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Cientos de réplicas complican la situación de Japón

Animación que muestra la actividad sísmica en Japón, tras el terremoto Sendai, recategorizado como de escala 9.0 hace algunas horas.


El Economista.es difunde esta fotografía publicada originalmente -en 2008- en el sitio Purpleslinky.com, y que circula por las redes sociales como un testimonio -falso- de la situación catastrófica que experimenta el Japón.

 

Información relacionada con el terremoto y tsunami en Japón

Embajada de Japón en México.

Búsqueda de personas desaparecidas durante el tsunami en Japón

Eskup de El País sobre el terremoto en Japón.

¿Por qué no se caen las casas japonesas?

Normativa española NCSE-02 de construcción sismorresistente

Ayuda a Japón (noticias)

Ayuda a Haití (noticias)

Falta cultura antisísmica

En riesgo de colapso dos mil edificios, a 24 años del terremoto de 1985

25 de febrero de 2011: Temblor de 5.7 grados despierta al D.F.

14 de junio de 2010: Admite Bueno Torio que Laguna Verde trabaja con deficiencias

¿Cómo funciona una planta nuclear?

Efectos de la radiación

Recomendaciones de la Comisión Internacional para la Protección Radiológica

Seguimiento de la Asociación Internacional de la Energía Atómica (IAEA) al terremoto en Japón

Crisis nuclear en Japón: Lo que sabemos (de la Union of Concerned Scientists, UCSUSA), texto en inglés

Qué es y cómo funciona un contador Geiger



En la guerra por el espectro electromagnético, la sociedad no puede quedar excluida

No basta con que en cada medio de comunicación exista un ombdusman (comisionado o representante) del público, de los auditorios, responsable de velar por y hacer escuchar y valer las críticas y comentarios de quienes padecemos la programación, manifiestamente decadente e insulsa, de la mayoría de los medios: radio y televisión; no basta con que se determine la existencia, en tales o cuales propociones, de tiempos oficiales en los medios, tiempo aire que aún está por verse si es aprovechado de la mejor manera, para dar cumplimiento a la tarea del Estado de informar a los ciudadanos con veracidad y transparencia; es preciso que los legisladores legislen para que la sociedad cuente con mecanismos duraderos, efectivos y reales de participación, que aseguren el pleno ejercicio de los derechos de información, libertad de expresión, derecho de réplica y la representación verdaderamente plural de opiniones, en todo el espectro radio-eléctrico nacional, que abonen el desarrollo de la sociedad de la información y el conocimiento en México, y para que estas definiciones no sean un asunto a negociar solamente por tres magnates. En fin, urge que en México se avance hacia una sociedad de la información y el conocimiento abierta, plural, democrática, y que en el caso particular de los medios como la televisión, se abra paso a una televisión y una radio ciudadanizadas.
Hacerlo de otra forma sería apostar por todas las formas del chantaje, el engaño, el contubernio, la corrupción y la manipulación, como lo ha demostrado, de principio a fín, el caso Berlusconi, en el que «la televisión se hizo gobierno«.
La sociedad debe frenar el avance imparable de esta forma de «telecracia» a la mexicana, de la que ya padecemos lamentables consecuencias: aculturación de la nación mexicana, anomia sistémica, analfabetismo funcional rampante, consumismo y violencia al alza, muerte de la filosofía, muerte de la ética, gracias a los patrones de comportamiento que las televisoras, sin el menor recato, difunden masivamente, entre gritos y carcajadas, a todas horas.
Estas y otras reflexiones se desprenden de la revisión del libro Transformar la televisión: otra televisión es posible, número 24 de la colección Periodística, coordinador por Bienvenido León, y editado por Comunicación Social Ediciones y Publicaciones, en 2008, en España y que próximamente se integrará al acervo del Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de nuestra casa de estudios.



Para qué y a quién sirve la televisión en México

«La televisión ha hecho maravillas por mi cultura.
En cuanto alguien enciende la televisión,
voy a la biblioteca y me leo un buen libro».
G. Marx.

«Televisa, el grupo de medios de comunicación más grande de América Latina, ganó unos 709 millones de dólares en 2010, cifra 29.4% superior a la registrada el año pasado. Los ingresos totales del consorcio televisivo durante el ejercicio anterior sumaron 4,821 millones de dólares (aproximadamente 57,852 millones de pesos), lo que supuso un aumento del 10.5% respecto a la cifra registrada en 2009″. Esos casi 58,000 millones de pesos de ingresos de la Televisora son equivalentes, a alrededor de cuatro veces el presupuesto del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), de ese mismo año. Los ingresos de Televisa equivalen, también aproximadamente, a cinco veces el presupuesto para 2011 del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA).

