Agustín Castellanos y Carlos Hugo Hermida
En el marco del XXII Foro de Presentación de Documentos Recepcionales, organizado por la Facultad de Pedagogía, alumnas presentaron los trabajos que realizaron sobre neurociencias y práctica docente.
Ana Aurora Méndez Lugo expuso el tema «Impacto de las neurociencias en la práctica docente: problemas de memoria y atención», en el cual abordó cuestiones referentes a los déficits y problemas de recepción de información por parte de los estudiantes, en la cual ubicó la emisión de contenidos de los catedráticos como uno de los factores iniciales.
Recalcó la importancia de una conciencia por parte de los académicos respecto a lo implementado en los programas de estudio, en el sentido de que «deben incluir contenidos de calidad y no de cantidad, contenidos encaminados a la construcción del alumno».
La tesina fue valorada exitosamente por los lectores Erika Cortés Flores y Ángela Deveze Cardenete, académicos de la Facultad.
Posteriormente, Gabriela Solís Rosado presentó la tesis «Las neurociencias como apoyo en la práctica docente», bajo la observación de los académicos Aura Guadalupe Valenzuela Orozco y Jorge Revilla Fajardo.
A partir de la definición contemporánea de la neurociencia, Solís Rosado realizó una identificación de la problematización y categorización de las dificultades identificadas en la práctica docente.
Dentro de este universo de conocimientos referentes al cerebro, abordó inicialmente la conducta desde la tarea de la docencia.
«Desde la conciencia podemos explicar las acciones que llevamos a cabo, comprendiendo los procesos mentales a partir de los cuales percibimos, aprendemos y recordamos», expuso Gabriela Solís.
Asimismo, identificó los aportes de la neurociencia en el estudio de la memoria: «Se nivelan dos procesos y a partir de ellos los organismos procesan la información proporcionada por los sentidos, mecanismos capaces de formular conductas», agregó.
Basándose en teorías pedagógicas respecto a la emoción, dijo: «Para ubicar la atención en el salón de clases se puede presentar previamente algún factor provocador: problemas cotidianos y atmósferas de diálogo, con tiempo pertinente para desarrollar argumentos».
El objetivo de estas teorías, que parten de la conducta y la memoria, es incentivar soluciones de manera espontánea a través de elementos coherentes en la resolución de una controversia.
De igual manera, los ejercicios físicos representan una preparación para la facilitación del aprendizaje desde una dimensión personal. Estas prácticas deben ser coordinadas por el docente para constituir la dimensión social de la conducta y la realización del proceso enseñanza-aprendizaje a partir de la convivencia.
Apoyo a niños con bajo rendimiento
En el foro también participó Flor de Liz Castelán Aburto, quien presentó su trabajo de titulación «Apoyo de tareas a niños con bajo rendimiento escolar», en el que expuso la importancia de la familia y la escuela en el proceso educativo, ya que en la primera se adquieren valores y en la segunda se desarrollan destrezas.
«El trabajo de campo lo llevé a cabo en la cabecera del municipio de Tatatila, el cual cuenta con dos jardines de niños, una escuela primaria, una telesecundaria y un telebachillerato, en donde apliqué entrevistas y cuestionarios a los estudiantes y docentes», comentó Flor.
«Detecté que los jardines de niños necesitan mobiliario y material didáctico; la escuela primaria, un salón de cómputo; la telesecundaria y el telebachillerato, mejoras en la infraestructura. En el caso de este último, también se requiere orientación para que los jóvenes se motiven a continuar sus estudios en la universidad.»
Como parte de este trabajo, la estudiante organizó un club de tareas en las instalaciones de la biblioteca municipal, los viernes de 13:00 a 18:00 horas, y sábados y domingos de 9:00 a 18:00.
Dentro de éste se brindó apoyo a niños de educación preescolar y de primaria, en diversas asignaturas como español y matemáticas, incluyendo repasos generales antes del periodo de exámenes.
«En el club de tareas se incluyeron círculos de lectura, cuestionarios, repaso de tablas de multiplicar y pláticas sobre cuidado al medio ambiente; también se destacaron festividades como el Día del Niño y el aniversario del natalicio de Gabriel García Márquez», explicó la estudiante.
Con estas actividades se abordaron problemas como agresividad, hiperactividad y bajo rendimiento escolar; gracias a esto se logró que los niños subieran su nivel de comprensión y disminuyera la violencia, mejorando notablemente la convivencia con sus compañeros.
«En este trabajo apliqué los conocimientos pedagógicos adquiridos en mi formación en la Universidad, lo cual me ayudó a enfrentar problemáticas particulares», aseguró Flor Castelán.
«Como resultado de esto se mejoraron las capacidades y el rendimiento escolar de los niños; de igual manera, desarrollé mi formación profesional», finalizó la universitaria.