Universidad Veracruzana

Kaniwá

Bibliotecas, Información y Conocimiento



Los blogs en el nuevo modelo educativo universitario: posibilidades e iniciativas

La oferta de servicios informativos y de documentación por parte de las bibliotecas, debe reforzarse con una tarea permanente para la alfabetización de los usuarios de las mismas.
De ahí que interese dar cuenta, en este blog, sobre todos aquellos recursos que son de importancia y utilidad para alentar la cultura de la información y la participación de todos -a lo que se llama también inclusión digital- en la sociedad de la información y el conocimiento.
En esta ocasión les invitamos a revisar y analizar un documento de García-Quismondo, de la Universidad Carlos III de Madrid, España, que da cuenta de manera pormenorizada tanto de la evolución de los blogs y de la blogósfera, como de las múltiples aplicaciones provechosas de los weblogs -o más brevemente, blogs, como éste mismo, Kaniwá- en los procesos de educación en el ámbito universitario.

Tomemos, sólo como ejemplo de lo interesante de este documento, la Matriz de S. Leslie sobre uso de weblogs en educación.

(De la cual prepararemos en cuanto sea posible una versión en español).

Aquí pueden identificarse usos de los blogs en la educación, como los siguientes:

  • como fuente específica de información en cursos
  • como foro de interacción de participantes en cursos
  • para la administración de cursos
  • como base de datos de conocimientos personales
  • como e-portafolios de trabajo
  • como espacio para el nanoperiodismo de opinión
  • como herramienta para la gestión del conocimiento
  • como herramienta pedagógica y didáctica
  • como instrumento para la actualización del docente
  • como repositorio de ligas a noticias y textos comentados pertinentes a la instrucción

Etcétera…

Lo anterior pone a la vista el enorme potencial que tienen los blogs en los procesos de formación, y de ahí la invitación que se hace desde el ámbito bibliotecario a que los usuarios hagan un uso más intensivo de las fuentes de información y a que aprovechen las capacidades de la información distribuida en red para la generación de nuevos conocimientos.

Esperamos saber de las reflexiones de los lectores del blog y muy especialmente, tener noticias de lo que ya han hecho, están haciendo o pretenden hacer para el autoaprendizaje y la educación, mediante estas herramientas tan accesibles y versátiles como los blogs.

Fuente: García-Quismondo y Butera Fajardo. 2007. Los blogs en el nuevo modelo educativo universitario: posibilidades e iniciativas. Textos universitaris de biblioteconomia i documentació. Dic. 2007.

(Audio de este post en formato MP3)



Alfabetización informativa y alfabetización científica, una relación necesaria.

Nuestro país en general y nuestro estado, Veracruz, particularmente, requieren de un desarrollo real e intenso de la actividad de investigación científica y humanística. La investigación está en la base del proceso de la generación del conocimiento, y por lo tanto en la base misma de la educación. Se ha señalado recientemente que el número de investigadores que hay en nuestro país es muy escaso con relación a la población nacional, lo cual es grave y nos deja como nación en gran desventaja.

La aprobación reciente de una reforma energética, por ejemplo, ha dejado expuesta la insuficiencia de científicos, técnicos y especialistas para desarrollar al ritmo requerido la industria del petróleo y de los energéticos, en nuestro país.

Por otra parte, durante la Conferencia Mundial sobre la Ciencia para el Siglo XXI (1999), auspiciada por UNESCO e ICSU (Internacional Council for Science), en que se signó la «Declaración de Budapest sobre la Ciencia y el Uso del Saber Científico«, se afirmó: que «Hoy más que nunca es necesario fomentar y difundir la alfabetización científica en todas las culturas y en todos lo sectores de la sociedad, (…) a fin de mejorar la participación de los ciudadanos en la adopción de decisiones relativas a las aplicaciones de los nuevos conocimientos». (1)

Existe una relación importante entre alfabetización científica -una preocupación de los académicos y de los científicos- y la alfabetización informacional -una preocupación fundamental de los bibliotecarios- y proponemos que esa relación consiste en que no puede darse la primera sin la última. Mejor aún, que ambas alfabetizaciones pueden y deben darse simultáneamente.

