Universidad Veracruzana

Kaniwá

Bibliotecas, Información y Conocimiento



Año nuevo, BuJo nuevo

Un cuaderno y un lápiz es todo lo que se necesita para ir ordenando la actividad de un docente, un estudiante, un investigador o, en general, de cualquier persona. Más allá de las completísimas herramientas tecnológicas, los recursos análogos, tangibles, constituyen un apoyo insustituible en cualquier momento y lugar, y no requieren estar recargándose constantemente o tener acceso a la red (como ocurre inevitablemente con las computadoras portátiles, las tabletas y los teléfonos).

A continuación retomamos información sobre un sistema de organización personal, para que lo ponderen los interesados y, en su caso, se motiven a realizarlo. El principio de un año parece una época propicia para hacerlo.

Regularmente, cuando se hacen apuntes en libretas o cuadernos, como notas, datos de alguna persona, fechas y horas de reuniones o encuentros, cosas por hacer o por comprar, lecturas por hacer, ideas relevantes que encontramos durante alguna lectura, lo que priva es como está dicho, cierto desorden. Ese desorden acumulativo hace muy difícil recuperar todas esa información o agruparla con cierto orden y criterio. El bullet journal es el medio idóneo para que eso no ocurra más. Puede ser que el sistema de toma de apuntes de la Universidad de Cornell se pueda combinar exitosamente con la técnica de bullet journal, pero por ahora me limitaré a explicar un poco más de qué trata solo éste último.

De acuerdo con la Wikipedia:

«Bullet Journal o BuJo es un método de organización personal desarrollado por Ryder Caroll. Este método organiza la planificación, recordatorios, lista de tareas, lluvia de ideas y otras actividades de organización en un cuaderno. Su nombre proviene del uso abreviado de «bullet points» o cuaderno punteado o con viñetas para organizar la información.​ Fue dado a conocer en 2013 y desde entonces se ha convertido en un método de organización, popular en redes sociales.»

Un bullet journal es entonces una bitácora o diario, por ende, un registro general de experiencias, sentimientos, pensamientos, actividades realizadas o por realizar, citas, apuntes o notas, datos, ideas, planes y proyectos.

La utilidad de un bullet journal es proporcional al tiempo que se dedica a su creación, planeación, organización, mejora gradual y mantenimiento.

Qué se necesita para realizar un bullet journal

Básicamente, una libreta y un lápiz. Lógicamente, un calendario, un reloj.

Si es importante garantizar la durabilidad del registro a largo plazo, entonces se requiere de uno o varios bolígrafos, ya que la tinta es más duradera sobre el papel que el grafito.

Una regla de plástico ayudaría a la hora de hacer tablas (por ejemplo, un simple arreglo de 3×4, para crear un calendario) y otros trazos y cuadrículas (como las que requieren las tablas de seguimiento) dentro del bullet journal.

Marcadores de colores que ayuden a resaltar y/o unificar algunos elementos visualmente.

Creatividad y tiempo para que el bullet journal exprese progresivamente el desarrollo de las actividades y -porqué no- de la personalidad.

Elementos de un bullet journal

El bullet journal consta por lo general de:

  • índice general (a una o dos páginas)
  • un calendario anual (a una o dos páginas)
  • calendario mensual, al inicio de cada mes (a una o dos páginas)
  • entrada de registro día a día, que puede ocupar desde parte de una página, hasta varias páginas (en todos los casos los contenidos deberán mencionarse en el índice), constituye el contenido mayor del bujo.
  • listas diversas (de una o más páginas, para los más diversos fines) y cuadros de seguimiento o trackers (puede haber varios cuadros en una página, dependiendo de las necesidades) indicando sus nombres y páginas en el índice; en la red se pueden encontrar muchas sugerencias de listas, cuadros de seguimiento y otros elementos que pueden incorporarse al bullet journal

Como ya está dicho, se puede emplear cualquier cuaderno para hacer el bullet journal, el cual deberá ser manejado cuidadosamente para que no se extravíe, dañe o maltrate.

