Año 15 No. 635 Abril 25 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Traductores deben desarrollar competencias culturales

Contenido 16 de 45 del número 635
Celia Cristina Contreras Asturias durante su exposición

Celia Cristina Contreras Asturias durante su exposición

Claudia Peralta Vázquez

La competencia cultural se considera una capacidad de interpretación y comprensión ampliamente ligada al saber ser y al vivir, es una tarea compleja que un traductor desarrolla al trasladar un texto a otro idioma, como una oportunidad de descubrir, conocer y comprender mejor la diversidad lingüística y cultural de la que formamos parte.

Así lo señaló Celia Cristina Contreras Asturias, profesora de la Facultad de Idiomas, al impartir la ponencia “Competencia cultural del traductor” en el Seminario Nacional de Investigación “Vocabulario indispensable para el debate en los estudios lingüísticos y de traducción en los procesos educativos”.

El evento fue organizado por los cuerpos académicos (CA) Estudios Interculturales y Lingüística y Traducción, adscritos al Instituto de Investigaciones en Educación (IIE), y tuvo lugar en el Salón Azul de la Unidad de Humanidades el 14 y 15 de abril.

La titular de la experiencia educativa (EE) Traductología, indicó que hay varios campos, debates y propuestas teóricas para definir de mejor manera y comprender el funcionamiento y desarrollo de la competencia cultural.

Sin embargo, desde el campo de la didáctica de lenguas extranjeras como de la traducción, se describe a la competencia cultural como la capacidad para interpretar hechos culturales y comprender las redes del significado implícitos en una comunidad determinada.

Destacó que los estudios sobre la competencia cultural en el campo de la traducción y didáctica de lenguas extranjeras son escasos, no obstante comparten aportes de algunas ciencias como: antropología cultural, sociología, sociolingüística, psicolingüística y semiología.

De esta manera, se puede comprender su desarrollo y funcionamiento desde dos puntos de vista: de la lengua materna y extranjera. En el primero, la competencia cultural se da de manera inconsciente, no sabemos en qué momento aprendimos o adquirimos nuestra identidad mexicana y visión del mundo.

En lengua extranjera, por el contrario, se desarrolla de manera consciente, pero también hay un proceso interesante que pasa de manera inconsciente a través de la interacción social y el contacto con el otro.

Por tanto, la competencia cultural en lengua extranjera es más compleja que en lengua materna, ya que pasa por los dos procesos: el de instrucción, es el que podemos controlar y analizar; y adquisición, es algo que escapa a las teorías que existen sobre su análisis.

Dijo que la lengua materna es un proceso de adquisición, está sometida a una visión del mundo asimilada de manera inconsciente, es una construcción arbitraria de nuestra realidad, ponemos en práctica un sistema de reglas implícitas, hay un rol del individuo como actor social, así como una ausencia de ansiedad en interacción social respecto al uso de la propia lengua, y un sentido de pertenencia a una comunidad.

Asimismo, la lengua extranjera no está sometida a una visión del mundo establecida, hay capacidad para juzgar al otro de acuerdo con el sistema de valores de nuestra propia cultura, construcción y toma de conciencia de la realidad del otro.

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