Puesto que la alfabetización informacional es una habilitación -que debe actualizarse y practicarse de por vida- para: determinar necesidades de información, ubicar y acceder a los recursos que pueden resolverlas y, además, para hacer uso de dichos recursos o fuentes informativas para aprovecharlas de la mejor manera en la resolución de las necesidades del usuario alfabetizado; es claro, por lo anterior, que la alfabetización científica se puede apoyar y complementar muy bien en la alfabetización informacional, para alcanzar las tres dimensiones señaladas por Kem en 2002, a saber: la conceptual (que incluye la comprensión de los conceptos científicos fundamentales en las disciplinas más generales y de la relaciones entre ciencia y sociedad), la procedimental (que incluye el uso o la aplicación de procedimientos, métodos, procesos y habilidades y capacidades intelectuales propios de la ciencia, en la vida cotidiana) y la afectiva (que se refiere al aprecio e interés por la ciencia como expresión integral de la cultura, así como a la disposición para la propia alfabetización científica).

Otras alfabetizaciones son necesarias (la audiovisual o mediática, la ambiental, la financiera, etc.) sin duda, para sobrevivir y para tener éxito en la sociedad global, pero seguramente de todas éstas, la informacional y la científica son cruciales para el futuro de la ciencia y la técnica en nuestro país. De su extensión a todos los miembros de la sociedad, depende el que éstos puean desarrollar las capacidades económicas, sociales y humanas que son posibles gracias al conocimiento científico y técnico en todos los campos.

Sirva este pequeño texto como una invitación a los posibles lectores a reflexionar en torno a estos temas y, mejor aún, a proponer acciones que contribuyan a alentar la cultura científica y la cultura de la información en nuestro país.

(1) Sabariego del Castillo y Manzanares Gavilán. 2006. «Alfabetización científica». I Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación CTS+I.

(Audio de este post en formato MP3)



Creative Commons y sociedad del conocimiento

Con frecuencia oímos hablar de la sociedad de la información y del conocimiento.
La UNESCO propone que todos los países trabajen para la conformación de sociedades del conocimiento, la inclusión social de todas las personas al acceso y uso de la información para su beneficio individual y el colectivo, y el aprendizaje a lo largo de toda la vida (sociedades de aprendizaje).
No puede ser para menos. Saber leer y escribir, pudieron haber sido habilidades suficientes, a lo largo de los siglos XVIII, XIX y la mayor parte del XX, para desempeñarse con cierta eficiencia en la sociedad industrial.
Pero la revolución que ha acompañado a las nuevas tecnologías de información y comunicación (TICs), en términos de los volúmenes de información, diversidad y complejidad de la información, de la diversidad de formatos y soportes, de los riesgos y complejidades inherentes con su manejo adecuado, etcétera, imponen a los individuos -como nunca- la necesidad de desarrollar habilidades y competencias específicas no sólo con la tecnología de información, sino para el manejo de la información misma, que les permitan integrarse con cierta eficiencia y probabilidad de éxito, a la sociedad de la información y el conocimiento.
No sólo eso, sino que la complejidad alcanzada por los problemas que ahora enfrenta la humanidad (la pobreza creciente, la reducción de los sectores productivos, el cambio climatológico, la pérdida de la diversidad biológica, los problemas del transporte urbano, el procesamiento de desechos, la gestión de la energía y el agua, y la expansión de las enfermedades crónico-degenerativas e infecciosas, etcétera) demandan de la participación y la reflexión de ciudadanos cada vez más hábiles y concientes para manejar la información.
Tal vez en ningún momento de la historia, la sobreviviencia de individuos, instituciones y organizaciones, ha dependido tanto como ahora de su capacidad para saber captar, seleccionar, organizar, evaluar, asimilar e integrar de manera inteligente -crítica, creativa, innovadora- información procedente de una gran diversidad de fuentes y a velocidades de mareo, así como de la capacidad para producir nueva información y distribuirla socialmente con sentido de justicia y equidad.
Aquí, juega un papel destacado tanto el acceso a la información protegida por derechos de autor, como la vasta y creciente oferta de contenidos amparados bajo las licencias Creative Commons.
Creative Commons, una iniciativa de un grupo de abogados visionarios interesados en el campo de las tecnologías, puede interpretarse como un conjunto de contratos entre el creador y el usuario de un bien cultural que, a diferencia de los «derechos reservados» del «copyright», establece solamente «algunos derechos reservados», lo que permite de inmediato a los individuos utilizar, bajo ciertas condiciones, una infinidad de materiales impresos, escritos, audiovisuales e informáticos, para sus propios fines, sin tener que pedir permiso a los autores de dichos materiales.
En las universidades y otros centros educativos, comienzan a proliferar proyectos que se acogen a licencias como Creative Commons, para diseminar contenidos, información y conocimiento.
En nuestra propia casa de estudios debería realizarse un encuentro adonde investigadores, docentes y estudiantes discutan el impacto de Creative Commons como alternativa al «copyright», tanto para la generación como para el acceso a la información y el conocimiento.
Por su parte, la postura que, al respecto de Creative Commons, se tenga en el sector bibliotecario será de la mayor trascendencia para orientar futuros trabajos en ese ámbito.

