Año 15 No. 655 Octubre 10 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Silvia del Amo dejó gran legado para el cuidado de los recursos naturales

Contenido 29 de 46 del número 655
Se forjó como una lideresa cuando la equidad de género no figuraba en la sociedad

Se forjó como una lideresa cuando la equidad de género no figuraba en la sociedad

Katia Romero León

Katia Romero León

Jesús Dorantes López

Jesús Dorantes López

Pedro Ernesto del Castillo Cueva

Pedro Ernesto del Castillo Cueva

José Antonio Hernández Azuara

José Antonio Hernández Azuara

 

En ello coincidieron alumnos, académicos, funcionarios públicos y empresarios

Sensibilizó a sus estudiantes para trabajar con comunidades indígenas

Karina de la Paz Reyes y David Sandoval

Silvia del Amo Rodríguez, investigadora adscrita al Centro de EcoAlfabetización y Diálogo de Saberes (EcoDiálogo), quien falleció el 5 de octubre, gozó de una activa y prolífica vida dedicada a la ciencia, en la que convivió con gente del campo en diversas regiones del país y la entidad, al igual que con investigadores de primer orden, científicos y alumnos.

Académicos que fueron sus alumnos, así como colegas, funcionarios públicos y empresarios que trabajaron con ella, coincidieron en que su fallecimiento es una gran pérdida para la sociedad, pues se trata de la autora de un vasto legado dedicado al manejo de los recursos naturales, sobre todo en zonas indígenas de la entidad.

Katia Romero León, coordinadora de la Maestría en Economía Ambiental y Ecológica de la Facultad de Economía, destacó la labor académica que Silvia del Amo realizó con estudiantes de esta disciplina, el
acercarlos a temas como el manejo de los recursos naturales y sensibilizarlos a trabajar con comunidades indígenas, pues son las poseedoras del conocimiento tradicional, el que está más allá del sistema económico.

“Me tocó trabajar con ella en Zozocolco, Papantla y toda la parte Totonaca; como economista no tenía la sensibilidad en estos temas. Básicamente la Maestría en Economía Ambiental y Ecológica surge por economistas que convivimos mucho con ella y nos permeó con la idea e importancia del manejo de los recursos naturales junto con las comunidades indígenas.

”Varios de los economistas que convivimos con ella llevamos ese pensamiento a otras áreas, que era lo que ella veía importante: no quedarse en una sola disciplina, como la biología o ecología, sino trascender al trabajo interdisciplinar y transdisciplinar.”

Reiteró que para Silvia del Amo el conocimiento transdisciplinar, así como el diálogo con las comunidades indígenas, era lo más importante, pues creía que no se podía avanzar en el cuidado del medio ambiente si se partía sólo del ámbito político o económico.

Además, subrayó Romero León, se trató de una líder que se forjó cuando la equidad de género no era un tema notable en el ámbito público.

“Como mujer le debemos un reconocimiento por todos sus logros a nivel nacional, pues destacó en cargos gubernamentales y académicos. Fue una lideresa en aquellos años que la mujer no tenía un lugar importante en la sociedad. Logró llegar a puestos relevantes, a tener un discurso importante, cuando la mujer no estaba tan presente.”

Todos esos logros fueron fruto de su trabajo, que estaba basado en la ciencia aplicada en comunidades indígenas, donde pasaba semanas consecutivas dedicadas al desarrollo de diversos proyectos enfocados al manejo de recursos naturales.

“Ella le daba importancia a la ciencia aplicada, no creía en la ciencia teórica, encerrada y frente a una computadora; lo importante era trascender a la aplicación, lograr un beneficio en comunidades indígenas.”

La académica de la UV insistió en que la visión de Silvia del Amo debe continuar: “El manejo de los recursos naturales no tiene que venir de arriba, de una política nacional o internacional, sino de la propia localidad”.

Por su parte, José Antonio Hernández Azuara, delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en Veracruz, opinó que Del Amo Rodríguez fue un baluarte para el país y para Veracruz en sí, pues sus conocimientos sobre la agroforestería (combinación de la agricultura con los bosques) marcan una línea de trabajo permanente sobre cómo abordar los temas de la deforestación con una visión humana.

“El recuerdo que tengo de ella es en Pajapan haciendo una exposición majestuosa sobre lo que era el trabajo con los grupos indígenas y la producción forestal acompañada de los cultivos de palma camedor y frutas. Un sistema que se acomoda a la cosmovisión indígena, pero que también está alineada a las posibilidades del mercado”, relató.

