Año 14 No. 582 Noviembre 18 de 2014 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Dinero ilícito ha minado al Estado: Daniel Barceló Rojas

Contenido [part not set] de 43 del número 582

Karina de la Paz Reyes

El jurista Daniel Barceló Rojas se pronunció por frenar la erosión del federalismo mexicano y en cambio fortalecerlo, porque desde hace unas décadas se ha centralizado. A su vez, propuso cómo hacer al sistema electoral menos vulnerable ante el dinero ilícito, «origen de la descomposición política en la que nos encontramos».

Barceló Rojas, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), impartió la conferencia magistral «El sistema electoral del federalismo», con la cual iniciaron las actividades del
5º Coloquio Iberoamericano «Estado constitucional y sociedad» el 6 de noviembre, organizado por el cuerpo académico Ratio Legis de la Facultad de Derecho.

Explicó la teoría del federalismo y cómo es que los estados son la circunscripción electoral básica; también habló del sistema electoral del federalismo «fiel de la balanza para regular las relaciones entre el gobierno nacional y los gobiernos de los estados» y su alteración.

Según él, al haber manipulado y erosionado el sistema electoral anclado en los estados, se ha configurado un sistema de elección del poder revisor de la Constitución –el Congreso de la Unión– «sumamente centralista».

De los 500 diputados que conforman la Cámara de Diputados, sólo 300 son electos por el principio de mayoría, el resto son de representación proporcional. «Estos 200 ya no responden a la sensibilidad territorial de los estados, sino
más bien a los dirigentes de los partidos políticos nacionales que les pusieron en la lista».

Lo mismo sucedió con el Senado de la República, donde se introdujo la figura de senador por representación proporcional que no representa a ningún estado del país.

Una de sus propuestas es que los partidos políticos, para ser considerados nacionales, tengan tres por ciento de representación probada en al menos dos terceras partes de los distritos electorales de mayoría. Actualmente se puede conseguir tal registro con sólo tener simpatizantes en una zona urbana, como la Ciudad de México o Monterrey.

Parte de su propuesta es suprimir la figura de los senadores de representación proporcional y exigir que los diputados de mayoría tengan efectivamente una implantación nacional.

La otra proposición es en función de disminuir el dinero ilícito en las campañas electorales: actualmente son 300 diputados federales de mayoría, si son ocho partidos políticos da un total de dos mil 400 candidatos a la Cámara de Diputados, quienes reciben prerrogativas generosas otorgadas por los contribuyentes y «muchos de ellos reciben dinero uno no sabe de dónde, dinero de origen ilícito, y eso mina al Estado mexicano».

De ahí que sugirió que se elijan a los 500 diputados por el método de representación proporcional, pues sería más barato, no se tendría que sufragar a los dos mil 400 candidatos, sino la plataforma electoral de cada partido político y es menos vulnerable para dinero ilícito.

A su vez, propuso que las legislaturas de los estados elijan a los senadores de la República para que haya una comunicación y los intereses de cada entidad estén bien representados en el Senado, pues actualmente hay antagonismos (en ocasiones el senador es de un partido y la legislatura y el gobernador son de otro).

Subrayó que hay omisiones importantes de los poderes federales en esta situación y lo ilustró con un ejemplo: desde el gobierno de Ernesto Zedillo se empezó a crear la policía federal y le han cambiado de nombre durante 15 años, con ese pretexto colocaron al ejército en las calles.

El jurista reiteró que es necesario fortalecer el federalismo y no erosionarlo: «Éste es un problema del Estado mexicano y no se debe partidizar ni estigmatizar al PRI (Partido Revolucionario Institucional), al PAN (Partido Acción Nacional), al PRD (Partido de la Revolución Democrática) o a Morena (Movimiento Regeneración Nacional). Es un tema muy serio en el que todos tenemos que participar para reconstruir la institucionalidad y gobernabilidad del Estado mexicano».

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