Año 16 No. 662 Diciembre 12 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Oficialía Mayor asesora y apoya en egreso

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Carlos Arturo Gómez Vignola, titular de la Oficialía Mayor

Carlos Arturo Gómez Vignola, titular de la Oficialía Mayor

 

Los títulos pueden extenderse en un breve lapso; la cédula profesional, que depende de la SEP, puede tardar más de cinco meses

David Sandoval Rodríguez

La Oficialía Mayor de la Universidad Veracruzana (UV) brinda validez legal a todos los documentos que expide la institución, resolviendo así las solicitudes que arriban de las regiones universitarias, además de ofrecer asesoría y agilidad en los trámites para los egresados.

En entrevista, Carlos Arturo Gómez Vignola, titular de la Oficialía Mayor de la UV, señaló que desde su nombramiento en 1999 se ha trabajado para hacer más eficiente el quehacer de la dependencia, buscando recortar los tiempos de entrega y facilitar a los universitarios la obtención del título profesional, siempre cuidando que se cumpla con los requisitos legales de la institución y con la legislación nacional.

Explicó que la expedición de título por parte de la Universidad es su responsabilidad, pero la expedición de cédula profesional compete a la Secretaría de Educación Pública (SEP) a través de la Dirección General de Profesiones (DGP), adscrita a la Subsecretaría de Educación Superior (SES).

“No es obligación de la Universidad tramitar la cédula profesional; de hecho, antes del año 2000 no se hacía, comenzó cuando llegué al cargo, mediante un convenio celebrado entre la UV y la Dirección General de Profesiones; me tocó iniciar eso y asimilar todos los cambios que se han implementado; ahora es un trámite que se realiza en línea, llevamos la solicitud en original, la firma del interesado también se tiene que capturar en línea, y el pago se realiza en el banco.”

Este trámite es en realidad un servicio que se ofrece a los egresados, “también nos beneficia porque sirve a la base de datos de eficiencia terminal”.

Recordó que cuando inició en el cargo, al año se tramitaban cerca de dos mil cédulas de egresados y ahora más de 10 mil, “como institución nos interesa que eso se mantenga”; asimismo, la expedición del título tenía una duración aproximada de nueve meses, después había que solicitar la certificación del acta de examen y actualizar la liberación del servicio social; el interesado viajaba a la Ciudad de México y el mismo día le entregaban la cédula.

Agregó que “la combinación de la exigencia de la cédula y el hecho de que hagamos un trámite conjunto de título y cédula” hace que el público lo perciba como un proceso en el que “nos tardamos mucho”.

Anteriormente, detalló, todos los trámites debían hacerlos los interesados en la Oficialía Mayor y viajaban de todo el estado hacia Xalapa. Ahora se canalizan a través de las distintas facultades y de las vicerrectorías, las cuales envían a sus gestores y así se logra un mejor servicio.

No obstante, en ocasiones las facultades no pueden resolver alguna cuestión relativa a los documentos y los universitarios tienen que acudir directamente a efectuar el trámite en la dependencia, donde se les brinda atención inmediata y, de ser posible, el mismo día reciben el documento solicitado.

El título puede entregarse en un tiempo corto
Carlos Arturo Gómez Vignola comentó que al día de hoy, el trámite de la cédula en la DGP puede llevarse de tres a cuatro meses o inclusive un mayor tiempo, como es el caso de las especialidades médicas, a lo que se suma el hecho de que en la actualidad en dicha dependencia se realizan ajustes a los procesos administrativos, “tiene tres meses que no otorgan cita para hacer el trámite personalmente”, refirió.

Respecto a la emisión de un título oficial avalado por la institución, es diferente porque puede entregarse en un tiempo corto, “lo podemos tener en seis u ocho días porque sólo hay que revisar la documentación, personalmente la reviso y la firmo para turnarla a la Secretaría Académica y la Rectoría; el trabajo se acumula y hay que venir a laborar sábados y domingos, particularmente en estas fechas de fin de año. Tengo que revisar todo a detalle para estar seguro de que no avalamos algún trámite que no cumpla con los requisitos legales”.

Gómez Vignola puntualizó: “Si a alguien le urge su título se lo imprimimos en media hora, y como las cédulas están tardando mucho, solicitan una constancia de que ésta se encuentra en trámite, incluso lo han solicitado algunos académicos de la UV para poder impartir materias”.

Previo a fungir como Oficial Mayor de la institución, el jurista fue Secretario Académico de la Facultad de Derecho, de 1992 a 1997, donde se familiarizó con los procedimientos, trámites y la importancia de revisar a detalle todos los documentos de los alumnos; en ese sentido, mencionó que en ocasiones se encuentran con certificados apócrifos de bachillerato y es hasta el trámite de titulación que se muestra la irregularidad.

