Ana Isabel Suárez Guerrero
Paola Cortés Pérez
En la actualidad, tanto el país como el resto del mundo enfrentan una crisis ambiental derivada de la transformación –a veces irreversible– de los ecosistemas, señaló Ana Isabel Suárez Guerrero, docente de la Facultad de Ciencias Agrícolas.
La mayoría de las personas han contribuido a esta crisis, al no entender el carácter integral de los ecosistemas, sistemas complejos que, en conjunto, tienen propiedades diferentes a las de sus partes individuales.
Explicó que un ecosistema es el ámbito donde ocurre la vida en una matriz físico-química, esto es, la vida no se da aislada de su ambiente, con el cual mantiene intercambios de energía y nutrimentos.
Actualmente, dijo, casi ya no quedan ecosistemas originales (sin alterar) en el país ni en el mundo. La mayoría son entidades transformadas en distintos grados; algunos difícilmente se parecen a los originales, por ejemplo, algunos sistemas agrícolas o agroecosistemas.
Al preguntarle sobre el aprovechamiento y el acercamiento para el manejo sustentable de estos ecosistemas, comentó que para los ambientes muy alterados «el enfoque del manejo tiene que ver con la recuperación de especies y de los procesos funcionales»; mientras que para los ligeramente transformados se debe poner más cuidado a la reposición de la biodiversidad.
En todos los casos las intervenciones para el manejo deben ser evaluadas cuidadosamente y estar basadas en los principios ecológicos, enfatizó.
Sin embargo, con frecuencia «el aprovechamiento tiene que ver con la extracción o uso de una especie particular, sin considerar el conjunto maravilloso del ecosistema del que forma parte.
«La mayoría de las personas toma decisiones sobre los recursos naturales; por ejemplo, un árbol en una casa fácilmente se derriba sin tomar en cuenta el bienestar que procura para todos en cuanto a la limpieza del aire, filtración del agua y retención del suelo, o captura de carbono, que contribuirá a la mitigación del cambio climático.
Suárez Guerrero mencionó que la visión de numerosos biólogos es conservar los ecosistemas, sin tomar en cuenta a la sociedad que requiere de los satisfactores y servicios que provee el ambiente.
Por ello, apuntó, ahora «estamos considerándolos como socioecosistemas en los que el ser humano está incluido como tomador de decisiones sobre los recursos contenidos en los ecosistemas».
Pese a los esfuerzos realizados por los biólogos para implementar medidas de restauración ambiental, enfatizó que no han sido suficientes, ya que pocas veces se ha incluido la participación de la sociedad.