Cabe citar que el presupuesto del CONACyT sufrió reducciones en casi todos los órdenes, contraviniendo lo declarado en el Programa Especial de Ciencia y Tecnología 2008-2012 del Plan Nacional de Desarrollo (PND), según el cual el Estado establecerá políticas que permitan fortalecer la cadena educación, ciencia básica aplicada, tecnología e innovación, buscando generar condiciones para un desarrollo constante y una mejora en las condiciones de vida de los mexicanos.

Un asunto aparte, que también merece análisis es ¿qué porcentaje real del presupuesto del CONACyT se traduce en investigaciones, patentes y tecnologías aplicadas a la mejora de las condiciones de vida de los mexicanos, realmente?

Es sorprendente el nivel de ganancias del consorcio Televisa, que está al nivel de las ganancias que obtienen en México otras empresas de comunicaciones, como TELMEX y Telcel.

«En el primer semestre del año, el sector de las telecomunicaciones sumó ingresos por 191 mil 178 millones de pesos, de los cuales 66.9% correspondieron a Teléfonos de México (Telmex) y Telcel en conjunto. De acuerdo con un estudio de la firma de consultoría The Competitive Intelligence Unit (CIU), -del que informó El Universal en octubre del año pasado- dos de cada tres pesos que genera la industria pertenecen a alguno de estos dos operadores, propiedad de Carlos Slim Helú.

Por su parte, «Telmex Internacional reportó que al mes de junio de 2010, sus ingresos consolidados ascendieron a 48 mil 914 millones de pesos, un aumento de 15.3 por ciento respecto al nivel registrado en el mismo periodo del año anterior», según una nota publicada en el Informador.com.mx.

Debe tomarse en cuenta que tanto Televisa como el Grupo Carso tienen un conocimiento profundo de la realidad del país.

Ya en 2002, un informe de mercadeo de Televisa destacaba que:

«En México, un hogar está constituido por cinco personas: dos adultos y tres menores, y más del 50% de la población son de nivel socioeconómico medio bajo y bajo. En todas las categorías de productos se observa un importante incremento absoluto en el dinero gastado al aumentar las percepciones. Sin embargo, las familias de ingresos bajos destinan un porcentaje mayor de su ingreso al gasto destinado a las categorías de alimentos. El porcentaje del gasto total destinado a vivienda, servicios públicos y mantenimiento de la casa permanece bastante constante en los grupos de ingresos medianos y altos ante una variación de los ingresos. El porcentaje de los gastos totales destinados al transporte, entre ellos la compra de automóviles, tiende a crecer al aumentar las percepciones de los grupos de ingresos bajos y medianos. En los grupos de mayor ingreso se gasta en seguros y pensiones, a diferencia de los niveles de menor ingreso, ya que éstos destinan un porcentaje similar a la atención médica. Los niveles NSE medio bajo y bajo representan una parte muy importante del gasto en categorías como cereales y cuidado personal. Asimismo los niveles socieconómicos bajos gastan todo su ingreso y por el contrario las clases alta y media guardan aproximadamente entre el 20% y el 5% del total de sus ingresos.

Los datos que utiliza la empresa en su informe se originan en la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH).

Además, destaca que -de nuevo, en el 2002-:

«Entre las 6:00 y las 9:00 pm son las horas de mayor exposición a los medios. 87% de los personas ven televisión entre las 7 y las 9 de la noche. En promedio las personas invierten 2:03 horas diarias en ver televisión, mientras que únicamente 30 minutos en la lectura de revistas y periódicos».

«Los consumidores de productos como shampoo, jabón de tocador y pan de caja se exponen mayormente a Televisa. Televisa cuenta con mayor participación de audiencia en todos los grupos demográficos con más del 70% de televidentes. Los cuatro canales de Televisa permiten alcanzar a todos los grupos y de todos los niveles socieconómicos.»

En el reporte número 20 de Televisa Marketing, disponible en línea, fechado en 2007, se declara de manera expresa: «Con las nuevas series, Televisa le ofrece una vez más a sus anunciantes una solución publicitaria que promueve resultados.»

Así, en México, el consorcio Televisa puede movilizar recursos que cuadruplican a los recursos que se destina el Estado para investigación científica y tecnológica, y quintuplican los destinados a cultura, para promover la venta ¿de qué? De shampoo, jabón de tocador y pan de caja, que es en lo que puede gastar sus ingresos el 50% de la población nacional empobrecida.

¿Solamente de eso?

