Año 16 No. 678 Mayo 22 de 2017 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Morir y reencarnar bajo un manzano concluyó temporada

Contenido 11 de 39 del número 678
La obra aborda la sexualidad, el deseo y el impedimento para realizarlos (Fotos: Jorge Castillo)

La obra aborda la sexualidad, el deseo y el impedimento para realizarlos (Fotos: Jorge Castillo)

 

El montaje plantea un severo cuestionamiento en torno de la supervivencia del ser humano como especie

Jorge Vázquez Pacheco

Trabajar sobre la línea independiente suele ser difícil por la carencia de subsidios pero, a la vez, es la más satisfactoria, no hay censuras o prohibiciones que intenten coartar la libertad de expresión, los actores se encuentran en un terreno cómodo para mostrar el producto de su trabajo sin cortapisas.

Así lo expresaron los actores Geraldine Guerrero y Benjamín Castro, este último autor de la obra de teatro Morir y reencarnar bajo un manzano, la cual cerró temporada el domingo 21 de mayo en el Teatro La Caja.

En su publicidad, se indicó que “es un montaje que nos habla de la sexualidad, del deseo y del impedimento para realizarlos. Un remedio para el fin de los tiempos”.

 

¿Y qué quieren decirnos con ello? “Es una aproximación apocalíptica en torno de nuestra generación”, indicó Benjamín Castro, actor adscrito a la Organización Teatral de la Universidad Veracruzana (Orteuv).

“Debemos profundizar en la fractura generacional, cuyos efectos indican que como generación estamos a un paso de la autodestrucción. Para el desarrollo de la obra nos apoyamos en el tríptico de El Bosco, que inicia con la Creación, continúa con la derivación hacia el pecado y concluye con el Infierno. Nosotros iniciamos con el Infierno en que se convierte nuestra contemporaneidad.”

Geraldine Guerrero, académica de la Facultad de Teatro, indicó que sus actuaciones apuntan hacia el surrealismo de El Bosco, mediante una serie de textos que enuncian las contradicciones en las relaciones humanas. También es una exposición contra las hegemonías –patria, padre, patrón y demás– porque los movimientos surrealistas partían de ello.

“La sociedad actual no necesita respuestas; requiere replantearse las preguntas. Tenemos muchas noticias, pero no hay profundización sobre los temas. Por primera vez tenemos más información de la que podemos digerir, los medios nos inundan con estímulos que son superficiales y que se quedan en temas que poco educan y no mueven a la reflexión.”

Benjamín lanzó una observación demoledora: “Siempre ha habido conflictos y guerras, pero en el reloj atómico estamos a nada del final, a un paso de que nos destruyamos como especie. Una sola guerra será suficiente para ello”.

Cabe señalar que Morir y reencarnar bajo un manzano contó además con las actuaciones de Antonio Trejo y Víctor Hernández.

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