Paola Cortés Pérez
María Eugenia S. Quintero
La pintora María Eugenia S. Quintero, a través de la exposición Un mundo raro, busca visibilizar y dar voz a las mujeres, así como a la madre tierra. La muestra, inaugurada el 5 de febrero, está conformada por 15 acuarelas en gran formato, así como 20 cajas de artista en pequeño formato y puede visitarse en la galería mezzanine del Museo de Antropología de Xalapa (MAX).
“Consideré que es importante escribir mi historia como mujer y pintora, porque cuando empecemos a escribir nuestras historias vamos a reconocer la importancia que tenemos en el mundo y no permanecer ignoradas. Esto es más importante que el ego de ser una artista reconocida”, expresó.
El tema principal de la exposición, detalló, es el paisaje invertido y seco que representa lo que pasa en el mundo con la destrucción de la madre tierra, no es extraño que exista agresión hacia la mujer. “Son dos los elementos que quiero evidenciar: la naturaleza y la mujer. En algunas pinturas se pueden observar mujeres con las manos atadas e inactivas en paisajes áridos.”
La artista invitó a universitarios y comunidad en general a visitar la exposición, a darse dos minutos para observarla y dejar a un lado el celular: “Abandonen la hiperrealidad y observen más el mundo maravilloso que tenemos y que estamos desechando por pantallas ilusorias”.
Es un reto ser pintora María Eugenia S. Quintero comentó que ser mujer y dedicarse a la pintura es un verdadero reto, pero la disciplina y la constancia –que aprendió de su maestro Luis Nishizawa– le han ayudado a seguir adelante en lo que más le gusta, pintar en acuarela.
“Al trabajar con él aprendí el valor que uno debe tener como dibujante o pintor; que esta carrera se debe hacer sin esperar reconocimiento sino hacerla con mucha pasión y sin afán de lucro.” Al preguntarle si el pintor se hace o nace, respondió que se nace con la sensibilidad y con predisposiciones, pero debe aprender a ser constante y actualizar sus conocimientos sobre arte.
Respecto a la banalidad y comercio del arte, dijo: “Todo ya es un mundo del espectáculo, hasta los museos tienen que verse como centros comerciales, sensacionales en las propuestas, hacer dibujos con materiales inesperados, porque ahora el consumo es muy rápido”.
Reconoció que los artistas deben comunicar y expresar la realidad social, pero también es válido que se fijen en la belleza del mundo y de la naturaleza, “a mí me interesan los temas político-sociales, creo que no los traduzco de forma muy evidente, pero hay metáforas que aducen estas situaciones”.
La exposición Un mundo raro estará en la galería mezzanine del MAX hasta el 20 de marzo, abierta al público de martes a domingo, de 9:00 a 17:00 horas.