Universidad Veracruzana

Kaniwá

Bibliotecas, Información y Conocimiento



Conclusiones del Encuentro Nacional por la Diversidad y la Calidad en los Medios de Comunicación

A continuación, la síntesis de las conclusiones del Encuentro, convocado por la Asociación Mexicana de Derecho a la Información (Amedi) y celebrado los días 5 y 6 de abril pasado:

1.- Reforma legislativa. La reforma legal para los medios de comunicación es de la mayor urgencia. El viernes 8 de abril se cumplió un año de la presentación, de manera simultánea en las cámaras de Diputados y Senadores, de la Iniciativa de Ley Federal de Telecomunicaciones y Contenidos Audiovisuales que fue promovida por varios partidos políticos y en cuya elaboración participaron miembros de la Amedi.
 
Esa iniciativa establece limitaciones al acaparamiento de medios de comunicación, instituye un organismo con atribuciones para regular los mercados y actores de las telecomunicaciones y la radiodifusión, reivindica derechos de usuarios y audiencias de los medios y garantiza el funcionamiento de los medios públicos.
 
Allí se precisan reglas para la interconexión entre empresas de telecomunicaciones y se asegura la plena convergencia tecnológica, así como sanciones más severas para quienes no cumplan con la ley y la regulación. La pluralidad en la radio y la televisión sería promovida con la licitación de más frecuencias y con espacios garantizados para la producción independiente. Además, se reconoce que la radiodifusión y las telecomunicaciones constituyen un servicio público que debe ser garantizado por el Estado. La publicidad engañosa o los contenidos no aptos para los niños también encuentran regulación en esta iniciativa. Habría que incluir otras propuestas adicionales como la creación de Fondos de Cobertura Social para servicios de telecomunicaciones en zonas rurales y desprotegidas.
 
Esa iniciativa constituye el proyecto más detallado que haya sido elaborado para normar las telecomunicaciones y la radiodifusión. El aplazamiento en su dictaminación y análisis, incluso por parte de muchos de los diputados y senadores que suscribieron su presentación, resulta inaceptable. Únicamente el desinterés del Congreso de la Unión por estos temas y el cabildeo de las corporaciones mediáticas que no quieren una legislación que acabaría con el funcionamiento monocorde que ha caracterizado la comunicación en México, explican el abandono de esa y otras propuestas de reforma legal para los medios.
 
2.- Política de Estado. Es necesaria una política de Estado incluyente, transversal y suficientemente debatida entre todos los actores de la comunicación (gobierno, legisladores, empresas, operadores y sociedad) que rija el destino de la radiodifusión, las telecomunicaciones y, en general, el desarrollo de la Sociedad de la Información y el Conocimiento en México. Es prioritario que los partidos y candidatos que aspiren a contender en la elección de 2012 incluyan entre sus plataformas programáticas y propuestas de campaña, políticas y acciones concretas para democratizar el actual sistema de medios. Cada vez es más ilegítimo que, por no molestar o por congraciarse con los concesionarios de la radio, la televisión y las telecomunicaciones, los candidatos demoren o impidan reformas al régimen legal, fomenten o avalen contrarreformas, u omitan políticas de Estado necesarias y urgentes para el desarrollo del país.
 
3.- Licitar más cadenas de televisión. Existen todas las condiciones técnicas para que sean puestas a licitación las frecuencias que integrarían, por lo menos, dos nuevas cadenas nacionales de televisión. La inhibición del gobierno en ese asunto sólo se debe a la subordinación a Televisa y Televisión Azteca que abominan cualquier competencia en un mercado que han monopolizado indebidamente.
 
4.- Nuevas opciones en televisión digital. La televisión digital debe servir, antes que nada, para que haya más frecuencias disponibles y, de esa manera, opciones distintas a las que hasta ahora han tenido los televidentes de todo el país. Deben destrabarse los obstáculos legales y administrativos para el desarrollo de esa televisión. Las frecuencias que sean utilizables a partir del cambio digital deben ser para nuevos operadores, incluyendo instituciones culturales y grupos sociales interesados en incursionar en ese medio. Sería inadmisible que, con la mudanza digital, las televisoras que hoy en día acaparan las frecuencias comerciales tuvieran más canales.
 
