Paola Cortés Pérez
La Primera Exposición Fotográfica de Campo, organizada por alumnos de la Facultad de Antropología, abre un espacio para que las diversas licenciaturas de la Unidad de Humanidades dialoguen e intercambien experiencias sobre sus prácticas de campo, aseguró la rectora Sara Ladrón de Guevara y estudiantes que participaron en la inauguración de la muestra.
En el evento, que se llevó a cabo el 3 de septiembre en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de Xalapa, Ladrón de Guevara expresó: «Con esta iniciativa, y partiendo de la larga y rica tradición que caracteriza y signa a la Facultad de Antropología, los estudiantes innovan el espacio, la perspectiva y los alcances de esta disciplina social».
En tanto Stephanie Rivera Villamarín y Amalia Acitlali Vásquez, consejeras alumnas de la Facultad de Antropología, comentaron que con esta muestra buscan difundir el quehacer de la investigación social, que puede resultar ajena para el resto de la comunidad universitaria.
«A los antropólogos contemporáneos se nos ha otorgado el privilegio de explorarnos a nosotros mismos, describimos lo conocido y en varias ocasiones intentamos volverlo exótico», apuntó Amalia Acitlali.
Gladys Casimir, decana de la Facultad, expresó que dichas imágenes son la memoria del trabajo de campo, uno de los acontecimientos más significativos en la preparación del antropólogo: el enfrentarse al otro, a las comunidades, a los tepalcates que son los hombres del pasado, son el quehacer y el hacer, «es a lo que tenemos que darle vida.
«Desde que entré a la Universidad Veracruzana uno de mis grandes propósitos fue hacer crecer esta experiencia formativa. Actualmente todos tienen la oportunidad de incorporarse a proyectos nacionales e internacionales. Es un gran honor tener egresados en prácticamente todos los centros de investigación del INAH.»
En tanto, el académico David López Cardeña consideró importante que el laboratorio y taller de Fotografía y el de Video se impartan de manera obligatoria, dado que la fotografía y la antropología forman una mancuerna, un concubinato, que capta el actuar y el sentir de los humanos o de un humano.
«Definitivamente la fotografía antropológica sí es lo humano. Recuerdo la foto del niño tirado sobre la costa de Siria, es un ataque a la libertad y no es porque haya territorios violentos, sino territorios que se violentan; no hay instituciones violentas, sino que se ven violentadas. Soy UV, soy antropólogo y estoy muy orgulloso de serlo.»
Las fotografías se exhiben en el lobby de la USBI Xalapa, donde permanecerán hasta el 18 de septiembre.