A propósito de la programación, el informe de Marketing declara: «La fiesta de los Premios TVyNovelas es ya un referente en el espectáculo y representa la mejor oportunidad para que los famosos muestren desde los modelos de  vestir  más exclusivos, hasta el estado de ánimo y condición civil, pues hay quienes aparecen en la fiesta con una novia y al año siguiente con otra, o la misma, pero convertida en su esposa.»

También Televisa se encarga, con sus ingentes recursos, de promover las frivolidades arriba mencionadas entre una audiencia de caracter nacional, influyendo -cuando no, de lleno, educando- emocionalmente a hombres y mujeres de todas las edades, corrompiéndolos e incapacitándolos para el disfrute de las manifestaciones del arte verdadero, del acceso a las fuentes de valores éticos y estéticos de la cultura universal, disponibles en la lectura, la música, la pintura, el cine y otras manifestaciones culturales nacionales y mundiales.

Peor aún, lo cual es un tema que reclama de tiempo atrás un amplio debate público, informado y responsable, es el papel de este mismo consorcio televisivo, y de su competidor más cercano -aunque de lejos-: el Grupo TV Azteca, en las campañas políticas, que desembocan en la elección virtual o real de representantes populares cuyas administraciones, en retribución, parecen consentir y dejar hacer libérrimamente a las televisoras, lo que quieran con el espectro electromagnético en concesión -propiedad de la nación- y con sus audiencias.

 

El acuerdo de Cancún: licencia para matar

Luis Hernández Navarro

El acuerdo de Cancún ha sido presentado ante la opinión pública como un avance en la lucha por enfriar el planeta. ¿Es verdad? No, no lo es. Fue un gran fracaso. Para combatir el cambio climático no hay más que una medida eficaz: reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El acuerdo aprobado en la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 16) no avanzó un solo milímetro en esta dirección.

El acuerdo de Cancún es bueno para Estados Unidos y los países desarrollados, pero es muy malo para el clima. No impide que la temperatura global aumente en más de cuatro grados centígrados. Y, como señaló con toda claridad la delegación de Bolivia, recientes reportes científicos muestran que 300 mil personas ya están muriendo cada año por los desastres relacionados con el cambio climático. Este texto amenaza con el aumento de muertes anuales a un millón.

Los compromisos de reducción de emisiones contemplados en el documento apenas alcanzan 60 por ciento de lo que el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) indica como requerimiento para que la temperatura se eleve.

El acuerdo da permiso para matar. Más que avance es un retroceso. Las naciones desarrolladas no ofrecieron nada nuevo en reducción de  emisiones ni en financiación. Por el contrario, lograron abrir los candados para dar marcha atrás a los compromisos existentes, y avalar todas las rutas de escape posibles para evadir sus responsabilidades. El texto comunica textualmente que los países acuerdan que las emisiones nacionales deben tocar techo lo antes posible, pero no especifica cuál es ese techo, cuándo es lo antes posible ni qué sucede a los que no lo cumplan.

El acuerdo de Cancún crea las condiciones para vaciar de contenido el Protocolo de Kyoto. El protocolo fue aprobado en 1997 en Japón, y entró en vigor en febrero de 2005. Fija límites para la emisión de gases de efecto invernadero, vinculantes, para 37 países industrializados.  Estados Unidos firmó el acuerdo, pero no lo ratificó. Los 183 países que lo ratificaron fueron responsables de menos de 55 por ciento de las  emisiones de CO2 de 1990.

El documento aprobado está lleno de lagunas, confusiones deliberadas e imprecisiones. Asienta, por ejemplo, que se deben completar los trabajos para prorrogar Kyoto lo antes posible para que no haya brecha entre el primero y segundo periodo de cumplimiento, pero no dice cómo, cuándo, dónde y en qué términos. Se trata de una
formulación de buena voluntad. Por ejemplo, Japón, que se había negado a seguir adelante con el segundo periodo de cumplimiento, puede alegar que salió triunfante.

El texto de Cancún abre la posibilidad de que los objetivos de disminución de gases de efecto invernadero no sean vinculantes (como lo son ahora) y su cumplimiento sea solamente voluntario, es decir, como una llamada a misa a la que asiste quien quiere. Los países –dice el texto– se comprometen a discutir las opciones legales para alcanzar un resultado acordado en 2011 en la Cumbre de Durban.

El acuerdo de Cancún fue aprobado sin consenso y con una maniobra diplomática de graves consecuencias hacia el futuro. A lo largo del plenario Bolivia expresó su desacuerdo de manera razonada. La canciller Patricia Espinosa violentó el sistema de toma de decisiones de Naciones Unidas. Este tipo de resolutivos deben ser aprobados por consenso, es decir, sin votos en contra. Así ha sido siempre. Y esa norma no fue respetada. La funcionaria mexicana rompió la regla del consenso. La violación sienta un grave precedente.