5.- Certidumbre para los medios públicos. Los medios no comerciales tienen que ser entendidos como espacios de pluralidad, libertad, con independencia respecto de las instituciones oficiales y ser promotores de la democracia y la construcción de ciudadanía. Deben ser auténticos medios públicos y no espacios propagandísticos, para que cumplan a cabalidad con su función social. México requiere de un sistema nacional de televisión pública, que podría partir de la infraestructura de la cual dispone actualmente el Canal Once pero manejado con autonomía y con formas de retroalimentación con la sociedad.
 
Para que los medios públicos cumplan nacional, regional y localmente las tareas que pueden desarrollar en beneficio de la calidad y la diversidad, es imprescindible que cuenten con pleno, suficiente y permanente respaldo financiero, pero sin necesidad de comercializar espacios con fines publicitarios. El patrocinio es una opción válida que debe definirse de manera clara en la legislación para que no se confunda con la publicidad. Por lo tanto, es prioritario legislar en materia de medios públicos para garantizar su certidumbre jurídica.
 
6.- Señales abiertas para canales del Congreso y Judicial. Espacios de discusión y deliberación como los canales del Congreso y Judicial, así como opciones de televisión universitaria como TV UNAM, debieran tener una difusión abierta y nacional, para que los televidentes no tengan que pagar por recibir esas señales. Se trata de medios donde se debaten los grandes temas de interés nacional que afectan a todos los mexicanos, o bien de espacios universitarios donde se dan a conocer nuevos conocimientos o investigación científica que podría servir para solucionar los muchos y grandes rezagos que enfrenta el país. Sólo un Congreso reacio a atender las demandas ciudadanas puede darse el lujo de que los canales del Congreso y Judicial no sean conocidos por toda la población.
 
7.- Tarifas bajas y obligaciones para operadores. La interconexión entre las empresas de telefonía tiene que lograr la mejoría, no el encarecimiento de tales servicios. La autoridad está obligada a garantizar tarifas bajas en beneficio de los consumidores, las cuales redundarán en una mayor penetración y cobertura de estos servicios. También es necesario que a las telecomunicaciones no sólo se les vea como negocio, sino como una nueva oportunidad para abatir brechas sociales en temas prioritarios como educación, salud, seguridad y gobernanza. Para ello es necesario que la autoridad establezca y verifique obligaciones de inversión y cobertura, a fin de que las nuevas tecnologías y sus ventajas lleguen a la mayoría de los habitantes, sobre todo los más desprotegidos.
 
8.- Convergencia plena. Resulta absurdo que las empresas interesadas y con capacidad para ofrecer televisión de paga no puedan hacerlo debido al amago de quienes controlan ese mercado. Todos los sistemas de televisión codificada deben estar autorizados a difundir las señales de la televisión abierta; más aún, esa debe ser una obligación de los proveedores de televisión por cable, satélite o cualquier otra modalidad no abierta. En todos los sistemas de televisión de paga deben existir canales destinados a la difusión de contenidos audiovisuales creados por productores independientes.
 
9.- Internet abierto, libre, rápido y barato. Los mexicanos tenemos derecho, en las mejores condiciones técnicas, a producir, recibir y distribuir contenidos digitales de toda índole. Ninguna política o legislación debe coartar el legítimo derecho de los usuarios de consumir productos culturales. El Estado tiene la obligación de garantizar auténticas conexiones de Internet de banda ancha a costos accesibles, a diferencia de las parsimoniosas velocidades por las cuales tenemos que pagar algunas de las tarifas de conexión a Internet más caras en el escenario internacional.
 
10.- Una agenda digital. Concebir, diseñar, discutir y poner en práctica una agenda digital para conducir a México hacia la Sociedad de la Información. El acceso a Internet de banda ancha y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación debieran traducirse en mejores condiciones de vida para los ciudadanos, por cuanto estas tecnologías contribuyen a mejorar servicios públicos de salud, educación, seguridad y gobierno, además de proteger el medio ambiente.
 
11.- Prohibir los “productos milagro”. Las televisoras se han convertido en vehículos de engaños cotidianos que ahora, incluso, lesionan la salud de los mexicanos. La publicidad de los llamados “productos milagro” contraviene las leyes en materia de salud y medios electrónicos. Exigimos que, de inmediato, las autoridades cumplan la obligación de sancionar tanto a los laboratorios como a las empresas televisoras que difunden esos productos.
 
