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Los conmemoró con la Novena sinfonía de Bruckner, obra de las preferencias de muchos instrumentistas

Jorge Vázquez Pacheco

Al cumplirse 87 años de existencia de la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX), la totalidad de los instrumentistas coincidió en que se viven momentos importantes en la organización y como parte integral de la Universidad Veracruzana.

Aseguraron que el sonido característico que ha conseguido este organismo ha sido posible gracias a la convivencia y trabajo a lo largo de generaciones, lo cual les permite abordar partituras tan complejas como la Sinfonía número 9 de Anton Bruckner, obra que fue seleccionada para el concierto de conmemoración el viernes 26 de agosto.

Las opiniones son por demás significativas y entre ellas se cuenta la de Adelfo Sánchez Morales, violinista de fila e hijo de quien fuera tubista de la
OSX durante muchos años. “Puedo decir que yo nací en la Orquesta; mi padre llegó aquí en 1944 y tuve la fortuna de que algunos de mis compañeros también fueran fundadores. Los logros han sido muy importantes a lo largo de tanto tiempo”.

Carlos Barquín, contrabajista conantigüedad de 38 años, comentó que no encuentra palabras para definir su sentir, al ver a su organización ajustar tan prolongado periodo vital.

El contrabajista Enrique Lara Parrazal dijo sentirse privilegiado de formar parte de una orquesta con tanta tradición. “Me siento con mucho ánimo para lo que haya por hacer más adelante”. Por su parte, el violonchelista Alfredo Escobar coincidió: “Estoy muy orgulloso, aunque siento que hemos perdido presencia en la Ciudad de México, nuestro trabajo ha sido muy local y necesitamos mayor proyección hacia otras latitudes nacionales”.

Eric Martínez Toy, ejecutante de la viola, mencionó: “Son 87 años de la sinfónica más antigua del país, historias que se cuentan de muchas generaciones y de muchos maestros que han desaparecido. Yo tengo 25 años en la OSX y doy gracias a Dios por ello”.

Carlos Villarreal, contrabajo, opinó: “Esta es una buenaetapa en la vida de la orquesta; nuestra sinfónica se merece su renombre, su sala de conciertos
y un repertorio en que ya se cuenta una obra tan grandiosa como la Novena sinfonía de Bruckner. Yo mismo soy un bruckneriano”.

El timbalista Rodrigo Álvarez no ocultó su satisfacción al saberse parte de una añeja tradición en las percusiones: “Es un orgullo contribuir a lo que significa en nuestra sociedad la OSX. Qué puedo decir cuando los nombres de Ernesto Martínez, Alvin Krueger y Jesús Reyes nutren una historia como ésta”.

Por su parte David Rivera, ejecutante de piccolo y flauta que ingresó a la OSX en 2014, dijo: “La orquesta continúa creciendo y mantiene su privilegiado nivel artístico, lo que significa una enorme responsabilidad para mí; me pusieron la estafeta a una altura elevadísima”.

El clarinetista Juan Manuel Solís se dijo muy afortunado de formar parte de la OSX, con una antigüedad de 17 años que le hacen sentirse parte de la misma: “Es un orgullo contar con una orquesta así, no sólo en Xalapa sino en todo el país”.

Inti Bullón, principal, de violas, indicó: “Le debo mi vida artística a la Sinfónica de Xalapa. Siempre he estado relacionado con ella, mi padre fue violonchelista y actualmente Jefe de Personal”.

Por último, Alain Fonseca, violinista, añadió: “Me ha tocado ver este proceso de renovación de personal, algo que se da de manera muy natural en todo, pero este
es un momento histórico y estoy muy contento”.

La audición de aniversario
Los instrumentistas guardaban plena conciencia del compromiso que representaba la ejecución de la Novena sinfonía de Bruckner, una obra madura y de proporciones inmensas. El autor fue organista en la iglesia de San Florián, en Viena, y su concepto sobre este terreno es perceptible en muchos momentos de su creatividad como compositor, ya que trató de trasladar la sonoridad y los ecos del órgano a la orquesta, mediante procedimientos como frases abiertas y prolongadas.

El viernes 26 de agosto, ante una sala Tlaqná asistida casi en su totalidad, la Orquesta Sinfónica de Xalapa –dirigida por Lanfranco Marcelletti– logró una intensa recreación, acentuada por el entusiasmo que muchos de sus músicos muestran hacia la obra del compositor citado.

Es necesario añadir que a esta exaltación se sumó el hecho de que se trató de una partitura que la OSX abordaba por vez primera en su historia.

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