En principio, un lápiz puede ser suficiente para escribir aunque -para asegurar la perdurabilidad de los registros- un bolígrafo convencional puede ser necesario.

Con más creatividad, se pueden usar lapiceros con tintas negra, azul, roja y verde, para dar acento a cierta información.
Es necesario numerar manualmente todas las hojas del cuaderno (o libreta) de modo que al inicio se pueda ir alimentando el índice general del bullet journal, con referencia a las páginas donde se localizan determinado contenido. La numeración sólo toma unos minutos y puede hacerse por un rango y completarla posteriormente.

El índice general debe ser pormenorizado e indicar la página en la que se localiza cada elemento del bullet journal, conforme éstos van siendo agregados.

Tal vez convenga dedicar una hoja completa (frente y vuelta, es decir las dos caras de una hoja) para ir generando el índice, pensando en una durabilidad suficiente, acorde con el periodo temporal de que se trate (mes, trimestre, semestre, año) conforme a las necesidades del creador o usuario. En caso de que la cantidad de contenidos sea mayor, cabe plantear la posibilidad de agregar un índice intermedio, para superar el límite inicial de dos páginas.

Para algunas personas, las que realizan un gran número de actividades, puede ser que una libreta apenas sea suficiente para un mes.

Para otras personas, tal vez una libreta puede ser suficiente para un semestre, o hasta para un año. Como quiera que sea, el sistema puede adaptarse sobre la marcha, ya sea para usar una libreta por periodo, o varias. La experiencia gradual en la elaboración del bullet journal permitirá prever las necesidades de espacio, en función del periodo de tiempo que se va a organizar.

El punto de partida del bullet journal es lo que se llama rapid logging, que es una forma de decir registro rápido.

En esta etapa de registro rápido es indispensable utilizar una simbología estandarizada (pero que también se puede personalizar, siempre de acuerdo a las necesidades) para identificar con bullets (balas o viñetas, lo que da nombre al sistema) cada una de las entradas o registros generados como parte de un trabajo, reunión, actividad, cita o proyecto.

El sistema contempla una serie de símbolos sencillos que ayudan a distinguir las diferentes entradas registradas en el bullet journal.

Simbología para el rapid logging

El contenido general de un bullet journal se refiere a tareas, citas y notas. Las tareas son actividades o cosas que deben realizarse. Las citas son reuniones o aluden a eventos en que es necesario confluir o participar y las notas son todo tipo de datos, información o apuntes que resultan durante la realización de tareas y el cumplimiento de citas.

Los símbolos recomendados para desarrollar este sistema de organización son los siguientes:

Símbolos para identificar TAREAS

. indica una tarea por realizar
X indica una tarea realizada
> indica una tarea re-agendada (movida a una fecha posterior)
< indica una tarea programada

Símbolos para identificar CITAS y REUNIONES

( ) indica una cita (con una X, indica que se acudió)
0 indica un evento (relleno, indica que se atendió)

Símbolos para identificar y destacar NOTAS, APUNTES, ideas, datos, reflexiones

– indica una nota o apunte de alguna idea, dato, reflexión
* indica algo prioritario o urgente
! indica una idea destacada
? indica una duda, o algo que debe investigarse

Símbolo de USO GENERAL para tareas, citas, reuniones y notas

abc indica algo cancelado

Organización del bullet journal y sus componentes

Después del índice, puede agregarse la impresión de un calendario anual, en un tamaño adecuado para que quepa en una página de la libreta. Ese calendario anual servirá como referencia para el resto del bullet journal. En tal caso cada año deberá hacerse la impresión del calendario correspondiente. Si utilizo dos libretas por año, en cada una deberá incluirse el calendario anual completo, o uno semestral.

Dependiendo de las necesidades se puede iniciar el bullet journal a partir de la siguiente página, haciendo las anotaciones necesarias, pero respetando siempre el uso de la simbología recomendada, descrita anteriormente. Este registro inicial ya dará una idea de las secciones que se necesita crear dentro el bullet journal, además, este registro debe generar una entrada en el índice.