12.- Transparencia y claridad en el gasto de comunicación social. Los medios privados más poderosos se benefician de enormes y constantes transferencias de recursos fiscales porque los gobiernos federal y estatales, así como numerosas instituciones públicas, saturan de propaganda las frecuencias y atiborran de dinero público las finanzas de tales empresas al contratar espacios cada vez más amplios en la televisión y, en menor medida, en la radio, la prensa y ahora los medios digitales.
 
El gasto publicitario de esos gobiernos debe regirse bajo una política de comunicación social, ser transparente y ser conocido en una base de datos pública y actualizada que contenga contratos, montos y tiempos de transmisión. Proponemos que por cada peso que se gaste en la contratación de propaganda en televisión y radio comerciales, se destine un monto idéntico a un fondo para la producción audiovisual independiente y para el fomento a la comunicación comunitaria y ciudadana.
 
13.- Programa de ayudas para publicaciones. Los medios impresos también deben transparentar su tiraje, venta y cobertura y no basarse en cifras ficticias para conseguir publicidad oficial. En tiempos de consumos digitales y de caídas en los índices de suscriptores y lectores, un programa y la regulación de estímulos a la prensa pueden ayudar a erradicar la discrecionalidad en el otorgamiento de pautas publicitarias, asegurar la independencia editorial de las publicaciones y garantizar la pluralidad y diversidad de puntos de vista.
 
14.- Reglamentar la propaganda gubernamental. Urge regular el artículo 134 constitucional en materia de propaganda y comunicación social para evitar más simulación y sometimiento a los medios electrónicos. Es necesario prohibir la publicidad encubierta, integrada y las gacetillas, que sólo buscan engañar o confundir a las audiencias, sobre todo en procesos electorales. Esto es indispensable para propiciar una relación más transparente y menos onerosa entre políticos, medios y ciudadanía.
 
15.- Menos spots y más debate electoral. Hacer valer la legislación electoral es una prioridad de la autoridad, los partidos, los candidatos, los medios de comunicación y los ciudadanos. También debe elevarse el nivel de debate y de discusión de los asuntos públicos, sobre todo en contiendas electorales. El actual modelo de comunicación política basado en spots de 30 segundos sólo esquematiza los problemas y no contribuye a la deliberación pública. De cara a los futuros procesos electorales, resulta necesario poner en práctica formatos distintos de comunicación política que permitan el intercambio y la discusión de propuestas.
 
16.- Homologar la Ley Federal de Radio y Televisión en materia electoral. Para reflejar la pluralidad y las contradicciones inherentes de la sociedad mexicana durante la disputa político-electoral, así como para garantizar la equidad en la contienda, prevenir y castigar incumplimientos de los medios electrónicos en materia electoral, es indispensable reformar la Ley Federal de Radio y Televisión y homologarla con las disposiciones que en materia de comunicación política dispuso la reforma electoral de 2007-2008, así como los diversos ordenamientos y reglamentos que para tal efecto emita la autoridad electoral.
 
17.- Monitoreos oficiales y ciudadanos de contiendas y cobertura electoral. Cada vez es más necesario que la autoridad electoral, los observatorios ciudadanos y las organizaciones de la sociedad civil realicen monitoreos cualitativos y cuantitativos objetivos e imparciales, muestrales y censales del uso de los tiempos oficiales a los que tienen derecho los partidos, las nuevas formas de comunicación política tanto en medios tradicionales como digitales, así como de la cobertura informativa que realizan los medios de las contiendas electorales.
 
18.- Propiciar la participación en elecciones. En todo momento la propaganda electoral en medios electrónicos debe ser administrada y contratada por el Instituto Federal Electoral. Internet debe seguir siendo un espacio libre donde políticos y ciudadanos encuentren un espacio de difusión e interacción. Tomar en cuenta a los jóvenes y dirigir mensajes para ellos, que motiven su participación e involucramiento en los asuntos públicos, es tarea tanto de autoridades electorales como de partidos y candidatos.
 
19.- Derecho de réplica. La reglamentación del derecho de réplica es una de las demandas que más consenso generan. Contenido en la Ley de Imprenta, en el Reglamento de la Ley Federal de Radio y Televisión y en la reforma electoral de 2007-2008, el derecho de réplica permitirá crear un mecanismo para que los ciudadanos que se sientan agraviados por información falsa o inexacta soliciten a los medios la debida rectificación.
 
El derecho de réplica no propicia censura sino que favorece un ejercicio informativo más preciso, serio, responsable y apegado a la realidad. El de réplica es un derecho consagrado en convenciones internacionales que no sólo beneficia a las figuras públicas sino a cualquier individuo, por lo que su reglamentación resulta urgente. Además, es un compromiso aún pendiente que asumieron los partidos al aprobar la reforma electoral de 2007-2008.
 
