Universidad Veracruzana

Kaniwá

Bibliotecas, Información y Conocimiento



Alfabetización informativa y alfabetización científica, una relación necesaria.

Nuestro país en general y nuestro estado, Veracruz, particularmente, requieren de un desarrollo real e intenso de la actividad de investigación científica y humanística. La investigación está en la base del proceso de la generación del conocimiento, y por lo tanto en la base misma de la educación. Se ha señalado recientemente que el número de investigadores que hay en nuestro país es muy escaso con relación a la población nacional, lo cual es grave y nos deja como nación en gran desventaja.

La aprobación reciente de una reforma energética, por ejemplo, ha dejado expuesta la insuficiencia de científicos, técnicos y especialistas para desarrollar al ritmo requerido la industria del petróleo y de los energéticos, en nuestro país.

Por otra parte, durante la Conferencia Mundial sobre la Ciencia para el Siglo XXI (1999), auspiciada por UNESCO e ICSU (Internacional Council for Science), en que se signó la «Declaración de Budapest sobre la Ciencia y el Uso del Saber Científico«, se afirmó: que «Hoy más que nunca es necesario fomentar y difundir la alfabetización científica en todas las culturas y en todos lo sectores de la sociedad, (…) a fin de mejorar la participación de los ciudadanos en la adopción de decisiones relativas a las aplicaciones de los nuevos conocimientos». (1)

Existe una relación importante entre alfabetización científica -una preocupación de los académicos y de los científicos- y la alfabetización informacional -una preocupación fundamental de los bibliotecarios- y proponemos que esa relación consiste en que no puede darse la primera sin la última. Mejor aún, que ambas alfabetizaciones pueden y deben darse simultáneamente.

Puesto que la alfabetización informacional es una habilitación -que debe actualizarse y practicarse de por vida- para: determinar necesidades de información, ubicar y acceder a los recursos que pueden resolverlas y, además, para hacer uso de dichos recursos o fuentes informativas para aprovecharlas de la mejor manera en la resolución de las necesidades del usuario alfabetizado; es claro, por lo anterior, que la alfabetización científica se puede apoyar y complementar muy bien en la alfabetización informacional, para alcanzar las tres dimensiones señaladas por Kem en 2002, a saber: la conceptual (que incluye la comprensión de los conceptos científicos fundamentales en las disciplinas más generales y de la relaciones entre ciencia y sociedad), la procedimental (que incluye el uso o la aplicación de procedimientos, métodos, procesos y habilidades y capacidades intelectuales propios de la ciencia, en la vida cotidiana) y la afectiva (que se refiere al aprecio e interés por la ciencia como expresión integral de la cultura, así como a la disposición para la propia alfabetización científica).

Otras alfabetizaciones son necesarias (la audiovisual o mediática, la ambiental, la financiera, etc.) sin duda, para sobrevivir y para tener éxito en la sociedad global, pero seguramente de todas éstas, la informacional y la científica son cruciales para el futuro de la ciencia y la técnica en nuestro país. De su extensión a todos los miembros de la sociedad, depende el que éstos puean desarrollar las capacidades económicas, sociales y humanas que son posibles gracias al conocimiento científico y técnico en todos los campos.

Sirva este pequeño texto como una invitación a los posibles lectores a reflexionar en torno a estos temas y, mejor aún, a proponer acciones que contribuyan a alentar la cultura científica y la cultura de la información en nuestro país.

(1) Sabariego del Castillo y Manzanares Gavilán. 2006. «Alfabetización científica». I Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación CTS+I.

(Audio de este post en formato MP3)