Además, la describió como una mujer “recia, de carácter fuerte, que nunca pactó a medias y decía las cosas abiertas o mejor callaba para no pecar de imprudente, pero cuando las decía, lo hacía con fuerza”. Remarcó el hecho de que “dejó sembrados muchos alumnos en Veracruz”.

El titular de la Semarnat en la entidad expresó su desconcierto por el fallecimiento de Silvia del Amo, lo lamentó y deseó que su legado perdure. “Espero que tanto la academia como el sector público y las organizaciones campesinas tengamos a bien compaginar la información que ella generó y tenerlo como un gran legado para Veracruz y para México”, dijo.

En tanto, Pedro Ernesto del Castillo Cueva, quien se ha desempeñado en varias funciones públicas en la entidad, expresó que Silvia del Amo fue una precursora del cuidado del medio ambiente en el país, junto con José Sarukhán Kermez y Arturo Gómez Pompa, entre otras destacadas personalidades en la materia.

“Recuerdo que ayudó mucho a la administración de la Secretaría de Agricultura con sus conocimientos y en un ambiente ya no de choque con el sector productivo, sino de suma. Fue una gran personalidad y lamento muchísimo su pérdida. Fue un gran personaje. Dejó un gran legado y representa una gran pérdida para Veracruz y todo el sector ambiental de México”, añadió el también Director del Corporativo Ciclo Verde.

Jesús Dorantes López, académico de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la UV, comentó que conoció a Silvia del Amo hace varios años, cuando era parte del equipo de trabajo de Gómez Pompa (considerado uno de los más destacados científicos del país). Posteriormente, fue testigo de proyectos que desarrolló en la región de Los Tuxtlas y Papantla.

“Silvia del Amo trabajó mucho con Gómez Pompa en el Programa de Acción Forestal Tropical. Hicieron muchas publicaciones y varios proyectos. Después, tuvimos encuentros fructíferos cuando fui director Forestal, ella encabezó varios programas en Los Tuxtlas. Cuando me correspondió estar como gerente de la Comisión Nacional Forestal en la región Puebla-Veracruz, ella estuvo incorporada con varios proyectos en la región de Los Tuxtlas y Papantla, siempre trabajó muy fuerte”, rememoró.

Dorantes López insistió en que la académica dejó un legado invaluable e importante, el cual obtuvo un reconocimiento por parte de la comunidad universitaria al nombrarla integrante de la Junta de Gobierno de la UV.
“Fue una mujer muy fuerte, de un carácter muy recio, pero de una humanidad muy especial. Seguramente dejó un enorme recuerdo y una huella fundamental en los jóvenes que formó”, concluyó.

Una vida dedicada a la ciencia
Del Amo Rodríguez realizó sus estudios profesionales en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), específicamente en la Licenciatura en Biología de 1963 a 1966, y obtuvo mención honorífica por su tesis “Estudios biosistemáticos en especies de ambrosía”.

Posteriormente, de 1972 a 1976 fue becaria de la Dirección de Formación de Personal Académico de la UNAM y del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de 1976 a 1978, obteniendo su Doctorado en
Ciencias, con especialidad en ecología, con la tesis “Crecimiento y regeneración de especies primarias de selva alta perennifolia”.

Realizó cinco estancias posdoctorales en el Departamento de Botánica de la Universidad de Harvard, en el Departamento de Farmacognosia de la Universidad de Purdue, Indianápolis, y en Brasil, Venezuela y Colombia para conocer acerca de la silvicultura tropical; también visitó el Institute of International Education, en Washington, Estados Unidos.

“El conocimiento empírico juega un papel importante en la recuperación de áreas no sólo para la conservación, sino especialmente para proyectos productivos y de restauración ecológica”, expresa en su página personal de la UV.

Algunos de los reconocimientos que recibió fueron el Diploma del Instituto Nacional de Investigaciones sobre Recursos Bióticos (Inireb) por 12 años ininterrumpidos de actividades en esta institución.

Fue galardonada por la Universidad Autónoma de Yucatán, en el XII Congreso de Botánica, por su contribución al desarrollo de la botánica en México y especialmente por la formación de la Red de Conservación de
Germoplasma con grupos campesinos; asimismo, recibió el reconocimiento de la Cátedra Patrimonial “Dr. J. Figueroa Balvanera” de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Del Amo Rodríguez formó parte de diversas organizaciones y asociaciones civiles como la Sociedad Botánica de México, el Consejo Nacional para la Enseñanza de la Biología, A.C., la Sociedad Latinoamericana de Etnobotánica, la Federación Conservacionista Mexicana, la Academia de Ciencias Forestales, del Consejo Directivo de la Reserva Ecológica “El Edén”, A.C., y de la Academia Mexicana de Ciencias.

