Universidad Veracruzana

Kaniwá

Bibliotecas, Información y Conocimiento



Valor e importancia de los recursos de información

Las universidades públicas mantienen una oferta importante, interesante, de recursos de información que se contratan, desarrollan y mantienen con recursos públicos.
La vida académica de las universidades debería girar en torno a los problemas sociales, económicos y culturales que demandan solución imperiosa, aprovechando, para encontrar dichas soluciones, los recursos de información más adecuados existentes en el orbe.
No obstante, hay que advertirlo, parece existir una cultura de la autosatisfacción de la demanda de información entre muchos docentes, investigadores y estudiantes. ¿Cuáles son las consecuencias de dicha cultura? ¿Qué ocurre cuando académicos y bibliotecarios trabajan separados, sin una estrecha comunicación y sin conocer bien a bien, lo que piensan unos de otros, y especialmente sin que se conozcan las necesidades y las propuestas de todos?
Sin duda, la red de redes -Internet- ha facilitado que cualquier persona pueda obtener vasta información en pocos instantes y, en función de cuán hábil es la persona para hacer las consultas y cuán flexible es para enriquecer sus estrategias de búsqueda, la información puede ser desde pobre y poco confiable desde el punto de vista académico, hasta muy valiosa.
Para sortear el problema de la calidad de la información, que es fundamental en cualquier proceso de generación, construcción y organización del conocimiento, las bibliotecas universitarias mantienen convenios de servicio con proveedores de información ampliamente reconocidos en el mercado de información y editorial a nivel internacional. La experiencia compartida entre instituciones de educación superior, y la demanda de información por parte de sus cuerpos académicos, conforma el acervo o los repositorios con que éstas proveen de información a sus docentes, investigadores y estudiantes.
A partir de la experiencia que hemos acumulado en los servicios bibliotecarios, podemos postular dos hipótesis: la primera es que los docentes, investigadores y estudiantes están autosatisfaciendo sus necesidades de la mejor manera que pueden, muchas veces pasando por alto la existencia de los servicios bibliotecarios; la segunda es que los bibliotecarios han estado extendiendo una oferta más que generosa de recursos de información de excelente calidad, de la que poco están informados por diversas razones los universitarios y acaba por ser subutilizada.

La cultura del autoservicio de información, en la que de manera individual cada integrante de la comunidad universitaria se autoprovee de los recursos de información que están a su alcance, o conforme a sus habilidades, debe ser elevada a una cultura de la compartición de información, a la comparación y discusión sobre las fuentes de información impresas y electrónicas que utilizamos, en busca de las más adecuadas y pertinentes,  a una cultura de la búsqueda de la excelencia en términos de la actualidad, autoridad y completitud de la información que manejamos, información que forma parte -o debería formar parte- de nuestros planes y programas de estudio, de nuestros programas académicos y nuestros proyectos institucionales.
La información ha tenido siempre y mantendrá siempre esa condición de ser un elemento de importancia estrátegica para la acción. Por lo anterior, es importante que los universitarios den a conocer cuáles son sus necesidades de información a los académicos y a los bibliotecarios, y si no están muy seguros de cuáles son esas necesidades de información, es posible que organizados en comités, uno por cada facultad e instituto, y trabajando con bibliotecarios interesados en el asunto,  se elaboren mapas de necesidades de información, para que las adquisiciones de recursos y servicios de información correspondan, de la mejor manera, con dichos mapas y resuelvan en la mayor medida posible dichas necesidades de información. Un punto de partida seguro, para establecer dichos mapas de necesidades de información, puede ser la consideración meticulosa de los planes y programas de estudio, comparando dichos planes y programas con los existentes en otras partes del mundo, con la bibliografía actualizada que generan las diversas casas editoriales nacionales y extranjeras y considerando tanto como sea posible el estado del arte del conocimiento en cada disciplina. Estas consideraciones, por tanto, demandan la socialización de nuestros conocimientos y la determinación del alcance de nuestros saberes en los diversos terrenos de las ciencias y las humanidades. De esa manera, reconociendo lo que sabemos y admitiendo lo que no sabemos, podemos crear un paisaje informativo -nuestro paisaje informativo- más definido, uno que nos permita conocer cuáles son los terrenos con los que estamos familiarizados y aquellos sobre los que requerimos bibliografía nueva, o acceso a bases de datos, que nos sirvan como una «cartografía del saber».
En nuestra búsqueda de la excelencia informativa, además, debemos tener en cuenta las diversas modalidades y soportes de la información. Actualmente existen excelentes fuentes de información de acceso público, pero muchas fuentes de información de primera magnitud son productos que comercializan casas especializadas en ciertas áreas. Otras fuentes de información pueden encontrarse en formatos sonoros, ópticos, magnéticos, etcétera.
Por otro lado, debemos considerar la propia información que producen los claustros, laboratorios y gabinetes de investigación en nuestras universidades. Al ser esta investigación financiada con recursos públicos, existe en principio un compromiso ético de compartir y difundir tanto como sea posible dicha información. Debemos cerrar el ciclo de la información-conocimiento que va desde la lectura hasta la publicación, y lograr que más universitarios estén enterados e interesados en lo que produce como nueva información la propia universidad. La diversidad, la libertad y la claridad conceptual que alcancemos, como consecuencia de un proceso semejante, será determinante para conformar nuestro bagaje cultural como universitarios, pero sobre todo como seres humanos inmersos en una sociedad agobiada por la incertidumbre, pero capaces de encontrar soluciones.
En un país en crisis, como el nuestro, la crisis más grave en un siglo, los universitarios debemos y podemos hacer un esfuerzo adicional para comenzar a poner en orden el vasto campo de nuestros intereses universitarios y trabajar para enriquecer, fortalecer o ampliar aquellas áreas en que ésto sea necesario.

