Cecilia Escribano y Eduardo Cañedo
Marco Antonio Rodríguez, responsable del programa
La Universidad Veracruzana (UV), a través del Programa de Alfabetización para Personas Sordas, capacitó a personal de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de las regiones Coatzacoalcos-Minatitlán y Orizaba-Córdoba, para utilizar un programa interactivo que permitirá que personas que no pueden oír aprendan a leer y escribir.
Si bien los materiales fueron diseñados para que los usuarios aprendan por sí mismos, es importante la colaboración de quienes ya cuentan con tales habilidades, según se explica en el sitio web del programa http://sapp.uv.mx/alfabetizacionsordos/ Marco Antonio Rodríguez Revoredo, responsable de este programa que puede ser usado en computadora, laptop, tableta y Smartphone, explicó que durante la capacitación ofrecida a personal de la región Coatzacoalcos-Minatitlán se realizaron ejercicios y se aportaron ideas de mejora.
Además, los participantes se sensibilizaron acerca de la importancia de alfabetizar. La inquietud de emprender este proyecto, relató, nació así: “Un día en un curso de lengua de señas, vi a una madre con su hija con cara de angustia, no podían comunicarse, era frustrante.
Hay muchos esfuerzos para la lengua de señas, pero no los hay para que las personas sordas aprendan a leer y escribir. De ahí surgió la idea de enseñar a leer y escribir a los sordos”. El programa opera a través de una plataforma virtual de uso libre en la cual el alumno con discapacidad auditiva puede realizar ejercicios y juegos interactivos que lo van conduciendo al aprendizaje.
Cuenta, además, con apartados especiales para que padres, familia y tutores conozcan el apoyo que pueden ofrecer al estudiante. Está basado en las tecnologías de la información y de la comunicación, se aprovecha el Internet y pueden ingresar en distintos dispositivos. “Lo esencial es usar las nuevas tecnologías con enfoque didáctico (en las actividades de este programa), siempre se está pensando en los materiales para que sean llamativos, que se les haga grato (a los usuarios) aprender a leer y escribir”.
La plataforma contiene un conjunto de actividades, constituidas por bloques de campos semánticos que giran en torno al vocabulario, por ejemplo: la casa, deportes, animales, etcétera. “Usamos un método analítico por palabras y frases, pues para los sordos una letra no tiene significado. Hay juegos, cuentos, construcciones de oraciones, matemáticas, etcétera. Se trata de cubrir todo el espectro que se incluye en la escuela primaria.” Rodríguez Revoredo agradeció el apoyo de la Universidad en el diseño, edición, video y fotografía.
Enfatizó que la meta es que los sordos puedan integrarse a la comunidad y que esto les permita una calidad de vida que no tienen. “No hay gerentes, arquitectos o ingenieros sordos, no llegan a la Universidad; queremos que tengan una herramienta que los integre a la sociedad, que les dé una oportunidad y calidad de vida sin limitaciones”.
Cabe destacar que en este proyecto participa un equipo multidisciplinario integrado por pedagogos, especialistas en lengua de señas, psicólogos, profesores de educación especial y primaria, especialistas en comunicación social, informática, diseño gráfico, lingüística, así como personas sordas analfabetas y semialfabetizadas.
Capacitación en Orizaba-Córdoba Rodríguez Revoredo también presentó el programa en la región Orizaba-Córdoba, ante personal de la USBI del campus Ixtaczoquitlán, así como del Centro de Entrenamiento y Educación Especial (CEEE) en Orizaba.
Comentó que uno de los problemas que afronta la población sorda del país es la escasa oferta educativa a la que tienen acceso: “A los sordos se les enseña lengua de señas, pero a nivel mundial hace falta que se les enseñe a leer y escribir, pues el mundo de las letras es completamente desconocido para ellos, y es una herramienta muy importante no sólo de comunicación sino para conocer y comprender el mundo.”
De igual forma, enfatizó la necesidad de sumar esfuerzos en pro del programa, máxime que actualmente no existe el suficiente número de profesores especializados para enseñar a estas personas a leer y escribir, “es un tema que no se ha explotado, por lo tanto no tiene éxito”.