UNESCO. Dominio público y propiedad intelectual. Sector de la comunicación y de la Información, División de la sociedad de la Información. 2005.

(Audio de este post en formato MP3)



La docencia, la investigación, el rol del docente universitario y la AI

El porcentaje del PIB que se destina a la ciencia en nuestro país es bastante inferior a 1%. De hecho no alcanza ni siquiera 0.5%, todavía. Dado que la investigación científica y la docencia están íntimamente relacionadas, es predecible que la segunda adolezca de la vitalidad y la energía que potencialmente le podría brindar la primera.
El ideal del maestro-investigador, es uno que existe como propósito, a nivel declarativo, pero que enfrenta muchas dificultades organizativas, presupuestales, de voluntades individuales, y hasta de condiciones materiales, para realizarse (para una visión aproximativa de dicho ideal, puede leerse Liderazgo en el aula). En tal sentido, el apoyo a las bibliotecas, el equipamiento de laboratorios, y el estímulo a las redes virtuales de investigación-docencia, debería ocupar un lugar destacado en las agendas de las universidades. El empleo de herramientas de software de código abierto –open source– permitiría darle un impulso importante al uso académico de la información, a la exposición y la discusión colegiada de los problemas que la investigación atiende -o debe atender-, así como a la generación de nueva información y nuevos conocimientos por parte de los universitarios: investigadores, docentes y estudiantes.
En un entorno así, cabría esperar que los docentes asumieran de manera más proactiva el rol que colectivamente se les atribuye, de guías o líderes, promoviendo-guiando las tareas de investigación y auto-aprendizaje de los estudiantes. No se puede enseñar a investigar-aprender, si el propio docente no investiga-aprende. Tal actividad supone altas dosis de modestia, curiosidad intelectual y perseverancia que ni la competitividad, ni el individualismo, ni la carencia de recursos de información facilitan. Ni duda queda de que en un entorno adverso como el descrito, no puede promoverse la innovación (Nieto Caraveo).
Por cierto, y por cuanto hace a la explotación de la parte medular de la infraestructura educativa y de investigación (las bibliotecas), se percibe desde hace tiempo un vacío grave, preocupante, de participación por parte de los docentes universitarios, en lo que se refiere tanto al uso de dichos recuros, como en lo relativo a la planeación, desarrollo y mejora de tal infraestructura.
Recursos que las bibliotecas ponen a disposición de la comunidad académica resultan, al final del día, subexplotados y sus suscripciones canceladas.
La investigación, la docencia y las bibliotecas están unidas por múltiples lazos entre los que destaca el más amplio y general relacionado con el nivel de alfabetización informacional de los individuos. La falta de hábitos lectores y el escaso valor que se le da a la lectura del libro impreso y al uso de la biblioteca está relacionado con la ausencia de declaraciones -y de acciones congruentes con dichas declaraciones- explícitas, referentes a la alfabetización informacional, en los planes y programas de estudio de todos los niveles de la enseñanza.
Mucho hay por hacer para que la universidad participe, de manera plena, en la distribución social del conocimiento, comenzando por analizar y corregir -o mejorar- lo que ocurre en sus aulas, laboratorios y -de manera destacada- en sus bibliotecas.
Aquí, algunos recursos para desatar la reflexión:

  1. ANUIES. Revista de Educación Superior. Indice histórico de la revista.
  2. Canto y Rodríguez, Ramírez Dorante y Paredes Guerrero. Habilidades básicas de comunicación para el profesor-tutor. UADY.
  3. Ciencias Sociales Hoy. Weblog. La I+D en América Latina, una situación lamentable.
  4. Nieto Caraveo, Luz María. El desafío de la innovación educativa en las universidades. UASLP.
  5. AAB. Normas sobre aptitudes para el acceso y uso de la información en la educación superior. ACRL-ALA
  6. Zambrano Guzmán, Meda Lara y Lara García. 2005. Evaluación de profesores universitarios por parte de los alumnos mediante el Cuestionario de Evaluación de Desempeño Docente (CEDED). UDG.

(Audio de este post en formato MP3)



Reaparición del boletín de la DGBUV, «El Referencista»

Se anuncia la aparición del primer número de la segunda época de el boletín informativo «El Referencista», boletín electrónico que dará cuenta de novedades dentro del Sistema Bibliotecario y de asuntos de interés general en el ámbito de la bibliotecología y ciencias de la información.

Puede obtener El Referencista de octubre 2008, en esta liga.

(Audio de este post en formato MP3)