Darién Alemán, Yuyultzin Pérez y Antoni Castells
Paola Cortés Pérez
Las fusiones musicales son un mecanismo de resistencia pertinente ante las formas estéticas hegemónicas, afirmó Darién Manuel Alemán Trujillo, alumno de la Facultad de Antropología, al participar en las Jornadas Universitarias sobre Música y Política, organizadas por el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación (CECC)
En la mesa “Identidades sonoras en el horizonte global: el movimiento jaranero contemporáneo”, efectuada el 18 de mayo, Darién Alemán opinó que existe una especie de “canibalismo cultural”, producto de la globalización, ante el cual es posible construir una identidad sonora glolocal.
En este ejercicio académico también participó Yuyultzin Pérez Apango, de la Facultad de Historia, quien aseveró que la llegada de los medios de comunicación a las comunidades ha provocado que los pobladores consuman música de otros géneros, ajenos al son tradicional.
Yuyultzin Pérez comentó que el son tradicional está relacionado con las prácticas rituales de las comunidades, especialmente con las ceremonias agrícolas, como lo mostró la investigación que realizó en la localidad El Humo, municipio de Tepetzintla.
En su oportunidad, Rafael Figueroa Hernández, investigador del CECC, dijo que la globalización tiene más beneficios que peligros y puede aprovecharse para impulsar el son jarocho, transformándolo y manteniendo sus raíces fuertes y firmes.
“Si suena diferente, se crean nuevas maneras de ejecutarlo y socializarlo, porque hasta cierto punto lo respetan y lo quieren”, finalizó el académico.
Las Jornadas Universitarias sobre Música y Política se efectuaron en el CECC, del 17 al 19 de mayo, coordinadas por el investigador Alfonso Colorado Hernández; la mesa 4 “Identidades sonoras en el horizonte global: el movimiento jaranero contemporáneo”, fue moderada por Antoni Castells.