En su elaboración se usan derivados de quitina y otros polímeros
Claudia Mendoza Barrera coordina el proyecto
Brinda al paciente una terapia que reduce el costo del tratamiento
Alma Martínez Maldonado
Integrantes del Centro de Investigación en Micro y Nanotecnología (Microna) desarrollan un nanobiomaterial enfocado a un tratamiento terapéutico de la llaga del pie diabético, utilizando biopolímeros.
Claudia Oliva Mendoza Barrera, coordinadora del proyecto y Nivel 1 del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), informó
que los biopolímeros son materiales compatibles con el cuerpo humano, aceptados por la Food and Drug Administration (FDA).
“La diabetes es una pandemia mundial. En México es una de las principales enfermedades de salud pública, en niños ocupa el primer lugar y en adultos entre el primero y segundo; en consecuencia, genera un enorme gasto público.”
La científica explicó que en Microna desde hace años desarrollan un protocolo de investigación sobre biomateriales. “Para la elaboración de los nanomateriales se utiliza una química verde, es decir, se usan derivados de la quitina y de otros polímeros que no afectan al medio ambiente”.
El biomaterial que se fabrica provee al paciente de una terapia que reduce el costo del tratamiento y es indoloro. Además, el material posee antimicóticos y antimicrobianos, lo que favorece la pronta recuperación del paciente, concluyó la investigadora.
Mendoza Barrera explicó que derivado de este proyecto ya existe una tesis de maestría y otra de estancia posdoctoral en el área de nanofibras, teniendo como responsables a ella y al investigador Víctor Altuzar.
En 2009, en su primera etapa, el proyecto inició con apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y en colaboración con el Departamento de Física del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional. Actualmente, en su segunda fase, es auspiciado por Microna con ayuda de una asociación civil de Puebla.
La investigadora comentó que esta última primero hizo una evaluación de la enfermedad y encontró que en cada curación de pie diabético hay repercusiones socioeconómicas. Posteriormente, se observó que muchos de ellos empiezan a tener problemas después de varios años.
“Comienzan con problemas de vascularización y dejan de tener sensibilidad en las extremidades inferiores. Si las heridas pequeñas no se atienden pueden derivar en un problema mayor, se forma una llaga y si ésta tampoco se atiende puede convertirse en gangrena y terminar en amputación del pie”. Existen alrededor de 180 mil pacientes que tienen alguna pérdida, ya sean de dedos o una extremidad, puntualizó.