La sociedad nutre en todos los aspectos a la Universidad, por lo que nuestra deuda mayor es con ella, pues ella nos dota de toda nuestra razón de ser y de todo nuestro sentido.



LULA 2010

El proyecto LULA 2010: Linux para Universidades Latinoamericanas, de la Universidad de Extremadura, España, promete ser uno de los proyectos más interesantes de integración de las nuevas tecnologías, y particularmente del software libre, en el ámbito de la educación superior.

Cabe decir que la oferta inicial del proyecto está dirigida a todos aquellos interesados en conocer el potencial de las aplicaciones de software libre basadas en Linux para la enseñanza y el aprendizaje en disciplinas especializadas del curriculo universitario.

Partiendo de esa idea, el grupo de universidades latinoamericanas participantes en este proyecto de la Cátedra Telefónica para la aplicación de las tecnologías de información y comunicación en el entorno universitario, han integrado un repertorio inicial de aplicaciones de software libre que pretenden satisfacer los requerimientos de aprendizaje de los estudiantes en formación.

Una lista detallada de las aplicaciones incluídas en esta distribución de Linux, que puede descargarse en forma gratuita del portal del proyecto, puede verse aquí. Y destacamos algunas de las aplicaciones que nos parece pueden aprovecharse ampliamente en el entorno de nuestra propia casa de estudios:

  • KDevelop 3.5.3: Entorno de desarrollo integrado para C/C++
  • Eclipse 3.5 (Galileo): Entorno de desarrollo integrado. Preparado por defecto para C/C++ y Java EE.
  • Code:Blocks 8.02: Entorno de desarrollo integrado para C/C++.
  • Anjuta 2.26: Entorno de desarrollo integrado para C/C++.
  • MonoDevelop 2.0: Entorno de desarrollo integrado para C# y otros lenguajes .NET.
  • GCC / G++ 4.3.3: Compiladores de GNU para los lenguajes C y C++ respectivamente.
  • Protégé 3.4.1: Editor de ontologías y framework para bases de conocimiento.
  • CMapTools 5.0.3: Herramienta para crear mapas conceptuales.
  • Freemind 0.7.1: Herramienta para crear mapas conceptuales.
  • TkGate 1.8: Diseño y simulación de circuitos digitales.
  • GNU Octave 3.0.1: Aplicación orientada al análisis numérico.
  • Python 2.6.2: Lenguaje de Programación Python.
  • Dia 0.96: Herramienta para dibujar diagramas estructurados.
  • Scilab 5.1: Programación de alto nivel para cálculo científico.
  • Intérprete R 2.8.1: Computación estadística y generación de gráficas con R.
  • R-Commander 1.5-2: Interfaz gráfica para el lenguaje de programación R.
  • ArgoUML 0.28: Herramienta de modelado UML basada en Java.
  • Wireshark 1.0.7: Analizador de protocolos de red, conocido anteriormente como Ethereal.
  • Kompozer 0.7.10: Editor HTML basado en Nvu.
  • Audacity 1.3.7: Grabación y edición de archivos de audio.
  • KiCad 20080825c: Creación de esquemas electrónicos y circuitos impresos.
  • GeoGebra: Herramienta complementaria para la enseñanza de geometría, álgebra y cálculo.
  • eXeLearning: 1.04.0.3532 Editor de recursos educativos.
  • JClic 0.2.0.4: Entorno para la creación, realización y evaluación de actividades educativas multimedia.
  • Praat 5.1.0: Herramienta para el estudio fonético del habla.
  • GRASS GIS: 6.2.3 Sistema de información geográfica.
  • PSPP 0.6.1: Herramienta para análisis estadístico.
  • Apache 2.2.11: Servidor web HTTP.
  • Tomcat 5.5.26: Servidor web con soporte para servlets y páginas JSP.
  • PHP 5.2.6: Lenguaje de programación interpretado para programación web.
  • MySQL 5.1: Sistema gestor de bases de datos.
  • PostgreSQL: 8.3: Sistema gestor de bases de datos.
  • phpMyAdmin 3.1.2: Administración vía web de MySQL.
  • phpPgAdmin 4.2.2: Administración vía web de PostgreSQL.

Estas, entre otras, son las aplicaciones a las que pueden acceder de manera gratuita los estudiantes universitarios en las instituciones que decidan instalar LULA 2010 en algunas computadoras.

Resulta evidente que la oferta de programas comerciales para ámbitos especializados enfrenta una importante competencia de opciones gratuitas como las mencionadas, y corresponde a los usuarios finales la decisión de elegir una opción libre o una opción con costo, en la medida en que cuente con parámetros de comparación y la experiencia en el uso de ambos tipos de programas. Muchas versiones comerciales ofrecen versiones demo, cuya duración o funcionalidad está limitada por razones obvias.

Esta es sin duda una interesante noticia de la que los universitarios veracruzanos y mexicanos pueden beneficiarse con suma facilidad.



Muchos estudiantes no van a estar felices con ésto

Sin embargo, en virtud de una educación más integral, que incluya el respeto al derecho de autor y la sana costumbre de dar el crédito, de no abusar del texto preparado con dificultad por otros, en fin, de poner en práctica las capacidades propias de las personas alfabetizadas informacionalmente, Approbo es una herramienta gratuita, cuyo registro no toma más de 3 minutos y que le permitirá a cualquier profesor interesado -ésto es lo importante- en saber de dónde y en qué proporción, un estudiante presenta como propio un texto que, previsiblemente ha sido armado a base del típico «copiar-pegar» o «copy-paste» de fuentes indistintas de Internet.

Approbo tiene una utilidad variada. Permite comparar el texto elaborado por el estudiante con la fuente más probablemente relacionada, independientemente del idioma. Permite saber el porcentaje de la «transcripción» o «copia» que hizo el estudiante, y permite conocer el documento fuente de donde se obtuvo presumiblemente el texto. Esta triple funcionalidad es todo un regalo navideño para los docentes universitarios que «no tienen tiempo» -¿y quién lo tiene?- para hacer revisiones exhaustivas de los trabajos académicos encomendados.

Para los investigadores, también resulta muy interesante conocer las fuentes probables de algún documento, y con estas dos vertientes de servicio, Approbo es un acierto total que seguramente verá crecer su base de usuarios de un modo impresionante en el tiempo venidero.

Felicidades a Citilab por esta aportación para hacer del mundo académico un lugar más transparente y para reducir el plagio.

P.D.: Una alternativa al empleo de Approbo es diseñar las actividades de investigación y búsqueda de información de tal manera que copiar y pegar no sea la estrategia más adecuada para cumplir con las mismas. La elaboración de productos como cuadros, tablas comparativas, mapas conceptuales y otro tipo de documentos, como ensayos, entrevistas, crónicas, etc., pueden ayudar a reducir el plagio, e incentivar más a los alumnos a buscar información y a procesarla de manera analítica y crítica.