Ryder Carroll, el autor de este sistema, recomienda incluir ciertas páginas de guía en el bullet journal:

  • una bitácora de futuro
  • una bitácora mensual
  • la bitácora diaria (que puede contener información sobre tareas, citas o reuniones y notas o apuntes)

La bitácora de futuro puede contener los objetivos centrales que se plantea alcanzar, mes con mes, durante el periodo que abarca la libreta, o inclusive objetivos que se proponen a largo y mediano plazos.

La bitácora mensual (por ejemplo, la de enero, febrero, etc.) puede ocupar el reverso de una página y el frente de otra (es decir, mostrarse a doble página) para desplegar en forma sinóptica los compromisos, citas o tareas principales del mes.

La bitácora mensual más básica es tan solo una lista de los números de los días del mes en orden progresivo. En ese arreglo, se dedica un renglón a cada día del mes para el registro general de lo que debe hacerse, citas o eventos del mes.

Una bitácora mensual más elaborada implica que, con una regla se trace una tabla de 7 columnas y 6 filas (la primera fila servirá para indicar los días de la semana), para que el aspecto sea mucho más ordenado. La numeración de los días debe respetar el arreglo semanal de la primera fila, de lunes a domingo. En las casillas resultantes, se pueden anotar las metas específicas a alcanzar semana con semana, o día con día.

El resto de las páginas del bullet journal pueden dedicarse las bitácoras diarias, es decir, de días específicos -por ejemplo, de cada uno de los días dedicados al estudio o al trabajo- y a la información o ideas y compromisos que surjan o se registren en cada uno de ellos. Las bitácoras diarias constituyen a la larga el contenido más nutrido del bullet journal.

Es posible y con frecuencia necesario, migrar tareas y citas de alguna de las bitácoras (sobre todo de la bitácora diaria) a las demás (mensual y de futuro). Es decir, si en la bitácora diaria se agregó una cita para una fecha posterior, es indispensable que se agregue en la bitácora mensual o anual correspondiente, en función de su importancia. Los datos de contacto de personas pueden pasar a formar parte de listas. Las cosas por hacer pueden pasar a las bitácoras mensual o anual, respectivamente.

Existen otros elementos complementarios para hacer que el bullet journal sea paulatinamente más útil.

Uno de ellos son las listas. Algunos creadores de bullet journals les llaman también colecciones. Se pueden dedicar páginas distintas y completas a estas listas o colecciones. Como ocurre con los demás contenido, se agregan entradas en el índice general para cada lista creada. Algunas listas convenientes que vienen a la mente son:

  • listas de contactos (no sustituyen a un directorio de contactos en forma, pero puede ofrecer acceso rápido a contactos frecuentes)
  • listas de compras (pueden tener una cobertura específica como despensa, implementos de oficina, herramientas, etc.)
  • listas de cumpleaños de familiares o colegas (también pueden crearse de manera diferenciada, por grupos)
  • listas de libros que se han leído (pueden crearse agrupadas por temáticas, géneros o autores)
  • listas de películas que se han visto (vale la pena considerar el criterio de su creación)
  • listas de libros que se desean leer (es válida la consideración precedente)
  • listas de películas que se desean ver
  • listas de sitios turísticos o históricos que se desea visitar
  • listas de términos cuyo significado debe aclararse
  • listas de dudas o preguntas, etc.

Las posibilidades son prácticamente infinitas.

Otro elemento del bullet journal que puede ser de gran utilidad son los cuadros de seguimiento (trackers). Por ejemplo, si hay tareas que se deben realizar periódicamente, un cuadro de seguimiento puede dar cuenta del avance y del cumplimiento puntual de dicha tarea.

También se pueden aplicar para la formación y mantenimiento de hábitos. Por ejemplo, la ingesta de agua natural, que puede requerirse establecer como un hábito que se repite varias veces cada día. La forma de llenar estas tablas de seguimiento es llenando cuadros, con palomas y taches, con puntos y diagonales, etc. Una lista de seguimiento puede durar un periodo de tiempo variable.

