Mesa “Refugio, asilo, inmigración y derechos humanos”
Paola Cortés Pérez
El desplazamiento interno de personas por cuestiones de violencia e inseguridad es una problemática mundial que debe ser atendida con igual insistencia que el tema de los refugiados y asilados, planteó Eli Rodríguez Martínez, investigador de la Universidad Iberoamericana, al participar en el V Seminario Permanente de Derecho Internacional del Anuario Mexicano de Derecho Internacional.
El evento académico organizado por la revista del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, tuvo como sede el aula magna de la Facultad de Derecho.
En la Mesa VIII “Refugio, asilo, inmigración y derechos humanos”, realizada el 4 de septiembre, participaron Eli Rodríguez, de la Universidad Iberoamericana; Gloria Fernández Arribas, académica de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, España, y Eufemia Sánchez Borja, de la Asamblea Nacional de la República del Ecuador.
En su intervención, Rodríguez Martínez precisó que se denominan desplazados internos a aquellas personas que se ven obligadas a refugiarse en otros estados dentro del país de origen, debido a que su vida, libertad e integridad se ven amenazadas y en peligro por la violencia extrema.
Narró que “las familias desplazadas enfrentan serios problemas económicos porque abandonan sus tierras o trabajos, no encuentran trabajos formales que les den una vida digna y decorosa.”
Señaló que en 2011, a nivel mundial hubo 10 millones de refugiados y 29 millones de desplazados internos. Para 2014, en Irak se registraron 2.2 millones de personas desplazadas; en Siria fueron 7.6 millones; en Ucrania alcanzaron 2.9 millones; en Sudán del Sur, 1.3 millones; mientras que en el Congo y Nigeria no se tienen cifras exactas.
Comentó que a partir de 2005, a nivel internacional se adoptaron tratados: protocolo sobre la protección y asistencia a los desplazados internos; protocolo de los derechos para las personas que regresan a sus lugares de origen (2006); y la Convención de Kampala sobre personas internamente desplazadas. “Estos tres tratados son regionales, y únicamente son para África”.
En relación con México, mencionó que al primero de enero de 2014 había 21 mil 663 refugiados y alrededor de 160 mil desplazados internos. “De esta última cifra se sabe que fueron más, pero no hay cifras oficiales”, lamentó.
En tanto, Gloria Fernández expuso el actuar del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en casos de refugio y asilo político.
Consideró que el TEDH y la CIDH comparten una misma línea de interpretación y actuación en el tema de asilo; quizá en lo relacionado con los derechos humanos de los refugiados existe una retroalimentación, lo que ha permitido tener un sistema que proteja a las personas perseguidas o que corran peligro en sus países de origen.
A su vez, Eufemia Sánchez analizó la construcción de la identidad y la ciudadanía en Sudamérica, desde la conformación del Mercado Común del Sur en 1991, hasta la creación de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Reiteró que la Unasur es una nueva generación de regionalismo, que busca hacer cambios en las legislaciones migratorias nacionales.