En la Universidad Veracruzana fue miembro de la Junta de Gobierno, de 2008 a 2013.

Su desempeño profesional comenzó como ayudante de profesor en la Facultad de Ciencias de la UNAM, de 1967 a 1972; investigadora en el Inireb, de 1975 a 1987; investigadora del Centro de Estudios Estratégicos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Campus Ciudad de México, en el 2000.

En 2003 ingresó al claustro de la UV como investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales, donde desarrolló diversos proyectos como “Establecimiento de un módulo experimental de especies riparias”, con apoyo del Fondo Sectorial Conafor-Conacyt, “Establecimiento de indicadores de bienestar”; “Veracruz con tres estudios de caso en el norte, sur y centro del estado”, con recursos del Fondo Mixto del Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo

Tecnológico (Coveicydet, antes Covecyt), así como “Establecimiento de jardines frutales campesinos”, con apoyo de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y el Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

Realizó también los proyectos “Paisaje cultural y selección de campesinos líderes en el conocimiento de sistemas tradicionales de cultivo” y “Base de datos de frutales” con apoyo del Fondo Mixto del Coveicydet.
En 2012 la investigadora se integró al Centro EcoDiálogo de esta casa de estudio, y formó parte del cuerpo académico Manejo y Conservación de Recursos Bioculturales, con el objetivo de promover el desarrollo, restauración y conservación de recursos bioculturales en el trópico mexicano.

Entre los diferentes cargos que ocupó se cuentan: jefa del Proyecto Regeneración de Selvas del Inireb (1975-1978); jefa del Programa Estudios Ecológicos Básicos también en el Inireb (1979-1982); asesora de la Subsecretaría de Ecología de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (1982-1984).

Asimismo, fue Directora Adjunta de Conservación Ecológica del Inireb de 1983 a 1984; ocupó el cargo de Subdirectora Ejecutiva de PRONATURA en 1988.

Fue Secretaria Académica de la Unidad de los Ciclos Profesional y de Posgrado del Colegio de Ciencias y Humanidades en la UNAM, de 1989 a 1991; fungió como Vicepresidenta de la Federación Conservacionista Mexicana, de 1989 a 1992; fue miembro del Consejo Consultivo del Inireb, de 1993 a 1994.

Trabajó como Vocal Ejecutiva del Plan de Acción Forestal Tropical de México, adscrito a la Subsecretaría Forestal y de Fauna Silvestre de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), de 1991 a 1994. Fue también Directora General del Programa de Acción Forestal Tropical, A.C., y posteriormente Presidenta de dicha asociación civil.

Silvia del Amo escribió más de 60 artículos arbitrados, así como capítulos de libros y dos libros de su autoría. Cabe destacar la publicación de manuales campesinos elaborados en colaboración, entre ellos: “Manual de actividades de conservación y de recuperación de las especies para los comités municipales”, editado por el Programa de Acción Forestal Tropical y el Consejo Estatal de Fomento a la Investigación y la Cultura; “Manual de actividades de conservación y de recuperación de las especies para los comités municipales”, editado por el Gobierno del Estado de Yucatán y el Programa de Acción Forestal Tropical.

Publicó también el “Manual de sistemas agroforestales” en la serie Cuadernos por la Tierra Proaft, A.C., editado por el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza y el manual “Manejo y enriquecimiento de acahuales”.

Para la serie Semblanzas de Tele UV, relató que su interés por la biología comenzó en la secundaria y la preparatoria, gracias a los profesores que tuvo.

“No fui una niña que anduviera detrás de los animales”, reconoció, “era bien comportadita en la escuela pero la biología se despertó realmente en la preparatoria”.

Refirió en dicha ocasión la importancia de la colaboración con Arturo Gómez Pompa, destacado investigador y fundador del Citro, quien conjuntó un equipo de trabajo para estudiar la selva en la región de Los Tuxtlas durante 10 años y cuyos resultados fueron publicados en dos libros compilados en Rain Forest Regeneration and Management. Man and Biosphere Series. Vol. 6, editados por la UNESCO en París y que fueron considerados como un parteaguas en la temática de regeneración de selvas en México y en Latinoamérica.

Su enfoque hacia la investigación situaba como preponderante comprender y analizar los recursos bioculturales, aquellos que tienen significado para la población local, como enfatizó en la entrevista.

Uno de sus últimos proyectos incorporaba la restauración ecológica en la zona de Papantla, habiéndose integrado a los consejos rurales de desarrollo sustentable como consejera.

Asimismo, había desarrollado un modelo biocultural en pequeña escala que tiene la capacidad de aplicarse en las comunidades, por ello trabajó en la región totonaca recuperando los saberes de estas formas tradicionales de cultivo.

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