Otra actividad posible para desatar procesos de autoaprendizaje e investigación autónoma, que por años ha estado al alcance de los profesores, pero para la cual deben tomar por aliados y cómplices a los bibliotecarios, son las «búsquedas del tesoro».



Copenhagen (Dinamarca), Inglaterra y el calentamiento global

Si resulta abrumadora la evidencia existente entre los 10 años de comunicaciones que, un grupo -hasta ahora no de identificado- de hackers sustrajo del servidor de una Unidad de Investigación Climática, de una universidad inglesa y que han hecho públicos en la red, y pone en entredicho la fiabilidad de las afirmaciones de la inmensa mayoría de los científicos -pero, ciertamente, no de todos-, relativas al ascenso global de la temperatura en las últimas décadas (fenómeno al que desde hace más de una década se le da el nombre de «calentamiento global», y que será motivo de la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático, en Copenhagen, para diseñar políticas de carácter internacional, como la creación de un mercado de «bonos de carbono», como un instrumento económico-financiero para combatir tal calentamiento), se estaría ante uno de los fiascos científicos -deliberados o no- más grandes de los últimos tiempos, si no es que de la historia de la ciencia.

Si la forma en que se procesa la información bajo el sistema de «revisión por pares» (peer reviewed) está ocurriendo o ha ocurrido en el caso de publicaciones respetables, en otras disciplinas como revelan que ha ocurrido -entre climatólogos- algunos de los correos electrónicos filtrados por los hackers al ciberespacio ¿qué confiabilidad pueden tener en las publicaciones arbitradas, los investigadores científicos y los académicos, y los estudiantes de ciencias, los futuros científicos, sobre la validez de los conocimientos que -se supone- representan el estado del arte en los diferentes dominios de la ciencia?

La crisis financiera internacional tiene, entre otras causas, su origen en una profunda pérdida de confianza, por abuso de confianza ¿puede extenderse también al -hasta ahora- aparentemente sólido edificio de las ciencias?



Cómo -diariamente- creamos conocimiento

«La corrupción de los mejores es la peor de todas».

La Universidad es un ente vivo. Como los entes vivos, la Universidad es más que la mera suma de sus partes. Cada miembro de la comunidad universitaria estudiante, docente, investigador, trabajador administrativo o manual, realiza funciones en las que aplica y en las que obtiene conocimientos.
El proceso de creación de conocimiento es caótico y fractal, no es lineal, ni puede ser disectado del todo, o auditado. Es un proceso iterativo, muchas veces apoyado en el ensayo y error, pero cada error incrementa la experiencia de la totalidad del sistema, en cada uno de sus puntos constituyentes. Ocasionalmente establecemos conexiones entre áreas, entre direcciones, entre departamentos, para conocer el estado de nuestro quehacer viéndolo desde otra perspectiva. Circulamos con conocimientos tácitos y conocimientos explícitos. Los primeros son aquellos que damos por sabidos y que no tenemos necesidad urgente de comunicar. Cada quién sabe hacer sus cosas y eso parece suficiente. Hay conocimiento explícito en las políticas, los diagramas de flujo y de organización, los planes y proyectos. Hay barreras que no permiten la plena conexión entre el conocimiento explícito y el tácito. Muchas veces se privilegia el primero a expensas del segundo. No sabemos exactamente cómo piensa nuestro compañero de al lado. Una verdadera gestión de la información y el conocimiento en la universidad tendría que comenzar con éstas y otras reflexiones. ¿Cómo hacemos para comunicarnos de maneras más eficientes y eficaces? ¿Cómo rescatamos el saber tácito de nuestros compañeros -y el propio- de manera que pueda ser utilizado en cualquier otro punto de la organización? ¿Estamos repitiendo los mismos errores que se han repetido en todas partes a lo largo de muchos años? ¿Cómo puedo mejorar mi rutina de trabajo, de modo que ésta tenga el mejor impacto, brinde la mayor riqueza y aporte valor a toda la organización? ¿Estamos desaprovechando las habilidades de nuestros compañeros? ¿Sometemos a procesos jerárquicos procesos creativos caracterizados por una relativa anarquía? ¿Nuestros diseños de todo tipo obedecen a reflexiones racionales consensuadas? ¿Por qué siempre es la misma persona la que tiene la razón, no es posible que alguna vez se equivoque? ¿Tenemos mapas de nuestras potencialidades como comunidad masiva e inteligente? ¿Estamos aprovechando las redes sociales para liberar el potencial de inteligencia y descubrimiento de todos? ¿Qué nos separa de una verdadera inclusión digital? Estas y otras muchas preguntas pueden abordarse desde la perspectiva del modelo SECI (Socialización, Exteriorización, Combinación, Interiorización) de Nonaka Takeuchi, entre otros posibles enfoques. En estos tiempos de sobreabundancia de información, urge que repensemos la prioridad de nuestras preguntas y de nuestros problemas. Tal vez, como sugiere Howard Gardner, siguiendo a Ernest F. Schumacher, en educación menos es más o «lo pequeño es hermoso«. En ese tenor, llama la atención la obra auspiciada por la empresa Telefónica, de España, titulada «Libro Blanco de la Universidad Digital 2010«, cuya tabla de contenido y prólogos, la empresa pone a nuestro alcance.