Insistimos en que tanto las listas generadas como los cuadros de seguimiento deben registrarse en el índice general del bullet journal.

En algunos bullet journals, los autores incluyen también hojas de retos, frases inspiradores o motivacionales, garabatos, bocetos o diseños, ideas gráficas, etc. Con un poco más de esfuerzo, se pueden imprimir fotografías y pegarlas en hojas dedicadas de la libreta, para documentar lugares, fenómenos, eventos.

Puede ser conveniente mantener en una página destacada del bullet journal la clave de los símbolos o abreviaturas empleadas a todo lo largo de éste, al menos hasta que estemos completamente familiarizados e inmersos en su utilización.

Por todo lo señalado hasta aquí, cabe agregar que un bullet journal se puede convertir en un importante elemento para el registro, seguimiento, evaluación y control de planes y proyectos, ya que puede incluir objetivos, metas mensuales, semanales y diarias, diagramas de Gantt, hojas de ruta crítica, presupuestos y una plétora de herramientas de análisis y reflexión. Para buscar inspiración para estos contenidos enriquecedores y potenciadores valdría la pena revisar la obra de Edward de Bono. Todo lo que va en el bullet journal, se agrega en el contexto de la actividad que se está desarrollando o pretende desarrollar.

Atendiendo a estas pautas generales y recomendaciones, cada individuo puede adaptar el bullet journal a sus propias condiciones y necesidades, eliminando elementos que sean innecesarios, o agregando los que le hagan falta.

Un rasgo fundamental de un bullet journal se relaciona con el modelo espiral de generación del conocimiento, SECI, de los japoneses Nonaka y Takeuchi. La disciplina de elaborar un bullet journal corresponde a la fase de externalización del modelo, y puede contribuir de manera importante a las fases de combinación e internalización del mismo. Lluvias de ideas, intuiciones, inspiraciones, conexiones, bifurcaciones, análisis PNI, análisis con los seis sombreros de colores de De Bono, todas las ideas que de otra forman pueden resultar fugaces o pasajeras, si se registran en el bujo, se pueden convertir a mediano y largo plazo en un importante capital intelectual para los individuos y las organizaciones.

La realización y el mantenimiento del bullet journal nos coloca en una vía que necesariamente conduce a la reflexión -cuasi filosófica- acerca de lo que hacemos, de por qué y para qué lo hacemos. Por lo tanto, es una herramienta para el autoconocimiento y la potencialización de nuestra eficiencia y eficacia pesonal y profesional. En suma, constituye un instrumento para nuestra auto-realización.

 

 

 

 



Crear un mashup personalizado con Netvibes no cuesta

Con Netvibes, es posible integrar un entorno personalizado de información, usuando tableros (dashboards), pestañas (tabs) y módulos flexibles (apps), dentro de un navegador.

Arriba a la izquierda: Selector del tipo de vista (modo de edición y modo de lista de lectura y en texto gris el nombre del tablero cuyo contenido aparece a la derecha. All feeds muestra la fuente y los encabezados de las noticias publicadas en orden descendente: las más actuales arriba y hacia abajo las más antiguas. A la derecha arriba aparece el selector de tableros, cada usuario puede contar con el número de tableros que necesite en función de sus intereses.

Netvibes.com es, por tanto, un sistema que puede personalizarse a partir de diversas fuentes de información, enlaces, noticias, etc., algo conocido como un mashup.

La rutina del usuario típico de la WWW es que al abrir el navegador aparece un buscador genérico como Google o Bing. Algunos usuarios predefinen sitios específicos para empezar a navegar. Algunos otros, pero quizás los menos, precargan colecciones de pestañas al inicio, de modo que simplemente moviéndose entre pestañas ya obtienen la información que desean. Conforme los intereses del usuario se van desplegando, es posible que abra nuevas ventanas o nuevas pestañas para continuar su exploración por separado. Suele ocurrir que al final, el usuario ha abierto decenas o incluso centenas de enlaces y al final solamente quedará registro de ello en el archivo Historial, del navegador.