20.- Garantizar derechos de las audiencias. La creación de códigos de ética, defensores de audiencia y otros mecanismos autorregulatorios, debiera ser una exigencia básica de cualquier medio de comunicación comercial o público. Los derechos de las audiencias, pero también las nuevas posibilidades tecnológicas y el aminoramiento de las relaciones jerárquicas en la sociedad, hacen que los consumidores y usuarios sean cada vez más críticos, exigentes y demandantes. Si realmente los medios ofrecen lo que el público pide, podrían empezar por conceder espacios y mecanismos para que las personas emitan sus comentarios, quejas o requerimientos.
 
21.- Educar para los medios. Es necesario impulsar el desarrollo de estrategias educativas, con especial atención en la niñez y la adolescencia, para la lectura de contenidos mediáticos con criterios que contribuyan a una sociedad basada en la igualdad. Entre esos criterios es imprescindible la perspectiva de género. La academia y los espacios educativos deben contribuir para crear conciencia y fomentar un consumo crítico de los medios de comunicación, a través de materias y programas educativos que conduzcan a esa formación cívica.
 
22.- Monitorear y observar a los medios. Impulsar cada vez más observatorios de medios que vigilen los contenidos mediáticos y den a conocer sus resultados con base en datos cuantitativos y cualitativos sobre el quehacer y la actuación de los medios de comunicación frente a temas como género, niñez, discriminación, salud, violencia, derechos humanos, diversidad cultural y participación ciudadana.
 
23.- Erradicar formas de violencia y discriminación. Los medios tienen responsabilidades públicas que pocas veces cumplen a cabalidad. Es indispensable que promuevan contenidos que reivindiquen los derechos de las mujeres y las niñas y que se erradiquen las representaciones sexistas, homofóbicas, clasistas, racistas y discriminatorias que abundan en esos espacios de comunicación.
 
24.- Equidad de género en los medios. Eliminar el llamado techo de cristal, hacer valer el derecho a comunicar de las mujeres y garantizar la equidad de género en el acceso a puestos de dirección en los medios de comunicación, permitiría erradicar prejuicios, representaciones machistas, formas de violencia y prácticas sexistas.
 
25.- Regular anuncios de prostitución en publicaciones. Reglamentar en las publicaciones periódicas y en la radio y televisión los anuncios que podrían alentar la prostitución (o sexo servicio) y la trata de personas. La idea es que los medios de comunicación no denigren, no discriminen, no humillen por ninguna causa y sí respeten la condición humana de las personas.
 
26.- Proteger la salud infantil. Prohibir de manera clara y sin que se preste a interpretaciones la publicidad de comida “chatarra” en horarios infantiles en la televisión y la radio y sancionar a las empresas que la promuevan en Internet.
 
27.- Escrupulosidad en la cobertura informativa. Los medios de comunicación no son ajenos a las circunstancias de violencia y delito que devastan la sociedad mexicana. Tienen que hacer un esfuerzo para no fungir como voceros de la delincuencia y para manejar con toda escrupulosidad las informaciones sobre esos temas. Los códigos de comportamiento editorial que se propongan orientar el desempeño de los informadores y de los medios al cubrir asuntos relacionados con la violencia sólo tendrán eficacia si los periodistas, desde sus redacciones, los hacen suyos. Nos parece condenable el lucro político y propagandístico de Televisa, Televisión Azteca y otros medios con este asunto.
 
28.- Salvaguardar el trabajo periodístico. La protección de los periodistas, especialmente de los reporteros que cubren informaciones delicadas, tiene que ser prioridad de la sociedad mexicana. Las empresas de comunicación están obligadas a pagar salarios dignos (sin distinción de género), financiar seguros de gastos médicos y de vida, brindar capacitación y emprender todos los esfuerzos posibles para respaldar a los periodistas en toda circunstancia, especialmente cuando se encuentran en situaciones de riesgo.
 
29.- Periodismo ético, serio y profesional. Asimismo, es necesario que los periodistas dignifiquen su profesión y practiquen un periodismo más apegado a los hechos y menos a la estridencia de las descalificaciones, el sensacionalismo o la espectacularización de la noticia. Independientemente de la plataforma a través de la cual se dé a conocer la información, la búsqueda de lo novedoso, el rigor, la precisión al informar, la indagación, el contexto que ubique el acontecimiento y los más elementales parámetros éticos, siguen siendo características definitorias de un periodismo serio y profesional.
 
