellas y a partir de esto se suscitó la discusión.

Caro difirió un poco de los compañeros y afirmó que el taller está diseñado para permitir esa «dispersión». De lo que se trata, agregó, es cumplir con el objetivo, es decir, estimular o fomentar la discusión, escuchar e intercambiar puntos de vista, conocer más a los otros. Comentó que el formato del taller no es como el de una clase y que no necesariamente se debe seguir al pie de la letra la planeación, sino que cuenta con la flexibilidad suficiente para que en cualquier momento que surja la discusión, ésta sea permitida y estimulada. Finalizó apelando a lo que se dijo en la primera sesión, al objetivo del Gusano, lo que permitiría entender mejor el sentido del taller, además mencionó que estando entre adultos no necesitamos tanto de un guía-maestro, como se acostumbra tradicionalmente, cosa que sería distinta con los alumnos.

Caro, Maura y Cuauhtémoc hicieron referencia a que gracias a estas discusiones nos es posible aprender de los otros y llevarnos cosas nuevas, y que de alguna forma, surge en nosotros un compromiso por investigar un poco aquello que los compañeros manejan.

Una vez más agradecemos el tiempo y la disposición de Martell, Carolina, Cuauhtémoc, Isabel, David, Álvaro, Daisy, Carlos y Maura. Esperamos sinceramente que por mínimo que sea, algo nos estemos llevando, sea para nuestra vida laboral o por qué no, personal.
.
.

Notas:

(*) El Pensamiento de Orden Superior refiere al desarrollo de un pensamiento crítico, creativo y de cuidado con el otro.
(**) Las imágenes fueron tomadas por David Ricardo Islas Bravo Mothe y Carlos Castro Rivera

.
.

.

.

.

.

.

.

.

.

2 comentarios en “Taller: Gusan@ busca Novi@. Segunda Sesión (Laboratorio del Pensamiento Integrador)

  • Ricardo dice:

    Hola!!!
    Gracias por leer y contestar. Fíjate que esa es la idea, poder compartir ésta metodología con los profesores. Estamos desarrollando algunas sesiones aquí en la UVI y nos esta dejando aprendizajes, para nuestra vida personal y laboral. Sin embargo, ustedes pueden solicitarlo y nosotros con mucho gusto acudimos a compartir nuestros aprendizajes.
    Saludos

  • jueen dice:

    ese mi richard me gusta los talleres q ue se estan reventado x alla, como que los deeberian de mandar para aka muchos maestros se estan poniendo aka bien picudos y nosotros ni maiz…puro empirismo shupshup………..saludotes no solamente el gus busca novia io tambien jejejejje