Universidad Veracruzana

Kaniwá

Bibliotecas, Información y Conocimiento



Karl, nuestro Katrina (se necesita agua, alimentos y enseres de higiene personal)

Emerge constantemente información sobre las secuelas del fenómeno meteorológico Karl en tierras del sureste del país. Veracruz, en especial, ha sido afectado de manera severa. Cálculos diversos hablan de medio millón y hasta de un millón de afectados por las intensas lluvias que resultaron equivalentes a la precipitación de cinco años sobre el territorio veracruzano en unas pocas horas.

La población damnificada, que debe ser el interés prioritario de las autoridades, necesita con urgencia, además, el apoyo de toda la población del país. La solidaridad entre los mexicanos es legendaria, como lo han demostrado una y otra vez en el caso de desastres naturales como terremotos e inundaciones.
Sin embargo, nuestros recursos intelectuales, los de la sociedad mexicana toda, también deben moverse para buscar las causas de el grave saldo en pérdidas de vidas humanas y daños materiales, que representan décadas en muchos casos de esfuerzo tesonero, trabajo y cuidado del patrimonio nacional -y veracruzano, en este caso.
Así, tenemos grandes segmentos de infraestructura urbana y rural, afectados. Caminos y puentes. Campos de labranza y tierras ganaderas. Impactos directos a infraestructura educativa -particularmente de interés para los bibliotecarios universitarios, es el caso de la USBI en Boca del Río, Veracruz, en el corazón de las zonas más afectadas. La situación que semanas atrás se había presentado en Tlacotalpan, ahora se replican en uno de los puertos más importantes del país y en una zona densamente poblada.
¿Cómo se llega a estas situaciones de catástrofe, si se toma en cuenta que una formación básica, mínima en geografía, enseña que vivimos en una zona tanto sísmica, como propensa al embate de diversos fenómenos meteorológicos? Sabemos que vivimos en una zona montañosa -volcánica- que sirve de barrera geográfica natural a la humedad del Golfo, en su recorrido hacia el altiplano ¿cómo no prever los efectos de temporales y huracanes sobre los ríos existentes y, de acuerdo a su perfil orográfico, sobre todas las posibles cuencas y vertientes, espacios que por razones absolutamente naturales, físicas, tenderá a ocupar o cruzar durante su escurrimiento, el agua?
Hay que decirlo: Karl, como otros fenómenos meteorólogicos causan un daño que se ve magnificado por la imprevisión, la indolencia y hasta la perversidad humana. O ¿cómo se explica la proliferación de asentamientos humanos en zonas que evidentemente tarde o temprano recibirán los efectos directos del cambio climático? ¿No tenemos meteorólogos, geógrafos, geofísicos, topógrafos, ingenieros que puedan interpretar los signos del terreno, que sepan anticiparse a los fenómenos más comúnes de la madre naturaleza? ¿Quiénes se benefician con el trasiego de materiales de construcción para la improvisación de «viviendas» en terrenos en riesgo, de manera irregular? ¿A qué fines políticos y conveniencias económicas, sirven los enormes aún recursos que dispone el Congreso para la atención de poblaciones en situación de desastre, el famoso FONDEN? ¿Qué porcentaje de la población damnificada podría asegurar que de tales millonarios recursos no reciben nada en ayuda, pero absolutamente nada? Seguramente las respuestas a estas interrogantes moverían a sorpresa e indignación.
No terminaba todavía el gobierno federal de celebrar lo mucho que, efectivamente, se ha avanzado gracias a movimientos sociales como la guerra por la Independencia de la corona española, y la guerra revolucionaria, que buscó dar tierra y libertad a los peones acasillados de la hacienda porfirista, cuando este revés de la naturaleza vuelve a poner a flote la imprevisión, la incapacidad y la ineficiencia que, aunadas a una dosis escandalosa de corrupción, arrodillan al país frente a una tormenta.
Se dice entonces que ha sido el fenómeno más devastador en 70 años. Los mismos 70 años que llevan los descendientes directos de los revolucionarios de 1910, esperando que se establezca un orden justo y verdadero en nuestras convulsionadas tierras.
Mucho se ha avanzado, pero cuando se miran los indicadores de todo tipo, México aparece al final de las listas en todo aquello que es crucial y fundamental para construir nuestro futuro: educación, ciencia y tecnología, salud, oportunidades laborales, culturales, alimentación y vivienda.
Números rojos parpadean en todos los cuadros de mando del país. Que alguien señale el aspecto de la vida nacional en que hay, de verdad, buenas noticias. ¡Estabilidad macroeconómica, dicen algunos, pero no los que sobreviven con un salario mínimo destrozado por las incesantes alzas a los precios de las gasolinas, servicios y productos de primera necesidad!
Descrédito internacional por la masacre de inmigrantes en Tamaulipas. Descrédito interno por una celebración del Bicentenario de la Independencia que exigiría, al menos, que el secretario de Educación riendiera cuentas de la forma en que se utilizó dinero que hacía más falta en la rehabilitación y construcción de escuelas, bibliotecas, equipamiento educativo, recursos que se quemaron en un festejo que no ha dejado ningún buen sabor de boca. ¿Qué celebramos: que descendemos cada año en los resultados de la prueba PISA, de aprovechamiento académico de los jóvenes, los más de 7 millones de ninis que son parte de nuestro «bono demográfico» y una oportunidad dorada -aunque condenada, por lo visto, a servir de paja para mantener encendida la llama de la «guerra contra el narcotráfico»- para sacar adelante al país? ¿celebramos los casi 30 mil muertos de manera totalmente irregular, extralegal, en el contexto de dicha guerra, o que seis de cada diez ayuntamientos estén de hecho, bajo el control de delincuentes? ¿o que ha prevalecido la impunidad en el caso de los 49 bebés que murieron calcinados en una guardería en Hermosillo, Sonora, cuyos dueños están relacionados directamente con la familia del presidente?
Y en nuestro propio Estado -Veracruz- ¿celebramos que estamos en los últimos lugares del Indice de Desarrollo Humano, a pesar de nuestras incontables riquezas y enorme potencial humano? ¿Que la migración de campesinos ha convertido gradualmente al agro veracruzano en un páramo? ¿Que puede correr dinero a raudales a las campañas electorales, mientra la infraestructura educativa se viene abajo, junto con carreteras y puentes, y mientras los pensionados ven esfumarse sus escasos medios de sobrevivencia?
Por eso, los recursos intelectuales de esta sociedad deben moverse en busca de las causas de estos desastres acumulados. Si las causas perduran, seguiremos padeciendo los mismos efectos. Si no se hace así y si no lo hacemos los habitantes de estas tierras ¿quiénes van a ponerse a pensar por nosotros?
Imagen tomada de El Economista.