Actualización: Ya es posible descargar el texto completo de el Libro Blanco de la Universidad Digital 2010.



Kurosawa reta a Calderón

Esta nota, de Victor Manuel Toledo, publicada hoy en La Jornada, amerita una lectura y reflexión cuidadosas.

«Como sucede con casi todo lo trascendente, en la sala de nuestra casa apareció de manera inexplicable una copia de Sueños, la película del célebre realizador japonés Akira Kurosawa. Filmada en 1989, esta película, secuencia de ocho historias (sueños y pesadillas), es una de las obras maestras de la cinematografía por su belleza, honestidad, originalidad, compromiso y profundidad de sus mensajes. Como sucedió con otros grandes artistas, como Octavio Paz, Maurice Béjart o Gabriel García Márquez, el cineasta japonés fue consciente de los peligros que acechaban, y siguen acechando, a la humanidad o a la especie humana. Por ello, las tres últimas historias de su película son valiosos testimonios de lo que podría llamarse un «cine ecológico», género que ha sido irresponsablemente inundado de producciones amarillistas y comerciales.

«En la primera historia, Kurosawa presenta escenas fulgurantes de un holocausto nuclear en Japón que provoca la huida desesperada de millones de japoneses, quienes, perseguidos por las nubes radiactivas, terminarán tirándose al mar. La segunda historia, complemento de la primera, presenta un paisaje arrasado por la contaminación y la radiactividad, donde solamente quedan algunos seres vivos deformes y los sobrevivientes humanos son mutantes que ante la ausencia de alimentos se ven obligados a devorarse entre ellos. En contraste, la tercera historia es una descripción bucólica de una aldea campesina, donde la sabiduría de sus habitantes ha creado una realidad delicada y armónica basada en la tradición y el trato cauto del entorno natural. Sobra señalar la gran influencia budista en esta última historia.

«La película parece lejana: fue filmada hace dos décadas en la realidad japonesa, que es diferente a la mexicana. Sin embargo, adquiere vigencia inesperada en los cruciales momentos que vive el mundo y el país en términos ambientales. Ya no es la contaminación nuclear, sino el calentamiento del planeta y la contaminación genética, que se extiende por enormes áreas, lo que podría generar en pocas décadas escenas tan apocalípticas como las de Sueños. Ya hemos tenido algunos adelantos con la canícula que azotó a Europa en 2003 y que dejó más de 20 mil muertes por el calor extremo, o con los inesperados impactos del huracán Katrina en Nueva Orleáns. Igualmente siguen siendo las aldeas o comunidades campesinas e indígenas ámbitos donde subsisten, persisten y resisten, los últimos reductos de la memoria de la especie humana; donde podemos encontrar inspiración para hallar caminos alternativos a la tragedia industrial.

«Por lo anterior, es más que seguro que Kurosawa habría firmado, de estar vivo, el documento por el cual más de 700 científicos, intelectuales y estudiantes de México y de varias partes del mundo han interpelado a Felipe Calderón solicitándole, con base a un alud de evidencias científicas, la inmediata cancelación de los permisos para la siembra experimental del maíz transgénico en México, procedimiento largamente buscado por las grandes corporaciones (Monsanto a la cabeza), violatorio de la Ley de Bioseguridad del país.

