Año 15 No. 637 Mayo 9 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Héctor Manjarrez celebró 70 aniversario en la FILU

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Es mejor dejar que la obra suceda en ese terreno que convenimos en llamar la inspiración”

Es mejor dejar que la obra suceda en ese terreno que convenimos en llamar la inspiración”

Karina de la Paz Reyes Díaz

La Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) celebró, el 1 de mayo, un homenaje al poeta, narrador y ensayista Héctor Manjarrez, por sus 70 años de vida. Ahí, el escritor compartió una enriquecedora charla con sus lectores.

El homenaje se realizó en el Foro “Sergio Galindo” del Complejo Deportivo Omega, con la participación del también escritor Rafael Antúnez y el coordinador de Difusión de la FILU, Germán Martínez Aceves.

Antúnez le planteó si su intención era crear, entre otras cosas, una suerte de educación sentimental de la época, a lo que Manjarrez respondió: “Hay un momento en que lleva uno tanto tiempo de estar escribiendo, de estar mezclando la vida propia con la de otras personas, con los personajes que uno mismo imagina y con los hechos históricos, que de pronto uno puede pensar que está escribiendo para una educación sentimental.

”Hay algo de eso, pero prefiero ignorar muchas cosas de mí mismo y mis intenciones, porque cuando estás tomando material histórico (yo lo hago mucho) es muy importante no tener ganas de educar, sino de sorprenderse uno mismo.”

Para él, el recuerdo es una materia maleable y mentirosa, así como deslumbrante, “que es mejor dejar que la obra suceda en ese terreno que convenimos en llamar la inspiración”.

Manjarrez citó escritores como Mario Vargas Llosa, que a su vez son historiadores, pues se han ocupado por contar sucesos de una región, en este caso del Perú. “Él es como Balzac, quiere efectivamente hacer un retrato de época, yo no es que no quiera hacerlo, hay una parte de mí que sí lo quiere, pero hay otra que se pregunta ‘eso qué significa’ y quiere hacer algo más”.

El escritor mantuvo una larga y enriquecedora charla con sus compañeros de mesa, y compartió desde sus lecturas, los sucesos históricos que le tocó vivir en el extranjero, lo maravilloso que le parece el español y sus variantes (por ejemplo, en la Ciudad de México) y lo inevitable que fue que los críticos literarios lo colocaran en la “literatura de la onda”, pues sus obras tocan temas como el sexo, las drogas y el rock and roll.

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