La información y el conocimiento para una vida democrática está en las bibliotecas

Desde la decáda de los 60, en plena erupción de las luchas por los derechos civiles en los Estados Unidos, algunos bibliotecarios estadounidenses enfatizaban ya el importante papel educativo, concientizador y de cambio social de las bibliotecas -en particular, el de las bibliotecas públicas-.
En nuestro país, tradicionalmente, las bibliotecas públicas han actuado como complemento o reemplazo de las diminutas -cuando existen- bibliotecas escolares y por ello, un segmento importante de la población tiene la idea de que las bibliotecas públicas sirven principalmente para que los estudiantes puedan ir a hacer sus tareas. Pero poco más que eso.
No obstante, las bibliotecas públicas -y las escolares, académicas- constituyen un bien social, un bien público, y por lo tanto un bien de interés público, que tiene por finalidad el garantizar el acceso, de todos los ciudadanos, a todo el conocimiento humano; en última instanca, así debería ser.
En realidad, la pobreza de la inversión pública en el ámbito de las bibliotecas públicas y de otros tipos, en nuestro país es un síntoma, o bien de la desinformación y, por lo tanto, de la insensibilidad de quienes toman las decisiones que afectan a este sector, olvidando o haciendo a un lado la obligación de un Estado verdaderamente democrático, de proveer a los ciudadanos información en cantidad y calidad suficiente, para que éstos a su vez puedan actuar como ciudadanos informados y responsables que mantengan vivos los rasgos de la democracia; o bien, aquello es evidencia del rechazo a que grupos crecientes de ciudadanos, informados y responsables, críticos y concientes gracias al acceso a la información y el conocimiento depositado en las bibliotecas, utilicen esos instrumentos de la razón y el intelecto, de la cultura, de la historia y de la ciencia, para diseñar alternativas, organizar y organizarse en acciones de largo aliento, con objetivos y metas claros, para transformar -de acuerdo a sus necesidades e intereses- las estructuras políticas, culturales y económicas existentes.
A la riqueza muchas veceses desestimada de las colecciones impresas de algunas bibliotecas públicas, académicas y escolares debe sumarse la inmensa oferta de información y conocimientos, muchos de ellos de acceso libre y gratuito, y que están depositados en la red mundial de Internet.
Han emergido en las dos últimas decádas nuevas posibilidades para la lectura y para la interacción con los conocimientos, que se suman a la oferta de servicios tradicionales de las bibliotecas, que complementan y refuerzan dichos servicios con modalidades virtuales o electrónicas.