«El documento, auspiciado por la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS), fue firmado en pocas horas por varios galardonados con el Nobel y premios nacionales de ciencia, UNAM y de la Academia de Ciencias de México, y hace manifiesta su indignación por la liberación de maíz transgénico en un país cuyo territorio todo es su centro de origen (véase www.unionccs.net). Esta reacción de la comunidad científica nacional e internacional que ha sido casi instantánea no es casual. Responde a una situación de enorme preocupación, a un escenario de emergencia. Aquí, las más de 50 razas de maíz que existen en territorio nacional son una obra de creación colectiva llevada a cabo por más de 250 culturas en un periodo de 7 mil años. Se trata de un patrimonio biológico, agronómico, cultural e histórico no sólo de México, sino de la humanidad entera, que estará amenazado por la proliferación de los diseños generados por la biotecnología corporativa o a su servicio. Diseños que, ha quedado demostrado, contaminan inexorablemente las variedades originales o nativas.

«Estoy seguro que Akira Kurosawa desde donde se encuentre está solicitando una audiencia en Los Pinos para charlar con Calderón y convencerlo de que si no él, al menos alguno de sus más cercanos asesores lea el documento de la UCCS. Una lectura limpia, objetiva y honesta de las innumerables evidencias científicas derivadas de la más reciente investigación nacional e internacional debería auspiciar por lo menos un debate nacional, amplio y sin restricciones sobre el tema.

«Ignoro si el Presidente conoce la obra de Kurosawa, y aún más si le agrada o desagrada. Tampoco sé si Kurosawa está enterado del despido de 40 mil trabajadores y del aumento de impuestos, dos sablazos de emperador contra la ciudadanía. Pero bien valdría la pena que alguna inteligencia cercana al poder, en un gesto casi heroico, lograra proyectar al mandatario las tres historias finales de Sueños, acción que no toma más de 20 minutos, y que quizás logre inducir en él un pensamiento reflexivo. Antes de que el maíz y el país se conviertan en la pesadilla siguiente.»



La OIU y la Alfabetización Informacional (o DHI)

En caso de que el doctor Raúl Arias Lovillo, rector de la Universidad Veracruzana, próximamente fuera nombrado también presidente de la Organización Interamericana Universitaria (OIU), se gestaría una importante oportunidad para que, en el contexto del Plan Operativo de dicha organización y en alianza estratégica con otras organizaciones internacionales del ámbito educativo universitario, se realizara un esfuerzo con enormes beneficios potenciales para la región, por incorporar el enfoque de la alfabetización informacional (o DHI, desarrollo de habilidades informativas) a la curricula universitaria en los países miembros.
A la par que la visión en torno de la integralidad de la formación universitaria, adonde las capacidades para el acceso y uso de la información impresa y digital tienen un lugar fundamental, se avanzaría en la creación de una cultura de la información entre los universitarios y los egresados, acorde con los procesos de innovación y generación de conocimientos en el orbe.
Es inconcebible el desarrollo sustentable de las naciones con altos índices de analfabetismo simple y funcional, toda vez que la complejidad económica y productiva y los procesos sociales y culturales se apoyan cada vez más en el uso eficiente de la información y sus tecnologías, en el empoderamiento tecnológico de los ciudadanos y sus organizaciones y en la modernización tecnológica de las empresas.
Este es, sin duda, uno de los desafíos regionales que la gestión del doctor Arias podría acometer, al frente de la OIU, sentando las bases para la discusión de los métodos de enseñanza y evaluación de la alfabetización informativa entre los estudiantes, docentes e investigadores de la región.
En principio, tras el esclarecimiento de las bases de la alfabetización informativa -tal vez como parte de otras alfabetizaciones: para la salud, científica, ambiental, para los medios, etcétera- recuperando las experiencias estadounidense, británica y australiana, ésta sería la ocasión propicia para abordar desde el punto de vista conceptual y metodológico los alcances de la alfabetización informacional no solamente como una actividad en la que deben estar empeñadas en primer lugar las bibliotecas, sino como un proyecto pedagógico de gran calado, el cual impactaría de manera natural el aprovechamiento académico tanto en ciencias como humanidades, en un impulso de base a la actividad de investigación y a una renovación de las prácticas didácticas, lo que permitiría integrar interdisciplinariamente conocimientos, habilidades y actitudes concernientes al uso de la información, la gestión del conocimiento y la ética de la información.
Llama la atención, además, que en el campo de las bibliotecas, la OUI contempla el propósito de crear una red interamericana «Conectividad y bibliotecas«, como un instrumento para la «formación de bibliotecarios aptos para el uso de las nuevas tecnologías en la gestión de las bibliotecas universitarias», toda vez que en nuestro país y en nuestra casa de estudios existen propuestas académicas en ese sentido, que buscan permear y fortalecer con conocimientos y habilidades para el uso de las nuevas tecnologías, los saberes y procedimientos tradicionales o clásicos de los servicios bibliotecarios.
En suma que esta noticia, la de la posible presidencia del organismo internacional, por parte de nuestro rector, genera expectativas en el ámbito de las bibliotecas y los servicios de información, tal vez como pocas.



