Asistentes al V Congreso Internacional de Educación Ambiental
Paola Cortés Pérez
La crisis ambiental a nivel mundial es también humanitaria, ya que el neoliberalismo ha impuesto la idea dominante de que la naturaleza es una mercancía que debe ser aprovechada y explotada al máximo, coincidieron los participantes del V Congreso Internacional de Educación Ambiental para el Desarrollo desde la Innovación, la Transdisciplinariedad y la Interculturalidad, al emitir la Declaración Veracruz por la Sustentabilidad.
El evento académico fue organizado por las facultades de Pedagogía y de Sociología del Sistema de Enseñanza Abierta (SEA), a través de los cuerpos académicos Educación y Trabajo, y Riesgos Socio Ambientales y Vulnerabilidad Social, así como por las universidades autónomas de Chapingo y del Estado de México.
En la declaratoria expresada durante el cierre de actividades, los participantes suscribieron que la educación ambiental debe replantear las bases teóricas, métodos y prácticas de enseñanza-aprendizaje y de intervención social, procurando un encuentro de saberes con los grupos de la sociedad civil y los movimientos socioambientales.
Asimismo, se pronunciaron por construir un lenguaje que promueva una educación ambiental abierta, crítica, transformadora y comprometida, con un enfoque de justicia ambiental y derechos humanos; impulsar desde la educación superior disciplinas que respondan a las problemáticas socioambientales, derecho ambiental, afectados ambientales, entre otras.
“Rechazamos el papel funcional y acrítico de la ciencia y su aplicación tecnológica como una solución única a los problemas ambientales actuales”, expresó Julia Tepetla, académica a cargo de leer la declaración.
Enseguida se informó que la sexta edición del congreso se llevará a cabo en la Universidad Autónoma del Estado de México, y que dicha declaratoria será publicada en el principal diario de circulación local.
Educación ambiental, arquitectura para el futuro
México es líder en los avances en el terreno de la educación ambiental en América Latina, afirmó Pablo Sessano, del Ministerio de Educación de Argentina, durante la clausura del congreso.
Comentó que la situación social y política ha propiciado que la educación ambiental no sólo sea una conducta didáctica para estudiar el estado de los ecosistemas, sino “una plataforma pedagógica para explorar la condición humana en medio de una biosfera convertida en una mercancía.
”Se asume como una arquitectura del futuro, no como componente del derrumbe, pues su esencia está en construir un horizonte ecológico y social, que es la mejor manera de sostener a los seres vivos.”
En tanto José Cruz Agüero Rodríguez, profesor de la Facultad de Sociología del SEA, dijo que en estos momentos de crisis ambiental por los que atraviesa México y América Latina es necesaria una educación ambiental crítica, “develadora de los intereses y valores que sustentan al sistema neoliberal, que sólo ve en los recursos naturales un bien económico”.
Jorge Chacón, profesor de la Facultad de Pedagogía, leyó las conclusiones del congreso, entre las que destacó: considerar el cultivo de traspatio como una opción para contrarrestar la crisis socioambiental ocasionada por el sistema neoliberal; la construcción desde la universidad de nuevas epistemologías con pertinencia ambiental; y retomar los saberes de los pueblos indígenas sobre el cuidado y convivencia con el medio ambiente.