Por lo anterior, y por que las bibliotecas son espacios ideales para realizar una extensa oferta de acceso a la tecnología de la información, se refuerza el papel de éstas en la transformación de nuestra sociedad.
Los bibliotecarios no podemos obviar, ni ser indiferentes a los ofensivos contrastes socioeconómicos, la insuficiencia de oportunidades reales para los productores, los manufactureros y los comerciantes del país, ya no digamos oportunidades para competir, sino tan sólo para participar activamente en los mercados internos y externos, ni podemos se ajenos al escaso o nulo acceso de la juventud a una oferta consistente, permanente y variada, de opciones para acceder a la cultura, la salud, la educación y un empleo digno; la acción de los bibliotecarios es indispensable para procurarnos una sociedad más igualitaria y justa, una adonde los individuos adopten concientemente una forma de vida basada en los valores de la democracia, la fraternidad, la sustentabilidad.
No se trata solamente de cubrir los requisitos formales de una democracia representativa -un modelo que cada día parece más insuficiente-, brindando información a los potenciales electores, sino de que los espacios bibliotecarios contribuyan a la búsqueda de una democracia participativa, en la que vida política y la vida privada de los individuos no sean más como compartimentos ajenos o estancos, sino adonde cada ciudadano asuma esa responsabilidad y esa congruencia que debe existir entre la vida privada y la pública en un sistema de vida democrático, como la que señalaba Pericles en su Discurso Fúnebre, pues «[…] no es posible que tomen decisiones equitativas y justas, quienes no exponen a sus hijos a que corran peligro como los demás».
Los 7 y medio millones de ninis -como ya se conoce a los jóvenes que ni estudian, ni trabajan- que hay en el país -como acusa el rector Narro, de la UNAM- son el fruto de las decisiones  de sus padres, tomadas en los últimos 30 o 40 años.
De haber actuado en lo político y decidido en lo electoral de un modo distinto, todo ese potencial, hoy, estaría rindiéndole al país un lugar destacado en el ámbito internacional, viviríamos una de las etapas más dinámicas de nuestra historia: veríamos un florecimiento del genio y la cultura, de la ciencia, el arte y la tecnología, etc., pero no es así.
El destino a mediano y largo plazo de este número gigantesco de jóvenes es incierto, a falta de políticas públicas que, como en el caso de Colombia, orienten el esfuerzo social, entre otras medidas en el ámbito socioeconómico, educativo y cultural, a la creación de numeros espacios bibliotecarios, sumamente atractivos y bien equipados, en áreas cercanas a la población pobre, en la periferia de las ciudades -aún en regiones conflictivas-  para brindar, en primer lugar, la oportunidad de que cada ciudadano se haga de una educación informal, audodidacta, de una formación basada en sus inquietudes e intereses, entre la lectura de libros y de la información disponible en las redes de datos, el diálogo y el intercambio, con la asesoría de bibliotecarios capacitados y con un alto espíritu de servicio y compromiso social, para avanzar en la construcción de una nueva ciudadanía, más informada y creativa, participativa, responsable y dispuesta a hacer frente al rezago económico y la injusticia social, no por la vía de las drogas, las armas y el delito, sino por la vía del trabajo conjunto, la creatividad y la participación en la vida política.
La realidad del país nos plantea un grave dilema: condenamos a 7 y medio millones de jóvenes a la demencia del mercado de las drogas y las armas, los abandonamos para que los absorban en sus filas los enemigos de México, o abrimos espacios bibliotecarios a lo largo y ancho del país adonde esos millones de jóvenes puedan acudir a aprender cosas nuevas, a nutrir su inteligencia con la cultura universal; o los involucramos en un gran proyecto de reactivación nacional basada en la educación para adultos, el fomento a la lectura y el uso inteligente de las nuevas tecnologías, o simplemente esperamos a que sigan cayendo sin vida, como frutos cosechados a destiempo, derramada su sangre inútilmente sobre los aparentemente interminables campos de la muerte.
(Imagen: Wikimedia Commons. Discurso fúnebre de Pericles).