Netvibes es distinto. Siempre y cuando la fuente de información cuente con una fuente RSS o ATOM, de noticias sindicadas, es posible suscribirse en Netvibes en un panel dentro de una pestaña, dentro de un tablero -esos son los tres niveles de estructura en orden jerárquico ascendente- permitiendo crear una o varias pantallas de consulta «todo en uno», lo cual permite un considerable ahorro de tiempo al usuario, evita la sobrecarga visual por anuncios y publicidad no deseada, en suma: parece que Netvibes permite realizar todo lo que la WWW prometió ser alguna vez. Por esa característica de agregar de manera personalizada las fuentes RSS o ATOM, Netvibes va más allá del software llamado agregador de noticias, que manejan de manera eficaz las suscripciones del usuario.

Con Netvibes, cada usuario tiene control sobre la cantidad y la jerarquía de las pestañas en su cuenta del portal -que es gratuita-, los nombres de identificación de las mismas, y sobre la configuración visual de los módulos en cada panel o tablero. La cantidad de variantes de personalización, únicamente depende de las necesidades o intereses del usuario.

Netvibes ofrece además, un tablero público, que contiene los recursos que el usuario haya elegido compartir, así como compartir los recursos que otros usuarios hayan compartido también.



Los riesgos de las redes sociales en la salud mental de los adolescentes | Faros HSJBCN

Las redes sociales se han convertido en un espacio en el que formamos y construimos relaciones, nuestra propia identidad y nos expresamos. ¿Pero hemos valorado suficientemente qué riesgos supone?
— Leer en faros.hsjdbcn.org/es/articulo/riesgos-redes-sociales-salud-mental-adolescentes



¿Qué es un estado del arte?

Estado del arte, es un concepto de relevancia para la docencia y sobre todo la investigación, y que implica el uso intensivo de recursos de información académicos, procurando enfocarse en publicaciones académicas, dejando fuera toda aquella información secundaria sobre el tema. Con esta información, la más actualizada, sobre avances del conocimiento científico en el tema elegido a investigación, se elabora un documento que es el estado del arte en sí mismo. Sirve para conocer un conjunto o listado de documentos representativos de dichas investigaciones.

El estado del arte se refiere a las publicaciones especializadas de los últimos tres años (hay instituciones que admiten hasta cinco o incluso hasta diez años), para conocer quiénes, adónde y sobre qué publican, en el campo de estudio de interés.

Para poder realizar el estado del arte de una materia, campo o disciplina, o de un problema específico dentro de ella, es muy importante identificar las fuentes de información más recomendables, o idóneas, de acuerdo a la naturaleza de sus contribuciones, de manera práctica conviene identificar las bases de datos y publicaciones que potencialmente contendrán la información relacionada.

Además, es importante limitar la revisión bibliográfica que dará origen a los conceptos básicos del estado del arte, a un marco temporal de los últimos cuatro años.

Algunos especialistas en investigación advierten que el estado del arte no es lo mismo que el marco conceptual de una investigación, lo cual es un trabajo mucho más específico y que requiere de un rigor conceptual mayor.

Sin embargo, el estado del arte puede contribuir de manera destacada a apoyar u orientar las diversas secciones de una investigación: justificación, marco conceptual, formulación de hipótesis, selección del método y criterios de evaluación de la investigación.

Una estructura posible de un estado del arte organiza las fuentes localizadas de acuerdo a criterios como el nivel de la investigación y el carácter de la misma: investigaciones conceptuales, metodológicas y locales, nacionales e internacionales.

El estado del arte se suma al paradigma de la investigación, el objetivo, planteamiento del problema, hipótesis y métodos a utilizar en la investigación.

Preguntas guía para la elaboración del estado del arte en un área del conocimiento:

  • Qué se ha investigado
  • Cómo se ha investigado
  • Cuándo se ha investigado
  • A qué ámbito geográfico o contexto obedecen dichas investigaciones (internacionales, nacionales, locales y regionales)
  • Qué resultados se obtuvieron

Se identifican variables de investigación, los tipos de fuentes de información, se define un ámbito temporal para la recuperación de referencias.

