Rodolfo Mendoza, Germán Martínez y Alfonso Colorado
El escritor francés Michel Tournier recibió un homenaje póstumo el domingo 1 de mayo en la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) 2016, como parte de la rememoración histórica y literaria de la cultura francesa que a través de distintas actividades
fue la constante en esta edición.
En el evento, efectuado en la Sala “Emilio Carballido” del Complejo Deportivo Omega, participaron Rodolfo Mendoza Rosendo, director general del Instituto Veracruzano de la Cultura (Ivec); Germán Martínez Aceves, coordinador de Difusión de la FILU, y Alfonso Colorado Hernández, doctor en Historia Comparada por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).
Germán Martínez leyó un texto enviado por el poeta José Luis Rivas, quien analizó una de las obras autobiográficas del escritor francés, El viento paráclito (1977), mediante la ponencia “Tournier y la inversión maligna y benigna”.
Rivas también invitó a los asistentes a acercarse a una de las obras más importantes en la trayectoria de Tournier, El rey de los alisos, novela subsecuente de su galardonada ópera prima titulada Viernes o los limbos del Pacífico, misma que retomara el mito de Robinson Crusoe y fuera merecedora de la distinción del Gran Premio de Novela de la Academia Francesa.
Los trabajos literarios de Tournier están influidos en gran medida por sus constantes estancias en Alemania durante su infancia y adolescencia, específicamente en Berlín, donde presenció un periodo caótico y oscuro: el nacimiento y desarrollo del movimiento nacionalsocialista y el auge de la ocupación militar nazi en varios países de Europa, entre ellos Francia. Durante dicha movilización, la familia Tournier fue desalojada de su casa, situación que los llevó a vivir en Neuilly-sur-Seine.
Durante su estancia en aquel lugar, con muchas dificultades concluyó sus estudios preparatorios en el Instituto Pasteur, sitio en el
que fue un estudiante poco regular y considerado de mediano aprendizaje por sus profesores. No obstante, fue allí donde comenzó su gusto por la filosofía de la mano de Maurice de Gandillac.
A su vez, Alfonso Colorado lamentó el reciente fallecimiento del escritor francés y mencionó que Tournier es una de las figuras más significativas de la literatura francesa de la segunda mitad del siglo XX. Asimismo, reconoció la importancia del carácter interdisciplinario de sus lecturas, que abarcan temas de antropología, sociología, economía y arte.
Colorado Hernández subrayó la diferencia entre leer a los grandes autores y releerlos años después, acción que conlleva a la reflexión, desde la óptica de otros tiempos, sobre las lecciones que presenta cada una de las lecturas a través de las distintas generaciones.
Para finalizar, Rodolfo Mendoza compartió su interés por las obras de Tournier, entre las que mencionó: Viernes o los limbos del Pacífico, El urogallo, La gota de oro, El rey de los alisos, El árbol y el camino y El vuelo del vampiro, esta última se trata de una recopilación de una serie de 50 escritores que marcaron la vida y obra del autor francés, entre muchas otras.
Mendoza Rosendo leyó fragmentos de algunos textos de Tournier abordando distintas temáticas, inclusive algunas dicotomías como la vida y la muerte, el hombre y la mujer, los perros y los gatos, y su constante reflexión y análisis del amor y la amistad, así como su gran admiración por la inteligencia de los animales, a los que consideraba superiores a los seres humanos.
Tournier criticaba el papel de la mujer a mediados del siglo XX, una mujer controlada, reducida a un mueble o electrodoméstico más por los hombres de aquella época, por lo cual Mendoza Rosendo citó la expresión de Karl Marx: “La mujer es el proletariado del hombre”; no obstante, también mencionó que poco a poco este personaje tan maltratado a lo largo del tiempo se ha abierto camino y afortunadamente cada vez tiene más notoriedad en la escena pública a nivel mundial.