 

Revelan imágenes primordiales del Universo


El eco -en el rango de las microondas- de la gran explosión, el Big Bang, que los cosmólogos señalan es el origen de nuestro universo, aún es perceptible en la radiación de fondo del espacio. La imagen que acompaña a este comentario, de la Agencia Espacial Europea, nos revela cómo estaba distribuida la energía de esa gran explosión apenas 380 mil años después de aquel estallido. La imagen es elocuente de por sí, y gracias a la información que recaba y recabará aún la sonda Planck, responsable de esta imagen, los cosmólogos podrán describir con mayor detalle los pormenores de ese evento primordial.
Recientemente, un grupo de investigadores creó la primera célula cuyo genoma ha sido sintetizado de manera artificial. Así, mientras se escruta el fondo del universo en busca del origen de la totalidad, el hombre manipula los ladrillos básicos de la vida misma.
¿A qué, entonces, esa compulsión autodestructora que parece regir la conducta de pueblos y gobiernos? ¿No pueden los hombres detenerse un instante a reflexionar en las consecuencias de estos nuevos conocimientos?
El accidente de British Petroleum en el Golfo de México ¿no es prueba suficiente -y de consecuencias imprevisibles- de que la ciencia y la técnica que obedecen al mero interés económico acarrean más males a la humanidad, que bien?
(Dar click en la imagen, o en la siguiente liga, para ver una versión de mayor tamaño).



John Kesler advierte del metano liberado con el derrame

El oceanógrafo John Kesler advierte de las consecuencias letales para la vida que puede tener la liberación de las más altas concentraciones de gas metano jamás vistas en pozo o derrame alguno.
Hasta un 40% de contenido de metano, tiene el petróleo que se vierte desde el pozo submarino Deepwater Horizon, de British Petroleum, al Golfo de México. El metano es un gas tóxico capaz de crear zonas muertas en vastas regiones del Golfo, adonde ninguna especie podría sobrevivir por la ausencia de oxígeno.



Migrar o morir: el dilema de los jornaleros agrícolas de la Montaña de Guerrero

En la obra «Migrar o morir: el dilema de los jornaleros agrícolas de la Montaña de Guerrero«, publicada por Tlachinollan, Centro de Derechos Humanos de la Montaña, se presenta en todo caso y se analiza la difícil situación que viven los trabajadores del campo -jornaleros- en el estado de Guerrero, y los vericuetos y peligros asociados a la emigración a estados fronterizos, o inclusive más allá de la frontera con Estados Unidos, en busca de medios de subsistencia.
Se presenta información detallada sobre algunos casos en que la desolación es el paisaje interminable en que se desarrollan las vidas de mexicanas y mexicanos, para los cuales los programas paternalistas, asistencialistas y clientelares de las instituciones de gobierno, representan más que una solución a sus problemas, un aldabonazo más que perpetúa su situación de exclusión, pobreza e injusticia.
La lectura de este libro invita a reflexionar sobre las inmensas posibilidades de desarrollo económico sustentable que se desperdician no sólo en Guerrero, sino en la gran mayoría de las zonas rurales, campesinas e indígenas del país, por la ausencia de una política económica clara en el renglón de lucha contra la pobreza, el aprovechamiento inteligente de los recursos agrícolas, pesqueros, marítimos y forestales con que contamos, y el aprovechamiento y desarrollo de las capacidades humanas, a partir del reconocimiento de la identidad cultural y diversidad de prácticas de los pueblos originales, a través del desarrollo de una etnociencia fuerte, que rescate saberes y haceres tradicionales y los refuerce, potencie y amplíe con el conocimiento científico y tecnológico más avanzado disponible en el momento. La obra hace pensar en el caso de Veracruz, que se encuentra entre los estados con altas tasas de migración, especialmente a los Estados Unidos y a la zona fronteriza. El libro data de 2005 y han transcurrido cinco años sin que pierda su vigencia.



