Universidad Veracruzana

Kaniwá

Bibliotecas, Información y Conocimiento



Cómo -diariamente- creamos conocimiento

«La corrupción de los mejores es la peor de todas».

La Universidad es un ente vivo. Como los entes vivos, la Universidad es más que la mera suma de sus partes. Cada miembro de la comunidad universitaria estudiante, docente, investigador, trabajador administrativo o manual, realiza funciones en las que aplica y en las que obtiene conocimientos.
El proceso de creación de conocimiento es caótico y fractal, no es lineal, ni puede ser disectado del todo, o auditado. Es un proceso iterativo, muchas veces apoyado en el ensayo y error, pero cada error incrementa la experiencia de la totalidad del sistema, en cada uno de sus puntos constituyentes. Ocasionalmente establecemos conexiones entre áreas, entre direcciones, entre departamentos, para conocer el estado de nuestro quehacer viéndolo desde otra perspectiva. Circulamos con conocimientos tácitos y conocimientos explícitos. Los primeros son aquellos que damos por sabidos y que no tenemos necesidad urgente de comunicar. Cada quién sabe hacer sus cosas y eso parece suficiente. Hay conocimiento explícito en las políticas, los diagramas de flujo y de organización, los planes y proyectos. Hay barreras que no permiten la plena conexión entre el conocimiento explícito y el tácito. Muchas veces se privilegia el primero a expensas del segundo. No sabemos exactamente cómo piensa nuestro compañero de al lado. Una verdadera gestión de la información y el conocimiento en la universidad tendría que comenzar con éstas y otras reflexiones. ¿Cómo hacemos para comunicarnos de maneras más eficientes y eficaces? ¿Cómo rescatamos el saber tácito de nuestros compañeros -y el propio- de manera que pueda ser utilizado en cualquier otro punto de la organización? ¿Estamos repitiendo los mismos errores que se han repetido en todas partes a lo largo de muchos años? ¿Cómo puedo mejorar mi rutina de trabajo, de modo que ésta tenga el mejor impacto, brinde la mayor riqueza y aporte valor a toda la organización? ¿Estamos desaprovechando las habilidades de nuestros compañeros? ¿Sometemos a procesos jerárquicos procesos creativos caracterizados por una relativa anarquía? ¿Nuestros diseños de todo tipo obedecen a reflexiones racionales consensuadas? ¿Por qué siempre es la misma persona la que tiene la razón, no es posible que alguna vez se equivoque? ¿Tenemos mapas de nuestras potencialidades como comunidad masiva e inteligente? ¿Estamos aprovechando las redes sociales para liberar el potencial de inteligencia y descubrimiento de todos? ¿Qué nos separa de una verdadera inclusión digital? Estas y otras muchas preguntas pueden abordarse desde la perspectiva del modelo SECI (Socialización, Exteriorización, Combinación, Interiorización) de Nonaka Takeuchi, entre otros posibles enfoques. En estos tiempos de sobreabundancia de información, urge que repensemos la prioridad de nuestras preguntas y de nuestros problemas. Tal vez, como sugiere Howard Gardner, siguiendo a Ernest F. Schumacher, en educación menos es más o «lo pequeño es hermoso«. En ese tenor, llama la atención la obra auspiciada por la empresa Telefónica, de España, titulada «Libro Blanco de la Universidad Digital 2010«, cuya tabla de contenido y prólogos, la empresa pone a nuestro alcance.

Actualización: Ya es posible descargar el texto completo de el Libro Blanco de la Universidad Digital 2010.