José Antonio Hernanz, Filiberta Gómez y Rosío Córdova
Carlos Hugo Hermida Rosales
El Coloquio “Cuerpos, violencias y vulnerabilidad en espacios de riesgo”, realizado por el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), fue inaugurado el miércoles 5 de octubre con la participación de Edgardo Buscaglia, presidente del Instituto de Acción Ciudadana para la Justicia y la Democracia, A.C., quien declaró que la clase política es la delincuencia organizada más grande de México y que el lavado de dinero proveniente de ésta supera al del tráfico de drogas.
A través de un videomensaje, el analista internacional especializado en el estudio del crimen organizado compartió que en México, de forma similar a lo que ocurre en naciones como Afganistán y Nigeria, el Estado dejó de ser un generador de servicios públicos para convertirse en un botín de guerra que es usado por empresarios y políticos para hacer negocios.
Explicó que el debilitamiento sufrido por el Estado mexicano a partir de la década de los noventa hizo que redes criminales “dóciles” que eran gestionadas por éste, pasaran a controlarlo, lo cual trajo como consecuencia la desintegración del tejido social y la justicia se convirtió en el bien público más prostituido de México, las redes criminales colocan a gobernadores y alcaldes municipales, e incluso llegan a bloquear derechos humanos de la población como el acceso al agua.
Buscaglia enunció que cualquier periodista que escribe sobre la situación o activista que proteste por ella, se transforma en un desaparecido, misma suerte que corre cualquier persona que desafíe los negocios del poder. Y destacó que el 99 por ciento de las desapariciones forzadas en el país no están sujetas a ninguna investigación judicial.
Puntualizó que para salir de este régimen de terror, se debe implementar una serie de políticas públicas que ya han dado resultados en otros países que atravesaron una situación similar a la vivida en México.
Entre ellas se encuentran: la constitución de fiscalías y tribunales regionales especializados en delincuencia económica, la reducción o eliminación de las inmunidades y aforamientos para las personas que ocupan cargos públicos y la creación de unidades investigadoras de inteligencia financiera.
“Si naciones como Colombia, Italia e Indonesia lograron superar esta situación, México lo puede hacer con una sociedad civil unida, que realmente deseé un cambio y luche por él”, concluyó el analista.
La inauguración del Coloquio “Cuerpos, violencias y vulnerabilidad en espacios de riesgo” estuvo a cargo de José Antonio Hernanz Moral, director general de Desarrollo Académico e Innovación Educativa, acompañado por Filiberta Gómez Cruz y Rosío Córdova Plaza, directora e investigadora del IIH-S, respectivamente.