Año 14 No. 612 28 de septiembre de 2015 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Preservar el patrimonio requiere una identificación con el público 

Contenido 16 de 46 del número 612
Manuel Gándara Vázquez

Manuel Gándara Vázquez

David Sandoval Rodríguez

A través de la divulgación significativa es posible generar en el público una apreciación de patrimonio cultural con la que se sienta identificado, afirmó Manuel Gándara Vázquez, académico del posgrado en Museología de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

Al dictar la ponencia «Patrimonio cultural y divulgación» como parte de los festejos por el decimo quinto aniversario de la creación de la Licenciatura en Antropología Histórica, el investigador reconoció que el programa educativo es un esfuerzo innovador «que me parecería justo que se imitara en otros lugares, quizá a nivel de posgrado, creo que es un ejemplo a nivel de educación superior».

En su presentación el investigador mencionó que existen aproximadamente un millón 200 mil sitios arqueológicos en México y mil 200 arqueólogos, por lo cual el objetivo de preservar y proteger el patrimonio de México parecería una tarea imposible.

No obstante, durante el año pasado los sitios arqueológicos bajo resguardo del INAH registraron una asistencia de alrededor de 23 millones de personas; tan sólo con una vigésima parte que participara activamente en la conservación sería posible generar un cambio gradual en la percepción del público respecto al patrimonio, comentó.

Para realizar tan ambiciosa tarea es necesario, en primer lugar, contar con un modelo adecuado y eficaz que se articule en cinco ejes: la investigación; la conservación material y restauración; la protección legal; la socialización del valor patrimonial, y la planeación estratégica y administración.

El investigador expuso la «divulgación significativa» como una estrategia de comunicación y una forma de educación patrimonial que tiene como objetivo propiciar la comprensión y el disfrute profundo de los valores patrimoniales.

Refirió como ejemplo de un enfoque con divulgación significativa el trabajo realizado en colaboración con estudiantes y académicos de la Facultad de Antropología en el sitio arqueológico El Tajín, donde se estudió el tipo de público que lo visitaba y cómo era conceptuada su experiencia.

«Las personas que lo visitan salen maravilladas. Aplicamos muchas técnicas de estudio, entre ellas seguirlos en su recorrido; también aplicamos una nueva técnica llamada ‘mapas de significado personal’, donde vemos cuántas de las personas entrevistadas utilizan ciertas palabras y conceptos. Como resultado aparecieron: extraordinario, excelente, pirámides, vegetación y alguien dijo que era el sitio maya más bonito. Entonces algo falla.»

Gándara Vázquez expresó que «si lográramos convencer al 0.1 por ciento de los visitantes anuales de sumarse a la conservación del patrimonio porque le vieran un sentido, tendríamos 12 mil aliados nuevos cada año, 60 mil en cinco años».

Por último, destacó la necesidad de que las comunidades inmediatas se beneficien del valor histórico de los sitios a través de la demanda de servicios que generan: «Ésta es el área que menos ha trabajado el INAH, y si la gente no nos ayuda el patrimonio se va a perder».

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