Año 16 No. 661 Diciembre 5 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

CIMI, semillero de músicos desde hace 35 años

Contenido 35 de 42 del número 661
Actualmente 280 niños toman clases en sus aulas

Actualmente 280 niños toman clases en sus aulas

La calidad de sus profesores le ha dado reconocimiento nacional e internacional

La calidad de sus profesores le ha dado reconocimiento nacional e internacional

Se imparten clases para 10 instrumentos

Se imparten clases para 10 instrumentos

También enseñan solfeo y coro

También enseñan solfeo y coro

Raquel López Libreros, coordinadora

Raquel López Libreros, coordinadora

María Palafox Olvera, maestra de solfeo y coro

María Palafox Olvera, maestra de solfeo y coro

 

Celebrará su aniversario con un concierto en Tlaqná, el 13 de diciembre

Paola Cortés Pérez

Durante 35 años, el Centro de Iniciación Musical Infantil (CIMI) ha formado a los niños en apreciación del arte a través de la enseñanza de la música y, en especial, ha sido semillero de ejecutantes profesionales.

José Patricio Mendoza Morales, profesor de coro por 33 años en el CIMI, recordó que llegó a impartir clases a los grados más avanzados del centro, así que fue testigo del egreso de la primera generación.

Antes de fundarse el CIMI se impartían talleres en el Teatro “La Caja”, con apoyo del Instituto de Música –ahora Facultad de Música–. Posteriormente, al ser nombrado Centro de Iniciación Musical Infantil, se mudó a las instalaciones que ocupa en la actualidad.

Compartió que desde su creación (el 5 de octubre de 1981) este espacio tuvo una solidez –como ahora– que le permitió cumplir con sus principales objetivos: educar a los niños para ser futuros músicos profesionales y/o para conocer el mundo del arte a través de la música.

“Para aquellos años, el CIMI fue un proyecto innovador. En el país, sólo la Escuela Nacional de Música ofrecía un ciclo infantil y la Universidad Veracruzana contaba con un centro de formación musical para niños”, resaltó María Lucía Palafox Olvera, maestra de solfeo y coro durante 30 años en la entidad académica.

Dijo que su llegada fue muy curiosa y fortuita. A pesar de su corta edad, 16 años, ya era estudiante de la Facultad de Música, de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen” e integrante del Coro de la Universidad.

“En la agrupación conocí a unos maestros, que entonces eran mis compañeros, quienes me invitaron a participar en el centro con cuatro horas de clases. Estaba muy feliz y fascinada, porque para mí se abrió todo un campo.”

En los próximos años, Palafox Olvera combinó los estudios con el trabajo como profesora de música y en el coro. Al final, decidió dedicarse a la educación musical en niños.

Reiteró que desde su creación a la fecha, el centro ha sido un proyecto que se ha extendido hasta alcanzar un reconocimiento nacional e internacional.

Las clases que ofrecía el CIMI en sus inicios eran principalmente de violín, guitarra, violonchelo, trompeta, oboe, clarinete, flauta transversa, además de solfeo y coro, las cuales eran impartidas por profesores egresados de la Facultad de Música.

“Los maestros siempre buscaban que los niños tuvieran un alto nivel, porque la mayoría de ellos serían los futuros músicos del estado y del país; por ello, participaban constantemente en certámenes locales y nacionales”, mencionó Griselda Hernández Bravo, analista en el CIMI desde hace 32 años.

Palafox Olvera externó que la escuela ha tenido un gran alcance a nivel nacional e internacional, esto le ha permitido crecer de manera exponencial; sin embargo, en los últimos años este crecimiento se ha visto limitado porque no se cuenta con suficiente espacio. “Seguramente sus fundadores no pensaron que tendría estas repercusiones”.

Más de tres décadas después
Aunque el CIMI aún es un semillero de músicos, ahora el trabajo es más dinámico, pues el objetivo es que todos los egresados sean personas que amen la música y la cultura, ya sea como ejecutantes o como público, apuntó Raquel López Libreros, coordinadora del centro.

En la actualidad, mencionó, el centro proporciona educación musical a 280 niños provenientes de diversos puntos de Xalapa y sus alrededores.

“Ahora se tiene un tronco común y se añadió la materia de Apreciación Musical, además de trabajar formalmente con diferentes agrupaciones musicales como las orquestas de flauta, de guitarra, de flauta dulce y de flauta transversa.”

El centro, resaltó, garantiza a los padres de familia que sus hijos reciben una buena educación, ya que los profesores cuentan con una excelente formación musical, “queremos que los niños disfruten su estancia, para que egresen personas que amen la música y la cultura”.
La convocatoria se publica cada año, a mediados de mayo. Los requisitos son que el niño tenga entre siete y nueve años de edad, presentar una constancia de estudios y el examen de aptitudes, “no es necesario tener conocimientos previos, sólo gusto por la música”, aclaró López Libreros.

Al día de hoy, indicó que se imparten clases de solfeo, coro, flauta dulce, violín, guitarra, arpa, piano, violonchelo, clarinete, saxofón, trompeta y percusiones.

Cuando el niño ingresa, explicó, debe elegir entre: solfeo y coro, solfeo y flauta o solfeo y percusiones. A partir del segundo semestre se añade la clase del instrumento seleccionado y en quinto semestre cursan la materia de Apreciación Musical.

Algunos de los profesores entrevistados externaron que en el CIMI se da una retroalimentación; los niños no son los únicos que aprenden, los docentes también lo hacen de la alegría, vitalidad e incluso de las ocurrencias de los infantes.

“Uno no deja de aprender, los niños tienen una chispa que contagian”, compartió José Patricio Mendoza Morales.
De igual manera, María del Rosario, profesora de violín, dijo que es satisfactorio trabajar con ellos, porque “somos testigos de la manera en que la disciplina les ayuda en su vida”.

“El CIMI permite que los niños no sólo tengan un desarrollo musical, también afectivo e intelectual”, añadió Mayra Jácome Romero, profesora de coro y solfeo.

En estos 35 años, el trabajo y esfuerzo conjunto ha logrado que el centro sea reconocido a nivel nacional e internacional, ejemplo de ello es que algunos de sus egresados laboran en Europa como músicos concertistas, estudian un posgrado, tocan en orquestas o como solistas, puntualizó Raquel López.

Mendoza Morales comentó que el centro atraviesa por una buena etapa, toda vez que se tiene el apoyo de la Coordinadora y hay unidad entre los profesores, esto ha traído resultados positivos.

“El mayor pago para un músico es la satisfacción de ver crecer a un niño y formar parte de grandes agrupaciones musicales como de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, donde calculo que casi un 40 por ciento de sus jóvenes pasaron por el CIMI.”

María del Rosario Gutiérrez Torres, quien ha laborado en esta entidad académica durante 28 años, dijo que es una fortuna que en el estado haya una escuela enfocada a la educación musical infantil, porque “la cultura es la base de una sociedad diferente”.

Para celebrar el 35 aniversario del CIMI, en diciembre se llevarán a cabo recitales en diversos foros culturales de la ciudad de Xalapa. El cierre del festejo, será el 13 del mismo mes en la Sala Tlaqná, donde tendrá lugar el concierto de aniversario a las 19:00 horas, la entrada será libre.

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