30.- Investigar y castigar agresiones. El Estado tiene la obligación de crear condiciones para que los informadores desarrollen sus labores sin riesgos y de investigar y castigar las agresiones a los periodistas. El Estado mexicano, comenzando por el gobierno federal pero también las entidades de la República , han incumplido esas responsabilidades.
 
31.- Reconocer y no criminalizar emisoras comunitarias. Un cimiento ineludible de la pluralidad que necesitamos se encuentra en la radiodifusión comunitaria. Lejos de garantizarla como mandata la Constitución , el poder político persigue e incluso sanciona penalmente a algunos de sus promotores. La comunicación comunitaria requiere de normas que reconozcan sus circunstancias específicas. La sociedad puede beneficiarse con la existencia de un vigoroso movimiento de radiodifusoras y otros medios de carácter comunitario, que solidifiquen la realidad multicultural de la nación. Es necesario que estos medios de auténtico servicio comunitario sean reconocidos legalmente, se suspendan de inmediato su persecución y criminalización y se garanticen condiciones para su autofinanciamiento.
 
32.- Promover producción nacional independiente. Para propiciar diversidad y calidad en los medios se requiere financiar e impulsar la producción a cargo de pequeñas y medianas empresas. Para ello se propone que, con un gravamen trimestral equivalente al 2 por ciento de las ganancias totales de las cadenas privadas de televisión abierta y de los sistemas de televisión restringida, se establezca un fondo audiovisual que también beneficiaría a medios públicos y comunitarios. Asimismo, se propone incorporar un sistema de cuotas de pantalla de producción nacional y extranjera, tanto en televisión abierta como de paga. Con estas acciones se generarían empleos y se diversificarían el trabajo creativo, así como la pluralidad.
 
33.- Apoyos para el cine y los documentales. Modificar la Ley Federal de Cinematografía para crear un fondo de apoyo a la producción de cine nacional, y obligar al pago por derecho de transmisión por parte de las televisoras, son apenas dos medidas prioritarias de la industria cinematográfica afectada en su cadena de valor por los productores, distribuidores y exhibidores extranjeros. Asimismo, es indispensable garantizar el derecho de exhibición de filmes documentales sin que se vean sometidos a censura previa o al capricho de las autoridades políticas o judiciales.
 
Los pilares sobre los cuales descansa la democracia son la ciudadanía y el respeto irrestricto al Estado de derecho. Hemos recogido y enumerado 33 propuestas ciudadanas sobre diversidad y calidad en los medios de comunicación. No son las únicas, pero sí fueron las más recurrentes y quizá las más apremiantes. Muchas de estas propuestas ya son una realidad en otros países.

Extracto tomado de: Conclusiones del Encuentro Nacional por la Diversidad y la Calidad en los Medios de Comunicación



La doctora Regina M. Benjamin, dice: «Prepárense».

«Prepárense» declaró la cirujano general de los Estados Unidos a los estadounidenses, muchos de los cuales, aterrorizados, hacen compras de pánico de fármacos anti-radiación y de contadores Geiger, por los temores de una precipitación nuclear («fall-out») o lluvia radioactiva sobre Estados Unidos.

Eso reporta en su edición matutina el diario inglés DailyMail.

En síntesis, la nota también informa que:

– Algunas personas que no pueden conseguir las píldoras con yoduro de potasio, lloran aterradas.
– Sitios que venden contadores Geiger reportan que ya no hay en existencia esos aparatos.
– Los mapas de radiación sobre territorio estadounidense revelan los valores mínimos normales.

El Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) del gobierno estadounidense mantiene esta página titulada:

HHS Responde al desastre del terremoto/tsunami de 2011 (en inglés).



La Radioationnetwork.com ofrece un mapa con medidas de radiación… en los E.U.A.

El National Radiation Map, es un servicio de la Radiationnetwork.com, mantenido por ciudadanos, para monitorear de manera pública los niveles de radiación en el territorio estadounidense. El mapa, además, revela los puntos en los que existen instalaciones nucleares sobre el territorio norteamericano.

Nota: Los niveles críticos de CPM comienzan a partir de lecturas de 126 o más en el contador Geiger.

