Año 15 No. 631 Marzo 14 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

Veracruz padece vulnerabilidad e inseguridad alimentaria

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El «Mapa de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria y nutricional» servirá para la toma de decisiones e implementación de políticas públicas

Claudia Peralta Vázquez

De los 212 municipios del estado de Veracruz, 193 presentan un grado muy alto de vulnerabilidad respecto a la inseguridad alimentaria y nutricional, mientras que 15 se ubican en nivel alto, dos en grado moderado, y únicamente Las Choapas y Agua Dulce tienen mejores condiciones debido a la producción de carne que predomina en esas regiones.

Esta situación la refleja claramente el «Mapa de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria y nutricional», elaborado por Edú Ortega Ibarra, egresado en 2015 de la Maestría en Seguridad Alimentaria y Nutricional, asesorado por el académico José Luis Castillo Hernández.

Este estudio se considera un modelo a nivel nacional, útil en la toma de decisiones e implementación de políticas públicas en materia de alimentación y nutrición, toda vez que se basa en cuatro indicadores primordiales: obesidad total, pobreza alimentaria, producción de carne y grado escolar promedio.

A decir del entrevistado, el mapa es el único indicador en México para poder ver, de acuerdo a los perfiles de las personas, los fideicomisos o al presupuesto estatal, a qué rubros se pueden destinar.

El profesionista, originario de Ciudad Serdán, Puebla, quien también cursó sus estudios de licenciatura en la Veracruzana por considerarla la mejor institución pública de nivel superior en el sureste del país, resaltó que para el desarrollo de la investigación realizó una estancia internacional en el Instituto para la Seguridad Alimentaria Mundial de la Universidad de McGill, distrito de Quebec, en Montreal, Canadá.

Orientado por Hugo Ramiro Melgar Quiñones, de procedencia guatemalteca y experto en seguridad alimentaria a nivel internacional, durante cinco meses (de enero a junio de 2015) elaboró 33 mapas para representar mejor la calidad de la información.

«Es una complejidad de 100 mil datos estadísticos con diferentes perfiles, aspectos económicos, número de personas y porcentajes». Sin embargo, muchos datos fueron extraídos del Observatorio en Seguridad Alimentaria y Nutricional (Obsan) de la Facultad de Nutrición campus Xalapa.

El Obsan es un elemento clave y dinámico que posee la característica de acercar a los tomadores de decisiones, datos necesarios para conocer la situación alimentaria y nutricia que prevalece en determinado municipio y localidad del estado de Veracruz.

Por tanto, este sistema captura cifras emitidas por instancias gubernamentales, estatales y federales como: Secretaría de Salud (SSA); Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa); Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI); Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), y Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), entre otros organismos.

Para una mejor comprensión del tema, Edú Ortega precisó que la inseguridad alimentaria se da cuando las familias o comunidades no pueden producir alimentos suficientes o no cuentan con los recursos necesarios para obtenerlos, a fin de llevar una vida activa y saludable.

La seguridad alimentaria es entendida como el acceso de todas las personas a los alimentos inocuos y nutritivos necesarios para una vida saludable y activa. Mientras que la vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria está dada por la diferencia entre el riesgo a presentar inseguridad alimentaria y la capacidad de respuesta de una determinada población ante la presencia de ese riesgo.

En entrevista, Ortega Ibarra mencionó que de acuerdo al Programa Mundial de Alimentos, existen mapas que desarrollan instrumentos de evaluación adaptados a los estados y distritos, dependiendo de cada país.

En este caso, el mapa de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria y nutricional abarcó los 212 municipios de la entidad veracruzana, en comparación con otras naciones donde tienen 50 o 60 estados o distritos.

Aportaciones
La seguridad alimentaria y nutricional contempla cuatro pilares importantes: utilización biológica, accesibilidad alimentaria, disponibilidad de alimentos, aceptabilidad alimentaria; y en ellos se basó este estudio, destacó Edú Ortega.

A su vez, cada uno contempló los siguientes indicadores: obesidad total, pobreza alimentaria, producción de carne y grado escolar promedio, respectivamente. Incluyó además algunos otros como: población económicamente activa, población desocupada, ingreso corriente total per cápita, desnutrición infantil, diarrea en infantes, prevalencia de VIH-SIDA, total de derechohabientes a servicios de salud, viviendas que disponen de agua, luz y drenaje, producción de leche, frijol, arroz, huevo y maíz.

Es decir, se realizó un mapa de cada una de estas variables para formular conclusiones del comportamiento visual y panorama de las principales problemáticas de cada municipio.

El Maestro en Seguridad Alimentaria y Nutricional comentó que de 43 indicadores, únicamente 33 fueron sobresalientes de acuerdo a la bioestadística.

Por ejemplo, la utilización biológica contempla 21 apartados, pero lo más sobresaliente fue la obesidad total, ya que Veracruz es la entidad con mayor obesidad en el país, de acuerdo a datos de la Secretaría de Salud y de la Organización Mundial de la Salud.

En cuanto a accesibilidad alimentaria, sobresale el indicador de pobreza alimentaria que proporciona Coneval. De hecho, la mayor parte de los investigadores en salud pública utilizan ese indicador como predominante para decir que se tiene seguridad alimentaria y nutricional.

