Written on: June 21, 2017

In: Books by Elisa Coleclough

Hola Celia, muy buenos días y te damos la bienvenida a nuestro blog www.elicoleclough.com y agradecemos el tiempo que nos dedicas para esta entrevista. Te consideramos un ejemplo a seguir en muchos aspectos, mujer, investigadora, doctora, escritora, profesionista, tu trayectoria en el Centro de Estudios de la Cultura y la Comunicación de la Universidad de Veracruz. Nos encantan las novelas históricas basadas en lideres femeninos de la historia de México como: Hollywood era el Cielo (2014), Las Mujeres de la Tormenta (2012), Leona (2010), No me Alcanzara la Vida (2008), Adictas a la Insurgencia (2007)

EC. Nos gustaría que nos comentes un poco sobre qué te ha motivado a escribir novela histórica con personajes femeninos como protagonistas, o de cómo eliges al personaje del cual vas a escribir. ¿Qué es lo que más te atrae para poder llevarlo a tus libros?

CD. Es un gusto poder participar en tu blog y contarles un poco a los lectores cómo ha sido mi trayectoria en la escritura. Aunque desde chica escribía cuentos y poemas y aún novelas románticas, mi primera novela en serio la comencé a escribir después de haber egresado de la carrera de Letras en la Universidad de Guadalajara y de haberme iniciado en la investigación histórica de los impresos del siglo XIX. Así me enamoré de la historia y de los personajes que comencé a investigar. Mi enamorado del siglo XIX fue entonces el coronel Miguel Cruz-Aedo, poeta y luego soldado a favor de la reforma. Me impactaba su personalidad, su valor para escribir y pronunciar sus discursos en contra de los abusos de la iglesia. Me enamoré de sus poemas románticos y hubiera querido remediar, impedir su trágica muerte en Durango en 1859. De esa investigación que fue mi tesis de licenciatura, nació mi novela No me alcanzará la vida que se publicó en 2008. En vísperas del bicentenario, comencé a investigar sobre las mujeres que participaron e la Guerra de Independencia y aunque encontré a muchas, muchísimas, la que más me impactó fue Leona Vicario y por eso escribí Leona, publicada en 2010 y de las otras, hice pequeños relatos a caballo entre la ficción y la historia, que están contenidos en Adictas a la Insurgencia, publicado el mismo año, que así era como se llamó en la época e estas mujeres, era el delito por el que se las condenaba a la horca o a la cárcel. Viviendo en Veracruz, un estado con una larga historia y una fuerte influencia de la cultura africana, que siempre ha sido muy negada en México, inicié una investigación sobre las mujeres que habían sido condenadas por brujería por la inquisición. Así y con el rescate de leyendas regionales, ensalmos, oraciones y prácticas de la cultura popular, nació en 2012 Las Mujeres de la Tormenta, que narra cinco siglos de historia de esas mujeres silenciadas en Veracruz. Y finalmente, por una casualidad me encontré con la figura de Lupe Vélez, una actriz de los años 40 que triunfó en Hollywood y cuya fama en aquellos años fue enorme; a pesar de ello, ahora muy poca gente la recuerda. Por eso escribí Hollywood era el cielo, sobre la vida de esta diva. Puedo decir que mis novelas tienen en común el esfuerzo por rescatar personajes, sobre todo los femeninos, que no han sido suficientemente valorados por la historia tradicional o que por alguna razón han sido olvidados. La historia de las mujeres hasta hace muy poco tiempo era aún cuestionada y ha tenido que abrirse paso a golpes dentro e la historia tradicional que tiende a ningunear los hechos de las mujeres por “poco relevantes”, o a convertirlas en heroínas de bronce, muy lejos del común de las mujeres, que no nos sentimos identificadas con ellas.

EC. Cuando escribes una novela, hay muchísima investigación detrás de cada una, ¿Nos puedes contar que te ha sorprendido más y de que personaje durante tus investigaciones? (i.e. Algo que tu no supieras, pero el saberlo te impactó).