Vía: news.cnet.com



El mundo antes y después de Fukushima

El riesgo de que ocurra en las horas o días siguientes el peor escenario posible, tras el terremoto y tsunami en Japón: una fuga masiva de radiaciones, desde los reactores de la planta nuclear en Fukushima, demandará la atención de todos los medios de comunicación y las redes sociales, desplazando a segundo término asuntos como la estanflación económica global, o la ebullición social y política en el norte de África y el mundo árabe, así como otros muchos asuntos de interés nacional o regional.

Aquí, se está pasando del temor a la sospecha de que la información dada a conocer hasta este momento no refleja realmente lo que ocurre en Fukushima.

A nadie debe consolar el pensar que, de escaparse, las radiciones de Fukushima puedan ser llevadas por el viento mayormente hacia el Océano Pacífico. Sabemos, pues ciencias como la ecología y la oceanografía nos lo recuerdan a cada paso, que todo el orbe está interconectado y que, previsiblemente, la rotación de la Tierra arrastrará dichas radiaciones hacia zonas lejanas del sitio del desastre. Seguramente la costa del Pacífico del continente americano podría recibir fracciones de esa radiación, pero otras regiones del planeta aparentemente a salvo, podrían no librarse de recibir su parte del baño radiactivo.
Preocupa tanto la cantidad de radiación que se llegue a liberar, como la permanencia de dichas radiaciones en el medio ambiente y los posibles efectos sobre el agua, el aire, el suelo y en las especies marinas, tanto de plantas como de animales, así como su efecto en los seres humanos.
Aunque se ha calificado el accidente en la central nuclear japonesa como de Nivel 4, en una escala de 7 -adonde 7 es una tragedia como la de Chernobyl-, la humanidad entera tiene ahora motivos de sobra para estar más atenta y preocupada por lo que ocurre en el extremo del continente asiático.
Por otra parte, no deben perderse de vista los efectos geopolíticos que puede tener la inesperada y urgente demanda energética en Japón, lo que Gorka Larrabeiti llama «tsunami energético global».

 

IRIS Seismic Monitor y CAB

Incorporated Research Institutions for Seismology (IRIS) ofrece este Monitor Sísmico global a los usuarios de Internet. Por otro lado, Children of the Atomic Bomb (CAB), es un proyecto de largo aliento de la Universidad de California para informar sobre las secuelas sobre generaciones de niños japoneses, del uso del arma atómica por parte de Estados Unidos de América, en la II Guerra Mundial.



El terremoto Sendai liberó la energía equivalente a una explosión nuclear de 336 megatones

De acuerdo a datos consultables en Wikipedia, el terremoto de magnitud 8.9 ocurrido en la costa de Japón, sería equivalente a una detonación nuclear de 336 megatones.

Haciendo una simple operación arimética, puede afirmarse que ésta es la energía equivalente a 22,400 bombas atómicas, como la estadounidense que estalló sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945, y que liberó «nada más» 15 kilotones. Puesto que la explosión de dicha bomba ocurrió en el aire, sobre la ciudad japonesa de Hiroshima, la devastación que provocó en unos pocos minutos fue práctivamente absoluta y el número de muertos que provocó, ascendió a más de 150,000.



Información relacionada con el terremoto y tsunami en Japón

Embajada de Japón en México.

Búsqueda de personas desaparecidas durante el tsunami en Japón

Eskup de El País sobre el terremoto en Japón.

¿Por qué no se caen las casas japonesas?

Normativa española NCSE-02 de construcción sismorresistente

Ayuda a Japón (noticias)

Ayuda a Haití (noticias)

Falta cultura antisísmica

En riesgo de colapso dos mil edificios, a 24 años del terremoto de 1985

25 de febrero de 2011: Temblor de 5.7 grados despierta al D.F.

14 de junio de 2010: Admite Bueno Torio que Laguna Verde trabaja con deficiencias

¿Cómo funciona una planta nuclear?