Penosamente, Bolivia no fue apoyada por los países de la Alba. La dejaron morir sola, permitieron que el gobierno mexicano la aislara. Claudia Salerno, la representante de Venezuela, apostó a convertirse en la negociadora responsable. Al final declaró: Yo puedo regresar a mi casa diciendo: tengo algo. Por supuesto no aclaró qué. Algunos representantes diplomáticos de estas naciones dijeron, extraoficialmente, que las posiciones de Evo Morales eran muy radicales y no llevaban a ningún lado, y que era necesario sacar una declaración final de compromisos.

La posición de Bolivia en favor de la justicia climática en la cumbre fue absolutamente congruente con las propuestas acordadas por 35 mil personas que asistieron a la Conferencia Mundial de los Pueblos de Cochabamba en abril de 2010. En el año transcurrido desde Copenhague, esas propuestas se integraron en el texto de negociación de las partes. Sin embargo, el texto de Cancún excluyó sistemáticamente esas voces. El resto de las naciones que integran la Alba no honraron esos compromisos, a pesar de la participación de varios mandatarios de países latinoamericanos en Cochabamba.

Una pista de los intereses presentes en el acuerdo de Cancún la brindan las declaraciones de Todd Stern, el representante de Estados Unidos. Se logró un paquete equilibrado de decisiones, dijo. Añadió: Lo que tenemos ahora es un texto que, aunque no es perfecto, es una buena base para seguir adelante.

En Cancún no hubo un pequeño paso hacia delante, como claman ONG como Oxfam. Por el contrario, se abrió la puerta a una mayor privatización y mercantilización del clima. Tal como dijo Vía Campesina: El balance es negativo para la humanidad, pues se abrieron las puertas al gran capital y a las trasnacionales para que continúen con sus negocios y sigan apostando con la vida.

Reproducido de La Jornada.



El presidente de Brasil se solidariza con WikiLeaks

Toda solidariedade ao Wikileaks. Vídeo: Ricardo Stuckert/PR

Básicamente dice que la gente que debía ser perseguida es la gente que escribió los cables que expuso a la luz pública Wikileaks, y la gente que ejecuta las cosas que se dicen en esos cables, pero no Julian Assange.



SIP: Deben cesar las estrategias contra la libertad de expresión en Internet

«La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) exhortó al gobierno de Estados Unidos a cesar cualquiera estrategia política, legal o en el ciberespacio que pudiera limitar la libertad de expresión en internet, tras lamentar los ataques y amenazas que en los últimos días se vertieron sobre Wikileaks y su fundador Julian Assange, responsable de filtrar cientos de miles de documentos diplomáticos clasificados de la Cancillería estadounidense.»

Vía El Universal



Como a Galileo en su momento, a Julian Assange lo quieren enjuiciar

Julian Assange es el activista informático y en pro del derecho humano a la información, más visible en la operación de comunicar al mundo la realidad sobre los procedimientos y las prácticas del Departamento de Estado de los Estados Unidos de América y sus embajadas, en todo el mundo.
Por eso, por revelar mundialmente información, detallada en más de 70 mil documentos, sobre las operaciones militares de Estados Unidos en Irak, y ahora un cuarto de millón de cables diplomáticos de ese país, se le quiere llevar ante la justicia, como a un delincuente.
Exactamente como cuando la Iglesia llamó a juicio a Galileo Galilei, por poner en entredicho con evidencias científicas el sistema geocéntrico, tan favorable a sus intereses doctrinales.
El «Y sin embargo se mueve…» con que Galileo remató su abjuración de la teoría heliocéntrica, impuesta por las autoridades religiosas del tribunal de la Santa Inquisición, en el caso de Julian Assange, puede ser un «Y sin embargo se sabe…», pues la información filtrada esta semana por Wikileaks está dándole la vuelta al mundo.
¿Cómo se explica, cómo se justifica que -según dichos documentos relevados por WikiLeaks- el Departamento de Estado de Estados Unidos haya requerido ni más ni menos: «desde la rutina de los empleados de Naciones Unidas, la numeración de sus tarjetas de crédito y de viajero frecuente, teléfonos, correos electrónicos, direcciones URL, programas de trabajo y aspecto físico. Información biográfica, biométrica y financiera sobre líderes palestinos… (etc.)».
En el caso de México, será de gran interés público conocer el contenido de las comunicacionesde la Embajada estadounidense en lo relativo a la guerra contra el narcotráfico y la administración de recursos estratégicos para nuestro país, como el petróleo.