“En la mayoría de los casos, los egresados tramitan un título por primera vez. En cambio nosotros tenemos muy claro lo que debe hacerse, cómo expedirles una constancia o una copia certificada del título, que les puede servir para algún trámite, incluso dentro del precio del título se considera la expedición de constancias provisionales”, agregó.

En cuanto a la DGP, recordó que hay trámites que se enviaron en junio y no han regresado, pero algunos más se hicieron en agosto y ya fueron entregados de vuelta a sus respectivas facultades, “esto quiere decir que no hay una seguridad de que la entrega de documentos va a ser en orden, no podemos decirle a los muchachos cuándo va a llegar su trámite y claro que esto genera su descontento”.

Explicó que de un tiempo a la fecha se comenzó a solicitar la cédula profesional, además del título, a quienes buscaban un empleo, ello en consonancia con la legislación del Distrito Federal, hoy Ciudad de México; no obstante, advirtió que la Constitución Política plasma en su Artículo 5 que en cada entidad federativa se establecerá cuáles son las profesiones que requieren de títulos, “no se mencionan las cédulas; también en todos los estados existe una legislación de profesiones y son muy pocos los que expiden sus propias cédulas, en los hechos se expiden a través de la DGP”.

Mencionó que para todos aquellos interesados en saber si alguien cuenta con una cédula profesional, es posible consultar por Internet en el portal http://www.cedulaprofesional.sep.gob.mx donde se ingresan los datos de alguna persona y aparece el registro oficial en caso de que exista.

La confusión generada en el caso del recién nombrado Secretario de Gobierno se debe a que cuenta con el título expedido por la institución pero todavía no cuenta con su cédula ni su registro. No obstante acreditó su titulación al obtener más del 50 por ciento de créditos de un posgrado, en este caso una maestría, por lo cual el Consejo Técnico de la Facultad avaló el trámite.

Trámites que tardaban un mes ahora se resuelven en un día
El quehacer de la Oficialía Mayor implica también la validación de documentos y la legalización de certificados, que puede estar lista en uno o dos días, e incluso en menos tiempo, detalló. “Si la documentación llega antes de las once de la mañana, el mismo día entregamos los certificados legalizados, como es el caso de las vicerrectorías, que traen los certificados temprano y se los llevan unas horas después a sus regiones, esto lo hacemos desde hace 15 años”.

En 1999 este tipo de trámites demoraba un mes, y dos años antes se tardaban cuatro meses, “varios certificados se devolvían para corregirlos porque se detectaban errores, así que se simplificó el formato y ahora es más fácil, es un porcentaje mínimo el que rechazan”.

Quizá este porcentaje se deba principalmente a los errores de captura de la Clave Única de Registro de Población (CURP), que es transcrita de forma equivocada. En otros casos son errores de captura dentro del sistema.

En ese sentido, advirtió que algunos egresados aplican el Examen General para el Egreso de la Licenciatura (EGEL) y lo aprueban, pero consideran que no es necesario hacer un acto protocolario y que ya están titulados, cuando la legislación del modelo rígido establece que se debe celebrar dicho acto.

“Como secretario de la Facultad padecí por la tramitología. La Oficialía Mayor tenía una pésima imagen porque todo era lento; en una ocasión realicé un trámite –una legalización del certificado y autorización del examen profesional– y el personal me devolvió documentos que yo sabía que eran necesarios, sin embargo al día siguiente me informaron que no procedía porque faltaba un documento”, recordó.

Ese trámite, que ahora se realiza en cinco días, podía llevar hasta nueve meses, a lo que se sumaba el hecho de trasladarse personalmente a la Ciudad de México para solicitar la cédula.

Asimismo, detalló que la buena relación que se tiene con la DGP surge de la disposición de la UV por tomar en cuenta los cambios que han realizado en la dependencia federal. En respuesta le son recibidas las solicitudes de cédula, a pesar de que al público en general por el momento no se le esté atendiendo, debido a los cambios administrativos mencionados.

“Tenemos una credibilidad y una colaboración estrecha, a pesar de que cambiaron en casi todas las instituciones, ya saben que nosotros somos confiables; además, nuestra gestora viaja cada ocho días para llevar documentación y creo que para junio del año próximo estaremos volviendo a los tiempos de respuesta anteriores que abarcaban entre cinco y seis semanas.”

Mencionó que en algunas otras universidades estatales, como en las de Nuevo León y Puebla, los trámites tienen una duración promedio de nueve o 10 meses y en otros casos, como en Aguascalientes, acuden sólo dos veces al año a la DGP, una a llevar solicitudes y otra a recoger las cédulas, “lo cual nosotros hacemos cada ocho días”.

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