CD. Cada una de las novelas ha sido el resultado de una investigación minuciosa con las fuentes a las que he tenido acceso. Y en todas ha habido cosas que me han sorprendido. De Leona me sorprende mucho la mayor parte de su vida: cómo pudo haber leído los libros que leyó, cómo pudo vivir sola a fines del siglo XVIII, acompañada por sus criadas, cómo pudo recorrer enormes distancias a pie, sin estar acostumbrada a ello y parir en una cueva, después de haber sido niña mimada de la élite novohispana. Me ha sorprendido su carácter para enfrentar a las autoridades y sobre todo, me sorprendió mucho que no nos hubieran enseñado estas cosas desde la primaria. De las mujeres afrodescendientes de Veracruz me sorprendió la capacidad de resiliencia que tuvieron frente al control de los españoles y mestizos. Me encantaron los ensalmos y hechizos preparados para cosas tan simples y conmovedoras como “amansar al marido” y que ya no les pegara. Y finalmente, yo no tenía idea de que Lupe Vélez existiera, que hubiera sido capaz de ser un modelo a seguir para las adolescentes latinas en los Estados Unidos, ser amante de Gary Cooper y haberse casado con Johnny Weismuller, el primer y más famoso Tarzán.

EC. ¿Tienes algún personaje preferido de todas tus novelas? ¿Con cuál te sientes más identificada?

CD. Cada una de las heroínas de mis novelas tiene algo de mí, mucho de mí, por supuesto. Por etapas me siento más cerca de una que de otra y tomo prestado de ellas algunos de los rasgos para seguir adelante. Han sido un gran apoyo. Me digo: “Lupe jamás permitiría que le hablaran así”, “Leona no se achicaría frente a esto”.

EC. Si pudiéramos resumir, ¿cuáles serían los tres rasgos de personalidad que comparten todas tus heroínas?

CD. Son atrevidas, se han enfrentado al mundo y a sus propias limitaciones, han cuestionado los roles de género que les habían impuesto desde fuera.

EC. ¿Has pensado escribir alguna novela con un personaje indígena como protagonista?

CD. No se me ha ocurrido, pero no sería imposible.

EC. Nuestras lectoras nos leen desde diversas partes del planeta; ¿qué les dirías a ellas para que se animen y lean sobre heroínas mexicanas?

CD. Es importante conocer lo que las mujeres mexicanas han realizado a través del tiempo, saber que al igual que otras mujeres en diversas partes del mundo, se han rebelado, desde hace muchos años. Se nos ha hecho creer en general que las mujeres rebeldes, atrevidas, que han hecho cosas importantes son un asunto del pasado reciente, pero no es así. Tenemos un linaje largo y rico y es algo que compartimos con todas las mujeres del mundo.

EC. Día a día la mujer viene cobrando un papel más importante en la economía, la vida política y social de nuestros países, sobre todo en Latinoamérica; ¿cómo sientes que la mujer moderna ha evolucionado a través del tiempo y de sus líderes?

CD. Yo creo que las mujeres hemos hecho muchas cosas importantes que han sido invisibilizadas a través del tiempo y se nos ha dicho que eso que ellas, que nosotras hemos hecho, no es muy importante, que apenas ahora, al conquistar puestos de responsabilidad en la política o la economía, apenas recientemente nuestro papel comienza a ser importante. No es verdad. Por otro lado, si bien es muy liberador poder ocupar espacios importantes en la vida pública, muchas veces ha sido a costa de renunciar a otros aspectos que comenzamos a llamar con desprecio “femeninos”. En las posiciones de poder emulamos a los hombres en vez de asumirlas desde lo que es propiamente nuestro, sin renunciar a sentimientos, actitudes y valores propios. Esa sería la verdadera libertad. Muchas lo han hecho y me congratulo de ello.

EC.¿Tienes algún plan de que tus novelas sea vendidas en otros países de Latinoamérica? ¿O de ser traducidas a algún otro idioma?

CD. Me gustaría. Por el momento yo no he puesto demasiado empeño en ello y me arrepiento. Tengo una vida académica en la Universidad que me toma una buena parte del tiempo y me ha impedido buscar seriamente una agente, ese sería el punto fundamental para lograr la internacionalización.

EC. Hemos aprendido mucho en esta ocasión, sobre de ti, de tu novela, y los personajes que te motivan a llevarlos a la vida en cada página. Nos encanta leer sobre mujeres que no se rinden que luchan hasta el final por sus vocaciones, sus pasiones, sus amores, su familia y su país. Ellas como nosotras, son totalmente perfectibles y reales, ellas como nosotras dejan su huella en este mundo todos los días tratando de vivir una vida y buscando que el mañana sea mejor. ¡Muchas gracias Celia por tu tiempo y esperamos poder contar contigo en otra ocasión!

CD. Con mucho gusto, me encantará estar en contacto.

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