Municipios vulnerables
Algunos de los 193 municipios del estado que sufren un nivel de vulnerabilidad muy alto son: Acajete, Acatlán, Acayucan, Alto Lucero, Camerino Z. Mendoza, Alvarado, Apazapan, Atlahuilco, Cazones de Herrera, Astacinga, Atoyac, Alvarado, Cerro Azul, Coatepec, Cosamaloapan, Cosoleacaque, Emiliano Zapata, Coxquihui, Chocamán, Fortín, Gutiérrez Zamora, Huatusco, Huayacocotla, Hueyapan de Ocampo, Ignacio de la Llave, Jáltipan, Lerdo de Tejada, Martínez de la Torre, Orizaba, Playa Vicente, Veracruz, Vega de Alatorre, Las Vigas de Ramírez, Tezonapa, Tatatila, Castillo de Teayo, Tres Valles, Nanchital, Zentla, Soledad de Doblado, Tepatlaxco y Teocelo.

En nivel alto se encuentran: Amatlán de los Reyes, Coatzacoalcos, Coscomatepec, Chinameca, Hidalgotitlán, Mariano Escobedo, Minatitlán, Ozuluama, Pajapan, Perote, San Andrés Tuxtla, Temapache, Tihuatlán y Tomatlán.

Y en moderado están los municipios de Córdoba y Cuitláhuac, aunque cabe resaltar que el primero es el único de la entidad con alto índice de desarrollo. Sólo Las Choapas y Agua Dulce son los municipios con un nivel muy bajo de vulnerabilidad.

«Sí existe pobreza alimentaria, pero le gana más la producción de carne, aunque ese indicador no menciona si la consumen o no, únicamente las toneladas que se producen, ya sea para venta o consumo propio.»

Destacó que este trabajo ya fue expuesto en la Conferencia Global de Seguridad Alimentaria, celebrada en Canadá; también se presentó en el Foro Temático de Opinión y Reflexión «Política y bienestar social», organizado por la Secretaría de Gobierno del Estado de Veracruz.

Además se dio a conocer dentro del XVIII Congreso Latinoamericano, realizado en Punta Cana, República Dominicana; y en el VI Foro Nacional para la Seguridad Alimentaria y Nutricional, organizado por la Universidad Veracruzana.

Por su parte, José Luis Castillo Hernández, profesor de tiempo completo de la Facultad de Nutrición de Xalapa, resaltó que para el caso del estado de Veracruz, son preocupantes las estadísticas del Coneval que hablan de un incremento de la pobreza. Por tanto, uno de los componentes para evaluar ésta es precisamente la seguridad alimentaria.

«Se habla de que se ha incrementado la inseguridad alimentaria en el estado, lo cual tiene como causas fundamentales
las fallidas políticas que no han hecho otra cosa más que incrementar el número de personas con desempleo.»

Este tema es lamentable, dijo, porque tiene dos áreas de oportunidad que se plantean en el ámbito internacional. Una de ellas tiene que ver con el cambio climático, que trae como consecuencia disminución en la producción de alimentos y dificultades para acceder a ellos en términos económicos.

El otro, es el tema de la inocuidad alimentaria, que contempla contar con alimentos sanos, pues se realizan prácticas para aumentar la producción de alimentos que en otros países están prohibidas, como por ejemplo el uso de pesticidas que los contaminan y tienen un efecto residual en el organismo de los individuos.

El representante de la Veracruzana ante la Red Mexicana e Iberoamericana de Universidades Promotoras de la Salud y director de la tesis «Mapa de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria y nutricional», añadió que desde las primeras Cumbres Mundiales de la Alimentación se puso de manifiesto la vital importancia de que la población disponga de alimentos sanos, saludables y en cantidad suficiente en cualquier momento, a lo cual se le conoce como seguridad alimentaria.

A partir de ahí se realizaron otras reuniones, una de ellas fue en la que se determinaron los Objetivos del Milenio, donde se declara como una de las prioridades erradicar la malnutrición y el hambre, de ahí que cada país implemente políticas, programas, estrategias tendientes a lograr este objetivo.

Por eso, conscientes de la función como universitarios, de crear instrumentos que sirvan para la toma de decisiones y orienten la aplicación de las políticas públicas, se dieron a la tarea de trabajar con los estudiantes.

Destacó el perfil adecuado de los egresados de la maestría para combatir este tipo de problemáticas, ya que es lamentable que en los diferentes ámbitos y esferas lleguen personas sin formación a tomar decisiones.

«Es necesario dar a conocer este tipo de trabajos para focalizar hacia dónde deben dirigirse esos programas y políticas públicas.»

En tanto, Yolanda Romero Hernández, directora de la Facultad de Nutrición, dio a conocer que la Maestría en Salud Alimentaria y Nutricional se ofrece desde 2007, con un plan de estudios de dos años.

La integrante del Núcleo Académico Básico de la Maestría en Seguridad Alimentaria y Nutricional, señaló que actualmente la quinta generación cursa este posgrado, de la cual han egresado alrededor de 12 estudiantes por cada etapa.

Aseguró que hoy en día la seguridad alimentaria es un serio problema de disponibilidad de alimentos e inocuidad alimentaria, y justamente esta maestría otorga a los estudiantes todos los elementos para reconocer la problemática que se vive en torno a la alimentación y a las políticas públicas en materia de alimentación y nutrición.

Se trata además de que los proyectos que desarrollan los estudiantes para obtener su grado de Maestro en Seguridad Alimentaria y Nutricional estén vinculados con esas Líneas de Generación y Aplicación del Conocimiento.

El área de inserción laboral de los egresados se ubica más allá del sector salud, sobre todo en las áre

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