Adolfo Castañón y Edgar García
Lucero Mercedes Cruz Porras
El primer Foro Editorial, organizado durante la XXIV Feria Internacional del Libro Universitario (FILU), ofreció cátedra sobre una de las vertientes más complejas en el circuito de publicación de obras literarias: la edición. Este ciclo de conversatorios, que se convirtió en un espacio muy afortunado sin antecedentes en su tipo, se celebró en la Galería AP de la Unidad de Artes, el viernes 28 de abril.
La última mesa de la jornada convocó la presencia de Adolfo Castañón –escritor, editor, crítico literario y miembro de la Academia Mexicana de la Lengua–, quien impartió la conferencia “Recuerdo de un traductor”, en compañía de Edgar García Valencia, titular de la Dirección Editorial de la UV.
El editor, entrañable amigo de la UV, abordó las virtudes e implicaciones del oficio editorial en México, que desde la aparición de la imprenta en el país ha constituido una figura vital para el acercamiento de la literatura a la sociedad y su impacto en la cultura nacional. A través de diversas instantáneas, postales coloridas de la cronología de la edición, de la labor del editor-historiador, plasmó el recorrido de instancias importantes en la consolidación de este oficio.
A propósito de las entidades destacables de esta trinchera, recordó la fundación de la Editorial UV, que desde 1957 se advirtió como una apuesta por las notas más altas de la cultura, cuyo mayor acierto, dijo, “fue la construcción de un catálogo hecho a medida humana”. Debido a estos atributos, “ha realizado durante 60 años una gestión sustantiva, casi de ingeniería, por trazar Xalapa como una ciudad editorial, en respuesta a las tendencias centralistas que sólo miran a las grandes capitales”, agregó.
Adolfo Castañón concluyó su intervención al hacer referencia a una característica especial de la Editorial de la Universidad Veracruzana, casa con la que ha sostenido una relación cercana desde hace varias décadas: “Dentro de su vertiginosa actividad, ha logrado establecer la convivencia de las humanidades, el pensamiento, la ciencia y el arte en un horizonte de legibilidad”.
En este sentido, finalizó, “este compás de publicaciones abrió la posibilidad de un diálogo enriquecedor y desde entonces ha dado continuidad a líneas temáticas fundamentales para la reflexionar acerca de la realidad de nuestros días”.