Recortes presupuestales a la educación superior y cibercentros gratuitos para todos

¿Cuánto tiempo de retraso tiene nuestro país, con relación a otros países de América Latina, o del contienente europeo, o del Lejano Oriente, en términos de crear condiciones y generar oportunidades suficientes de acceso de los ciudadanos a la sociedad de la información y el conocimiento? ¿10 años, 20?
La misma miopía política y económica con que se conducen asuntos como el desarrollo de las capacidades científicas y tecnológicas de los mexicanos, que tiene su complemento con el divorcio -incomprensible- entre políticas públicas y cultura, el «dejar hacer, dejar pasar» educativo en manos de intereses de grupos, o esa visión interesada que quiere y permite hacer negocio -frecuentemente privado y raramente público- con el patrimonio cultural nacional, aún a costa de su destrucción, se extiende hasta el campo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y su papel como motor de una nueva economía, basada en la información y el conocimiento.
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ProQuest Agriculture Journals y ProQuest Dissertations & Theses, están disponibles para la comunidad universitaria.

La Dirección General de Bibliotecas invita a todos los docentes, investigadores y estudiantes del área académica de ciencias biológico agropecuarias y afines, a que consulten las nuevas bases de datos de ProQuest, entrando al portal de la DGBUV y en la sección de Bases de datos, entre las del área de ciencias biológico-agropecuarias y eligiendo la opción REMBA (Red Mexicana de Bibliotecas Agropecuarias) (debe tomar nota de las claves de acceso que son:

Login: univer
Password: welcome.

Una vez entrando a la página de la REMBA, hay que buscar la entrada a ProQuest rotulada «Acceso Remoto» y ahí, hacer click en la entrada de la lista que dice: «UNIVERSIDAD VERACRUZANA – MÉXICO».
Decenas de miles de tesis, a texto completo, sobre temas biológicos y agrícolas y cientos de miles de registros de la colección ProQuest Agriculture Journals, que incluye 294 títulos de revistas especializadas y fuentes noticiosas, etcétera, también a texto completo, están disponibles para beneficio de la comunidad universitaria.

El acceso a estas bases de datos se suma al de BioOne, un recurso de información que da cuenta de publicaciones especializadas en el área de las ciencias biológicas principalmente.



Wolfram Research podría cambiar para siempre la búsqueda de información

Cuando escuchamos, hace un par de días, que Wolfram Research, la empresa creadora de Mathematica, un software científico de uso muy extendido en centros de investigación de todo el mundo, trabaja en el desarrollo de un buscador, la cosa nos pareció una noticia más sobre buscadores como las que aparecen continuamente en SearchEngineWatch.com.
Pero no es así.
Si se realiza la pretensión de la empresa de que el buscador «calcule conocimiento», únicamente habrá que estar a la espera de resultados, hacer una multitud de pruebas, para concluir que las búsquedas de información en la red jamás volverán a ser lo que son por ahora.
De acuerdo con Stephen Wolfram, que escribe en el blog de la empresa:

