Año 15 No. 622 Diciembre 7 de 2015 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Fotografías y artesanías de Coyolillo, en Alemania

Contenido 43 de 48 del número 622

Diana Morales Ocegueda, maestra en Estudios Latinoamericanos por el Instituto Latinoamericano de la Universidad Libre de Berlín, Alemania, presentó el 13 de noviembre en la Galería Luna Sol de la ciudad alemana, fotografías y máscaras de la comunidad de Coyolillo, Veracruz, que obtuvo durante una estancia de campo en esta población en 2014.

Imagen integrante de la muestra

Imagen integrante de la muestra

El material estuvo en exhibición por tres semanas, como parte de la exposición colectiva de artistas latinoamericanos Vicky Prieto und Fotoaustellung (Vicky Prieto y exposición fotográfica). Cabe mencionar que dicho trabajo lo realizó en Coyolillo para completar su tesis de maestría.

Cada año, durante una semana en febrero o marzo, la comunidad de Coyolillo, municipio de Actopan, celebra un carnaval no religioso cuyos orígenes se relacionan con las costumbres de personas afrodescendientes durante y después de la época colonial.

Además de su importancia histórica, esta fiesta es de importancia cultural debido a sus elementos materiales, principalmente máscaras y disfraces, y al simbolismo y la función social e individual de los mismos, entre otros factores. La instalación constó de 10 fotografías que muestran a personas disfrazadas durante el carnaval de 2014, y dos máscaras talladas en madera realizadas por los artesanos Octavio López Zaragoza y Fructuoso López.

Las máscaras son una característica particular del disfraz típico del carnaval y los motivos principales son animales, hombres y diablos.

De los dos ejemplares en exhibición, uno tiene la forma de cabeza de toro y otro tiene cuernos naturales, tallado en forma de cabeza de chivo. Las fotografías se encuentran montadas en marcos de materiales como madera, cartón y corcho.

El trabajo pretendió mostrar la función social e individual del disfraz, en cuanto a que éste hace posible la interpretación de diferentes roles por quienes lo portan.

Al mismo tiempo, la ausencia de nombres y caras se pensó como una manera de recrear la sensación impersonal que los disfrazados causan a los espectadores que asisten a la celebración.

Al final de la exhibición, Diana Morales agradeció a la familia del señor Octavio López Zaragoza, a la familia Reyes Galindo y a los habitantes de Coyolillo, ya que sin su apoyo y aceptación este trabajo no habría sido posible.

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