Efectos de la radiación

Recomendaciones de la Comisión Internacional para la Protección Radiológica

Seguimiento de la Asociación Internacional de la Energía Atómica (IAEA) al terremoto en Japón

Crisis nuclear en Japón: Lo que sabemos (de la Union of Concerned Scientists, UCSUSA), texto en inglés

Qué es y cómo funciona un contador Geiger



En la guerra por el espectro electromagnético, la sociedad no puede quedar excluida

No basta con que en cada medio de comunicación exista un ombdusman (comisionado o representante) del público, de los auditorios, responsable de velar por y hacer escuchar y valer las críticas y comentarios de quienes padecemos la programación, manifiestamente decadente e insulsa, de la mayoría de los medios: radio y televisión; no basta con que se determine la existencia, en tales o cuales propociones, de tiempos oficiales en los medios, tiempo aire que aún está por verse si es aprovechado de la mejor manera, para dar cumplimiento a la tarea del Estado de informar a los ciudadanos con veracidad y transparencia; es preciso que los legisladores legislen para que la sociedad cuente con mecanismos duraderos, efectivos y reales de participación, que aseguren el pleno ejercicio de los derechos de información, libertad de expresión, derecho de réplica y la representación verdaderamente plural de opiniones, en todo el espectro radio-eléctrico nacional, que abonen el desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento en México, y para que estas definiciones no sean un asunto a negociar solamente por tres magnates. En fin, urge que en México se avance hacia una sociedad de la información y el conocimiento abierta, plural, democrática, y que en el caso particular de los medios como la televisión, se abra paso a una televisión y una radio ciudadanizadas.
Hacerlo de otra forma sería apostar por todas las formas del chantaje, el engaño, el contubernio, la corrupción y la manipulación, como lo ha demostrado, de principio a fín, el caso Berlusconi, en el que «la televisión se hizo gobierno«.
La sociedad debe frenar el avance imparable de esta forma de «telecracia» a la mexicana, de la que ya padecemos lamentables consecuencias: aculturación de la nación mexicana, anomia sistémica, analfabetismo funcional rampante, consumismo y violencia al alza, muerte de la filosofía, muerte de la ética, gracias a los patrones de comportamiento que las televisoras, sin el menor recato, difunden masivamente, entre gritos y carcajadas, a todas horas.
Estas y otras reflexiones se desprenden de la revisión del libro Transformar la televisión: otra televisión es posible, número 24 de la colección Periodística, coordinador por Bienvenido León, y editado por Comunicación Social Ediciones y Publicaciones, en 2008, en España y que próximamente se integrará al acervo del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de nuestra casa de estudios.



Para qué y a quién sirve la televisión en México

«La televisión ha hecho maravillas por mi cultura.
En cuanto alguien enciende la televisión,
voy a la biblioteca y me leo un buen libro».
G. Marx.

«Televisa, el grupo de medios de comunicación más grande de América Latina, ganó unos 709 millones de dólares en 2010, cifra 29.4% superior a la registrada el año pasado. Los ingresos totales del consorcio televisivo durante el ejercicio anterior sumaron 4,821 millones de dólares (aproximadamente 57,852 millones de pesos), lo que supuso un aumento del 10.5% respecto a la cifra registrada en 2009″. Esos casi 58,000 millones de pesos de ingresos de la Televisora son equivalentes, a alrededor de cuatro veces el presupuesto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), de ese mismo año. Los ingresos de Televisa equivalen, también aproximadamente, a cinco veces el presupuesto para 2011 del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA).

Cabe citar que el presupuesto del CONACyT sufrió reducciones en casi todos los órdenes, contraviniendo lo declarado en el Programa Especial de Ciencia y Tecnología 2008-2012 del Plan Nacional de Desarrollo (PND), según el cual el Estado establecerá políticas que permitan fortalecer la cadena educación, ciencia básica aplicada, tecnología e innovación, buscando generar condiciones para un desarrollo constante y una mejora en las condiciones de vida de los mexicanos.

Un asunto aparte, que también merece análisis es ¿qué porcentaje real del presupuesto del CONACyT se traduce en investigaciones, patentes y tecnologías aplicadas a la mejora de las condiciones de vida de los mexicanos, realmente?

Es sorprendente el nivel de ganancias del consorcio Televisa, que está al nivel de las ganancias que obtienen en México otras empresas de comunicaciones, como TELMEX y Telcel.

«En el primer semestre del año, el sector de las telecomunicaciones sumó ingresos por 191 mil 178 millones de pesos, de los cuales 66.9% correspondieron a Teléfonos de México (Telmex) y Telcel en conjunto. De acuerdo con un estudio de la firma de consultoría The Competitive Intelligence Unit (CIU), -del que informó El Universal en octubre del año pasado- dos de cada tres pesos que genera la industria pertenecen a alguno de estos dos operadores, propiedad de Carlos Slim Helú.