«Con Mathematica, dispongo de un lenguaje simbólico para representar cualquier cosa -así como el poder algorítmico para realizar cualquier tipo de computación. Y con New Kind of Science [NKOS es una metateoría científica que desarrolló el autor] cuento con un paradigma para comprender cómo pueden desarrollarse a partir de reglas simples, todo tipo de complejidades.
«¿Pero qué hay de todo el conocimiento que la humanidad ha acumulado?
«Mucho de ello está ahora en la web -en miles de millones de páginas de texto. Y con un buscador podemos buscar de manera bastante eficiente términos específicos y frases en todo ese texto.
«Pero no podemos realizar cálculos con ello. Y de hecho, [con esa información] sólo podemos responder preguntas que, literalmente, ya han sido realizadas. Podemos buscar todas esas respuestas, pero no podemos encontrar nuevas respuestas.
«Así que ¿qué hacemos con ello? Algunas personas piensan que el camino hacia adelante implica que, de alguna manera, alcancemos la «comprensión automática» de todo el lenguaje natural que existe en la red. La web semántica hará que ese propósito se alcance más fácilmente.
«Pero, combinando las capacidades de Mathematica y NKS parece haber una alternativa: implementar de manera explícita métodos y modelos, como algoritmos, y «curar» también explícitamente todos esos datos, de manera que sean computables inmediatamente.
«No será fácil hacer ésto. Cada tipo de método y modelo -y de dato- tiene sus propias características especiales y su carácter. Pero con una combinación de Mathematica y las capacidades de automatización de NKS, así como un gran cuerpo de expertos humanos, me congratulo en comunicarles que hemos ya avanzado un largo trecho.
«Pero, está bien. Digamos que hemos tenido éxito en crear un sistema que sabe mucho, y que puede saber mucho más. ¿Cómo interactuaremos con él?
«La forma en que los humanos nos comunicamos es a través del lenguaje natural. Y cuando uno trata con todo el espectro de saberes y conocimientos, creemos que también el lenguaje natural es la única opción realista para comunicarse con las computadoras.
«Por supuesto, lograr que las computadoras traten con el lenguaje natural, ha resultado de una increíble dificultad. Y aún estamos bastante lejos de tener computadoras que «comprendan» de manera sistemática grandes volúmenes del texto en lenguaje natural que hay en la red.
«Pero, si se ha logrado convertir ese conocimiento en computable, ya no se necesita que las computadoras «comprendan» el lenguaje natural.
«Todo lo que uno necesita es tomar las preguntas que las personas realizan en lenguaje natural y representarlas en una forma precisa, que se ajuste a los cálculos que la computadora puede hacer.
«Por supuesto, aún eso no sea ha realizado todavía, ni en su forma más general. Y a eso se agregan nuevas dificultades, por el hecho de que no querríamos encasillarnos en el uso de un solo idioma, como el inglés: también querríamos manejar el espectro de notaciones que las personas usan en una gran diversidad, si no en la totalidad de dominios.
«Yo no estaba seguro de que fuera a funcionar. Pero estoy muy feliz de poder decirles que con una mezcla de ingeniosos algoritmos y heurística, grandes cantidades de linguística del descubrimiento y curación lingüística, lo que combinado probablemente representa varios logros teóricos, hemos conseguido que efectivamente funcione.
«Reunir todo ésto y crear una verdadera máquina computacional de conocimiento es una tarea sumamente díficil.
«Se trata, sin lugar a dudas, del proyecto más complejo en el que me he involucrado en toda mi vida. Involucra una gran cantidad de destrezas -y de partes dinámicas constitutivas- de lo que hubiera tenido que administrar jamás.
«Y -como Mathematica, o NKS– este proyecto parece que no tendrá fin.
«Pero estoy feliz de comunicarles que casi alcanzamos el punto en el que nos sentimos capaces de mostrarles la primera parte del resultado.
«Va a estar en nuestro sitio www.wolframalpha.com. Un sólo campo de búsqueda dará acceso a un vasto sistema, con millones de millones de millones de datos curados, y millones de líneas de algoritmos.
«Estamos trabajando arduamente justo ahora, para que WolframAlpha esté lista para salir a la luz.
«Pienso que todo ésto será sumamente emocionante. Un nuevo paradigma sobre cómo usamos las computadoras y la web.
«Nos pondrá frente a frente con lo que la gente pensaba que serían capaces de hacer las computadoras, hace 50 años».

Hasta aquí nuestra versión de lo que dice el blog de Wolfram Research.
Lo cual nos trae a la mente el maravilloso cuento de Isaac Asimov, «La última pregunta«, cuya lectura recomendamos ampliamente, y muchas preguntas -precisamente-: como la de que si tendremos tiempo para asumir otra perspectiva sobre nuestro trabajo como bibliotecarios.