Claudia Peralta y Carlos Hermida
La Facultad de Teatro develó el 30 de abril una placa conmemorativa en “El rincón de los títeres de Merequetengue”, como parte de la celebración de su 40 aniversario, con lo cual se inauguró el IV Coloquio “El títere y las artes escénicas”.
El encuentro, que concluyó el 8 de mayo, fue organizado por esta casa de estudios y el Grupo Merequetengue, fundado por egresados universitarios.
El evento congregó a académicos, especialistas, titiriteros y expertos de las artes escénicas, quienes ofrecieron charlas y ponencias.
En la primera jornada y tras develar la placa, Elzbieta Fediuk Walczewska, decana y fundadora de la Facultad, dijo sentirse orgullosa del éxito que egresados de esta carrera han logrado con talento y voluntad.
Tras la presentación de la obra Para un laberinto, Nerio González Morales, director de la Facultad, expresó que la entidad a su cargo “ha dejado huella en estos 40 años, al formar artistas escénicos, pedagogos de teatro, directores, creadores y transformadores de su propio proceso creativo”.
Al referirse a los integrantes de Merequetengue, egresados de la institución, hizo hincapié en el posicionamiento que han tenido en el mundo de los títeres.
En el coloquio destacó la participación de Rafael Kurchi, estudioso del arte de los títeres; y la presentación de diversas obras que tuvieron lugar en “El rincón de los títeres de Merequetengue” como la exposición fotográfica La intimidad del retablo.
Además, se realizó la presentación del libro Sus voces nuestras voces, 14 años de registro fotográfico del arte de los títeres, a cargo de su autora Elvia Mante, fotógrafa, actriz y titiritera.
Desinterés, principal amenaza para el teatro de títeres
La principal amenaza al teatro de títeres no es el avance de la tecnología, ya que ésta acompaña a los titiriteros, sino el desinterés de las instituciones oficiales por el desarrollo de la cultura, aseguró, titiritero y escritor Rafael Curci, durante su participación en el coloquio.
En la presentación de su libro El gran demiurgo, el 3 de mayo en el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC), Curci estuvo acompañado de David Aarón Estrada, Cecilia Andrés, Lorenzo Portillo Armendáriz y Carlos Gutiérrez Bracho.
Curci aseguró que pese al poco apoyo institucional, el teatro de títeres sigue latente alrededor del mundo e incluso ha mejorado, ya que aparecieron escuelas en el ramo y existe una mejor formación, y los resultados de ello se verán en poco tiempo.
Explicó que en su texto propone distintas reflexiones y miradas sobre el teatro de títeres, en las cuales se aborda tanto al creador de éstos como al titiritero que los manipula, así como los distintos lenguajes que puede desarrollar a través del trabajo que realiza, lo que lo convierte en un libro que propone ideas y formas para construir montajes de este género.
Al abordar la importancia que encierra el teatro de títeres, mencionó que éste “gira en torno a personajes que son una ficción, porque son creados para interpretar ideas o emociones que sugieren y proponen, porque el títere es una representación que trabaja con un lenguaje simbólico; esta forma de teatro puede armar y desarmar mundos, ya que se expresa en un lenguaje metafórico y poético”.
El dramaturgo manifestó que una puesta en escena con títeres brinda a los niños la oportunidad de imaginar nuevos universos y permite que el público adulto se lleve una historia, se emocione, reciba un mensaje y pueda reflexionar sobre ello.
Curci ha recibido diversos premios alrededor del mundo como el Ariel Bufano a la dramaturgia titiritera otorgado por la Fundación SIMA y el Marionetteatern (Suecia) en 1995, el Premio Teatro del Mundo 2001 otorgado por la Universidad