Año 15 No. 633 Abril 11 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Contexto e idioma moldean la identidad social 

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Participantes en la mesa "Lengua materna e identidad"

Participantes en la mesa «Lengua materna e identidad»

Agustín Castellanos Rodríguez

Los académicos de la Facultad de Idiomas, Maria Cornelis Antonius van Arnhem, Benoit Longerstay, Mitsuru Kurosaki y Paula Busseniers, así como la traductora Eileen Sullivan, abordaron la relación entre lengua e identidad en el marco del Primer Foro de Lenguas Maternas por el Mundo.

En la mesa redonda «Lengua materna e identidad», Benoit Longerstay destacó la importancia de la lengua sobre la identidad: «Es una relación fundamental, que nos define de forma casi exclusiva mediante un elemento constante en nuestra vida como lo es el lenguaje».

La lengua, añadió, «se encuentra en el centro de nuestras vidas, un descubrimiento tardío, hasta enfrentar otros elementos como lenguajes extranjeros.»

Eileen Sullivan identificó la naturaleza cambiante del concepto de identidad, influido directamente por el contexto en el que nos encontremos.

«Nuestro comportamiento y expresión están directamente influidos por la lengua del lugar donde estemos, en un espacio ajeno podemos expresar ideas que en nuestro lenguaje materno no podríamos, con una identidad que hemos adoptado del entorno».

Sullivan añadió que en cierto sentido todos partimos de una convergencia de lenguas maternas, regida por dialectos y sociolectos, construimos nuestra identidad tomando rasgos del lenguaje que queremos expresar.

«La discrepancia en el concepto de identidad permanece en la malinterpretación de éste como una herramienta de exclusión social, un instrumento al servicio de las cúpulas dominantes», agregó Longerstay.

Por su parte, Paula Busseniers comentó que la identidad puede encontrar diferencias dentro de una misma lengua, un claro ejemplo son los regionalismos y acentos distintivos. Sin embargo, esto no debe establecer posiciones excluyentes.

Antonius van Arnhem subrayó la posición dominante de ciertos idiomas sobre algunas lenguas maternas: «En ciertos momentos transformamos nuestra identidad por procesos imperiosos, adoptando culturas extranjeras para concretar nuestra expresión.

Ante estas relaciones de poder, Paula Busseniers puntualizó la generalización de ciertos idiomas en la historia: «En mi contexto puedo mencionar la inclusión del idioma francés en mi identidad belga, una cuestión que inquietaba la idea de pureza en la lengua. Estos procesos se presentan de manera cíclica, actualmente los dialectos son los que repercuten en la misma idea de pureza del lenguaje».

Los participantes de la mesa coincidieron en la necesidad de entender el lenguaje como un concepto cambiante y adaptativo, el cual repercute directamente en nuestra identidad moldeable.

Destacaron que la lengua evoluciona y ante esto las academias deben adoptar las influencias externas, lo cual no representa un problema. Además, se debe dejar de lado la absurda idea de pureza de la lengua.

No obstante, plantearon que si bien la hegemonía de una lengua puede acabar con las demás, esta cuestión debe ser regulada por acciones ciudadanas y políticas, para permitir que los idiomas crezcan pero sin dejar de reivindicar lo que se sabe comunicar desde el concepto de identidad.

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