Al limitar a un periodo muy reciente, la revisión bibliográfica, el conocimiento del estado del arte se mantiene vigente en lo que dura la investigación.



Apuntes sobre elaboración de textos académicos y científicos

Existe una montaña de fuentes de información acerca de la preparación y elaboración de informes, reportes de investigación, revisiones del estado del arte y para la publicación de artículos, libros o capítulos de libros en el ámbito de la academia y de la investigación científica. Por una razón natural, cada autor, cada investigador, reclama un mínimo de atención hacia sus ideas, aportes o avances, siquiera de otros colegas, a la espera de que su metodología, resultados y conclusiones sean citados por otros autores e investigadores del mismo campo del conocimiento.

Estos apuntes se refieren sobre todo al artículo científico, al reporte de investigación, que está relacionado estrechamente con el capítulo de libro, el artículo de difusión y la conferencia o ponencia en algún evento disciplinar, que suele resultar integrada en alguna memoria.

El éxito de un trabajo de investigación y su continuidad en el tiempo, se ven reforzados y coronados por la dedicación para organizar de manera sistemática la información y de presentar los resultados y conclusiones en un lenguaje que sea suficientemente riguroso, claro y comprensible, que concite en los pares, además, la necesidad de saber, comprobar y verificar si lo que se presenta tiene la validez que el autor le otorga, o si hay flaquezas, o si por otro lado hay puntos débiles que hay que revisar, lo cual puede y debe hacerse en la medida de las posibilidades y de los aportes que otros hacen al proceso de investigación, con otros métodos y posiblemente también con otros resultados.

El lenguaje de los documentos académicos y científicos ha ido organizándose en una búsqueda creciente de claridad, concisión, exactitud, rigor, objetividad y al mismo tiempo elocuencia, ampliando el campo de actividad de los investigadores al terreno de los escritores, ensayistas y filósofos. Aunque el imperativo del conocimiento en el pensamiento occidental sea el de las así llamadas objetividad y racionalidad científicas, los hombres de ciencia se ven impulsados hacia determinadas posiciones teóricas y filosóficas de fondo.

Repasemos, aunque sea de manera general algunos rasgos del lenguaje usado en los textos científicos.

La perspectiva de los textos académicos y científicos, tiende a ubicarse de manera externa a los procesos, fenómenos o acciones descritas, esto por un afán supuesto de objetividad. Predominan las frases donde está implicada la tercera persona gramatical, que no es el emisor (yo), ni el receptor (tú), del mensaje científico. De ahí que las expresiones tales como: se calcula, se estima, se encontró, se comparó, se utilizó, sean las más empleadas. Esto constituye un freno -hasta psicológico- para que el autor no se involucre con sus apreciaciones, interpretaciones o versiones subjetivas sobre el contenido del documento, circunscribiéndose al uso de las funciones informativa, demostrativa, o argumentativa y problematizadora del lenguaje.

Los artículos científicos, los informes técnicos de laboratorio y de campo y otros textos académicos, se caracterizan por el empleo de un lenguaje centrado y aceptado en la disciplina de que se trate, o en la que se inscribe el asunto de la investigación, procurando que los significados sean tan unívocos como sea posible, evitando el empleo de sinónimos o términos coloquiales. Este lenguaje especializado se usa, además, para construir frases u oraciones completas (es decir aquellas que incluyen un sujeto, verbo y predicado) cortas. Se trata siempre de evitar la ambigüedad, de oscurecer el significado o de dificultar la comprensión del texto.

Lo opuesto a la claridad de los textos científicos, directos, breves y concisos, es todo aquello que sea rebuscado, rimbombante, retórico, ambiguo, oscuro o confuso, o que se preste a diversas interpretaciones. Es tarea del autor del texto científico el seleccionar y el ordenar cuidadosamente las palabras para que el posible lector no interprete erróneamente lo que el autor ha querido comunicar.