British Petroleum y el legado del capitalismo energético: lluvia tóxica

¿Es previsible que en los meses y años próximos conozcamos un fenómeno que podría calificarse como lluvia tóxica? Todo mundo ha escuchado hablar del Ciclo Hidrológico. El ciclo hidrológico es el proceso por el cual el agua de los océanos se evapora, traslada, condensa, precipita y escurre sobre las superficies de los continentes, hasta las costas para dar inicio a un nuevo ciclo. El ciclo hidrológico permite explicar fenómenos como la formación de ríos, mantos de agua subterráneos y toda la variedad de fenómenos como la formación de nubes, la lluvia, la nieve y el granizo.
A raíz del accidente de la plataforma perforadora de British Petroleum, en el Golfo de México, la entrada de agentes tóxicos y contaminantes al ciclo hidrológico en su totalidad, es una posibilidad. De hecho, recientemente, científicos rusos alertaron sobre esta secuela del derrame de millones de barriles de petróleo en una extensa zona del Golfo de México, en lo que algunos consideran es la peor catástrofe ecológica de la historia.  Peor que el efecto de la explotación petrolera de Texaco en el Amazonas, peor que Chernobyl.
A este respecto, poblaciones de indios de Amazonas acusan y han demandado a Texaco desde hace varios años, por los graves daños ocasionados a la selva y a la vida de sus comunidades como resultado de la explotación petrolera que la empresa llevó a cabo en el Amazonas ecuatoriano.
En la nota referida, se indica que el uso de un dispersante del petróleo -Corexit- puede tener efectos aún más tóxicos que el petroleo mismo.
Siendo Veracruz un estado costero, con una población cercana a los 7 millones de habitantes ¿qué vamos a hacer, cómo vamos a enfrentar, asumir y revertir los efectos perniciosos potenciales en la agricultura, el consumo del agua y la salud de la población en general, si la lluvia tóxica se vuelve un fenómeno recurrente?



Primer concurso nacional de periodismo y divulgación científica

El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), la Fundación Manuel Buendía, la Sociedad Mexicana para la Divulgación de la Ciencia y la Técnica, A. C. (SOMEDICyT), el Foro Consultivo Científico y Tecnológico, la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y Coca Cola México, convoca a participar en el Primer Concurso Nacional de Periodismo y Divulgación Científica, la Ciencia Mexicana. La convocatoria para presentar trabajos publicados entre el 1o. de enero de 2009 y el 30 de julio de 2010 en los géneros de noticia, reportaje, artículo y entrevista, está abierta del 17 de mayo de 2010, hasta el 30 de julio de 2010, en punto de las 18:00 horas.  Si eres divulgador, periodista o estudiante, y tienes la convicción de que la divulgación científica es una actividad fundamental para el desarrollo nacional, participa.



El costo de la ignorancia

«No invertir en ciencia es lo que llamo el costo de la ignorancia. La ignorancia es mucho más costosa que el conocimiento. Entiendo que por ignorancia en este país no somos capaces de producir muchos bienes de capital, por esto tenemos que importar la mayoría de los aparatos electrónicos, los materiales de curación y medicamentos, maquinaria, textiles, etcétera. Lo hacemos porque no sabemos cómo fabricarlos. Estamos pagando al extranjero la importación de bienes de capital y las regalías por el uso del conocimiento. Por ignorancia, vendemos nuestras riquezas naturales en crudo, como el petróleo, los minerales, la madera, los productos del mar, etcétera. Prácticamente los regalamos, porque no tenemos en México la tecnología para transformarlos. Ese es el costo de la ignorancia, también lo vemos en muchos aspectos de la cultura, por ejemplo, en la importación de música, libros, filmes, objetos de arte, etc., porque no los podemos crear aquí. México paga, por ignorancia, un costo enorme y, sin duda, de continuar así hipotecaremos nuestro futuro. Este es un ejemplo dramático, pero el mejor dinero que podemos invertir en nuestro país es [el que invertimos] en la educación, formar personas bien preparadas y educadas que puedan ayudar al país. A veces, me asusta ver la enorme cantidad de nuevos mexicanos que están condenados a no tener una buena educación, o a no tener ni siquiera educación. Me preocupa que ésto se vaya a traducir en el futuro en un problema enorme para este país. ¿Cómo vamos a hacer que estas personas reciban muy buena educación?». Antonio Gómez Nashiki. La ciencia, base de la riqueza. Educación 2001. Revista mexicana de educación.



La primera célular artificial ha sido creada por una computadora

¿Será ésta la pesadilla de Darwin*, o ésta otra? En un documento publicado hoy en la revista Science, el Instituto J. Craig Venter y Synthetic Genomics, Inc anunciaron la creación en laboratorio del primer organismo autoreplicante cuyo genoma completo fue construido desde cero por una máquina.
* Advertencia: El contenido del documental La pesadilla de Darwin puede resultar perturbador para algunos espectadores. Se recomienda discreción.