Por su parte, «Telmex Internacional reportó que al mes de junio de 2010, sus ingresos consolidados ascendieron a 48 mil 914 millones de pesos, un aumento de 15.3 por ciento respecto al nivel registrado en el mismo periodo del año anterior», según una nota publicada en el Informador.com.mx.

Debe tomarse en cuenta que tanto Televisa como el Grupo Carso tienen un conocimiento profundo de la realidad del país.

Ya en 2002, un informe de mercadeo de Televisa destacaba que:

«En México, un hogar está constituido por cinco personas: dos adultos y tres menores, y más del 50% de la población son de nivel socioeconómico medio bajo y bajo. En todas las categorías de productos se observa un importante incremento absoluto en el dinero gastado al aumentar las percepciones. Sin embargo, las familias de ingresos bajos destinan un porcentaje mayor de su ingreso al gasto destinado a las categorías de alimentos. El porcentaje del gasto total destinado a vivienda, servicios públicos y mantenimiento de la casa permanece bastante constante en los grupos de ingresos medianos y altos ante una variación de los ingresos. El porcentaje de los gastos totales destinados al transporte, entre ellos la compra de automóviles, tiende a crecer al aumentar las percepciones de los grupos de ingresos bajos y medianos. En los grupos de mayor ingreso se gasta en seguros y pensiones, a diferencia de los niveles de menor ingreso, ya que éstos destinan un porcentaje similar a la atención médica. Los niveles NSE medio bajo y bajo representan una parte muy importante del gasto en categorías como cereales y cuidado personal. Asimismo los niveles socieconómicos bajos gastan todo su ingreso y por el contrario las clases alta y media guardan aproximadamente entre el 20% y el 5% del total de sus ingresos.

Los datos que utiliza la empresa en su informe se originan en la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH).

Además, destaca que -de nuevo, en el 2002-:

«Entre las 6:00 y las 9:00 pm son las horas de mayor exposición a los medios. 87% de los personas ven televisión entre las 7 y las 9 de la noche. En promedio las personas invierten 2:03 horas diarias en ver televisión, mientras que únicamente 30 minutos en la lectura de revistas y periódicos».

«Los consumidores de productos como shampoo, jabón de tocador y pan de caja se exponen mayormente a Televisa. Televisa cuenta con mayor participación de audiencia en todos los grupos demográficos con más del 70% de televidentes. Los cuatro canales de Televisa permiten alcanzar a todos los grupos y de todos los niveles socieconómicos.»

En el reporte número 20 de Televisa Marketing, disponible en línea, fechado en 2007, se declara de manera expresa: «Con las nuevas series, Televisa le ofrece una vez más a sus anunciantes una solución publicitaria que promueve resultados.»

Así, en México, el consorcio Televisa puede movilizar recursos que cuadruplican a los recursos que se destina el Estado para investigación científica y tecnológica, y quintuplican los destinados a cultura, para promover la venta ¿de qué? De shampoo, jabón de tocador y pan de caja, que es en lo que puede gastar sus ingresos el 50% de la población nacional empobrecida.

¿Solamente de eso?

A propósito de la programación, el informe de Marketing declara: «La fiesta de los Premios TVyNovelas es ya un referente en el espectáculo y representa la mejor oportunidad para que los famosos muestren desde los modelos de  vestir  más exclusivos, hasta el estado de ánimo y condición civil, pues hay quienes aparecen en la fiesta con una novia y al año siguiente con otra, o la misma, pero convertida en su esposa.»

También Televisa se encarga, con sus ingentes recursos, de promover las frivolidades arriba mencionadas entre una audiencia de caracter nacional, influyendo -cuando no, de lleno, educando- emocionalmente a hombres y mujeres de todas las edades, corrompiéndolos e incapacitándolos para el disfrute de las manifestaciones del arte verdadero, del acceso a las fuentes de valores éticos y estéticos de la cultura universal, disponibles en la lectura, la música, la pintura, el cine y otras manifestaciones culturales nacionales y mundiales.

Peor aún, lo cual es un tema que reclama de tiempo atrás un amplio debate público, informado y responsable, es el papel de este mismo consorcio televisivo, y de su competidor más cercano -aunque de lejos-: el Grupo TV Azteca, en las campañas políticas, que desembocan en la elección virtual o real de representantes populares cuyas administraciones, en retribución, parecen consentir y dejar hacer libérrimamente a las televisoras, lo que quieran con el espectro electromagnético en concesión -propiedad de la nación- y con sus audiencias.