De vital importancia para conseguir el mayor impacto de la investigación en la comunidad especializada de destino, es el conocer el factor de impacto de las revistas, que representan la penetración que alcanzan los artículos de determinadas publicaciones, tomando en cuenta el número de citas que reciben los mismos, la visibilidad que alcanzan sus contenidos, su prestigio en el tiempo, etc. Elseviere impulso a partir de 2016 el índice CiteScore, que toma en cuenta un periodo de tiempo multianual para ponderar el ranking de una publicación.
A los investigadores les puede ser de gran ayuda un sitio como Scimago Journal and Country Rank. Web of Science y Scopus son fuentes de consulta de los factores de impacto de revistas arbitradas, que requieren alguna forma de suscripción.

Sobre la extensión de los textos, las recomendaciones coinciden en mayor o menor medida, en que deben ser breves, sin llegar a cansar por continuos cortes o saltos en la lectura. Un promedio de 4 o 7 y un máximo de 12 renglones parece lo recomendable.

Cada publicación académica o revista arbitrada emite sus lineamientos editoriales, mismos que deben ser rigurosamente respetados por los investigadores, para que sus artículos no sean rechazados a causa de aspectos de forma. Por supuesto que la validez, corrección, originalidad, correspondencia interna y pertinencia de los diferentes elementos del contenido, serán el factor decisivo para que se consiga la publicación del documento. En el siguiente enlace se puede consultar una serie de criterios específicos que los pares toman en cuenta durante el arbitraje de una publicación, con ello se obtiene una idea general de la minuciosidad del proceso.

  

Apuntes para una agenda educativa nacional que devuelva a las bibliotecas la función que les es propia: corazón de la vida académica en todos los niveles

«La Biblioteca es una esfera cuyo centro cabal es cualquier hexágono,
cuya circunferencia es inaccesible».
Jorge Luis Borges.

Por Carlos Alberto Sánchez Velasco

Creo que no soy el único que anhela ver que resultan exitosos los esfuerzos del nuevo gobierno, en todos los órdenes. Y en especial, para la educación, pasando -entre otros retos mayúsculos- por la depuración de toda la burocracia innecesaria en el ámbito educativo, por la eliminación de todos los aviadores en las escuelas, que cobran sin trabajar como maestros, sino aparentemente como administrativos o comisionados, etc. Se debe revertir y superar la segmentación en niveles -innecesaria y de origen político- a lo largo de todo el sistema educativo. Se debe abrir la educación superior a todos los que sepan leer y escribir bien. Deben dejar de darse títulos profesionales a personas adultas que mantienen desde la primaria, las mismas faltas de ortografía de siempre, solamente porque no se proponen leer lo suficiente. ¿Quién quiere que los líderes de la sociedad del presente y del futuro, sean unos calificados analfabetas funcionales, por muchos diplomas que cuelguen de sus paredes? Leer más…



El Referencista No. 20, edición de su quinto aniversario

Invitamos a todos nuestros lectores a que descarguen, lean, conserven y difundan el número 20 de El Referencista, boletín electrónico de la Dirección General de Bibliotecas de la Universidad Veracruzana, pues procuramos que en cada edición todos encuentren algo que les sea de interés y utilidad.

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Evaluar en educación se ha vuelto equivalente a tomarle la temperatura a un niño enfermo, sin curarlo

Hugo Aboites habla de su libro «La medida de un país».
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=qvPQtWlHU9A

Más claro no puede ser.

Tras analizar el desarrollo de la política educativa en nuestro país -a la cola entre los integrantes de la OCDE, según indicadores de la misma organización; y el de peor desempeño en América Latina, según el investigador- Hugo Aboites nos enfrenta a una dura realidad:

La evaluación y la educación, en México, a pesar de lo establecido en la Constitución Política, se ha convertido en un mecanismo de exclusión, segregación y frustración de los destinos de millones de mexicanos.

Ello nos obliga a mantener el tema de la educación a la vista de todos, sin quitar el dedo del renglón sobre ese tema. Leer más…