Año 15 No. 653 Septiembre 26 de 2016 • Publicación Semanal

Xalapa • Veracruz • México

En danza “sí hay oportunidades laborales”: Laura Ortiz Rodríguez

Contenido 33 de 41 del número 653
La estudiante es parte de Elenco B, un proyecto de Barro Rojo Arte Escénico

La estudiante es parte de Elenco B, un proyecto de Barro Rojo Arte Escénico

 

Karina de la Paz Reyes Díaz

Laura Edith Ortiz Rodríguez, estudiante de la Facultad de Danza, fue seleccionada para ser parte de Elenco B, un proyecto de Barro Rojo Arte Escénico (BRAE) cuyo propósito es la iniciación profesional de jóvenes bailarines. Con esta vivencia confirmó que quienes se dedican a esta disciplina “se tienen que mover no sólo en el escenario”, toda vez que en el país “sí hay oportunidades laborales”, pero sobre todo que “no sólo se trata de crear para ti, sino para compartir”.

Seis meses antes de salir de la preparatoria, a los 18 años, Laura Edith se encontró casualmente con la Licenciatura en Danza Contemporánea que ofrece la Veracruzana; como su plan inicial era presentar examen de ingreso para Ciencias Atmosféricas, optó por hacerlo para ambas y logró los lugares.

“Yo iba a zumba y otras actividades de gimnasio, unos compañeros de ahí iban a presentar examen en la Facultad de Danza y me animaron. Presenté para el propedéutico (ciclo preparatorio) de Danza Contemporánea y para Ciencias Atmosféricas y quedé.”

Un año cursó ambos programas académicos, pero decidió enfocarse en la danza, a sugerencia y apoyo de sus padres, pues se trata de una disciplina que estudia y vive con gusto: “Para mí la danza es una forma de vida, las experiencias que he vivido me han enseñado que somos un todo y yo no sólo soy bailarina en las horas que ensayo o me presento, porque todo lo que como y tomo se ve reflejado en mi trabajo, no sólo hacia el exterior sino en mi interior”, describió.

De la movilidad académica a una compañía de danza
La joven universitaria recientemente (de enero a junio de este año) realizó una movilidad en la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ) y allí leyó la convocatoria de BRAE para ser parte de Elenco B.

BRAE fue fundada en 1982 en la Universidad Autónoma de Guerrero y dos años después se trasladó a la Ciudad de México como una compañía independiente.

“Su aportación a la danza contemporánea independiente en México es innegable. A lo largo de 30 años la obra de sus integrantes ha sido no sólo elogiada por la crítica y aplaudida por el público, también ha sido premiada gracias a su calidad técnica y artística y fundamentalmente la honestidad y convicción expresadas en su tarea diaria”, indica el portal oficial www.barrorojoarteescenico.com

Ahí también se precisa que el proyecto Elenco B es “un plan de trabajo intensivo dirigido a estudiantes y recién egresados de escuelas profesionales de danza que busca que los jóvenes tengan un espacio de iniciación profesional que les permita sentar las bases y los cimientos de sus futuros proyectos”.

Una vez que Laura Edith envió sus documentos, mantuvo en secreto la postulación a tal convocatoria y no lo compartió hasta que le llamaron para notificarle que la esperaban para ser parte de la audición donde seleccionarían a las 15 personas que conformarían Elenco B. Ese mismo día, el 2 de julio, le confirmaron que era parte del proyecto.

En julio y agosto Elenco B desarrolló un entrenamiento intensivo y preparación de Revisiones 3.0, puesta en escena integrada por tres obras que se presentan en el transcurso de septiembre en tres diferentes foros de la Ciudad de México.

Las obras que muestran son precisamente de los coreógrafos con los que trabajaron, integrantes de BRAE: Vértigo de Miguel Gamero, Ni de adentro, ni de afuera…simplemente así de Julio Hernández y La espiral de la acritud de Felipe Landa.

La primera es sobre la toma de decisiones personales, la segunda se enfoca en la pobreza e infancia callejera y la tercera trata la violencia y el acoso.

La serie de presentaciones inició los días 12 y 13 de septiembre en el Teatro “Javier Barro Sierra” del Centro Cultural Acatlán de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán de la Universidad Nacional Autónoma de México. Del 21 al 23 del mismo mes se presentaron en el Foro El Camino del BRAE y concluirán del 28 al 30 de septiembre en el Multiforo Tlalpan.

“Es una experiencia agradable; para empezar, significó probarme dentro del ámbito profesional, porque mi estancia en la UAQ también era una prueba, más bien académica. Mis compañeros en Elenco B tienen un muy buen nivel.”

Laura Edith dijo estar feliz y satisfecha de compartir escenario con compañeros de todo el país, de entidades académicas reconocidas como la Escuela Nacional de Danza Clásica y Contemporánea del Centro Nacional de las Artes, la Academia Mexicana de la Danza y la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey.

“Es algo que me llena de satisfacción y también valoro mucho mi formación en la Universidad Veracruzana. Todos los regaños y sufrimientos durante la carrera, al final valen la pena.”

Además, le fortaleció la idea de que la danza tiene la posibilidad de brindar emociones y que cada persona las “aprehenda” dependiendo de sus experiencias. “Es muy amplio lo que se ofrece como bailarín y deja de ser tuyo, pasa a ser del espectador, es como un regalo para él”, precisó.

Esta iniciación en la vida profesional también la ayudó para tener claro que en cualquier disciplina es difícil encontrar empleo si una persona no busca las oportunidades.

“Un maestro alguna vez nos dijo ‘los bailarines se tienen que mover no sólo en el escenario’ y creo que si nos movemos y buscamos, no es tan complicado como pareciera. Yo imaginaba estar en una compañía, pero cuando lo ves hecho realidad te das cuenta de que sí existen las oportunidades.”

Admitió que en el país vivir de cualquier disciplina artística es complicado, tan sólo porque el presupuesto gubernamental destinado a la cultura está en constante disminución, pero ello no debe representar un obstáculo para “moverse de un lado a otro” y buscar oportunidades para desarrollar proyectos, así como complementar con actividades como la docencia, entre otras actividades.

Finalmente, compartió que otro aspecto que aprendió en BRAE es la cercanía con la sociedad. En el caso de la compañía, tiene diversas actividades y convocatorias que involucran a todo público, lo cual fomenta el gusto por la danza (ya sea de manera profesional o como aficionado).

“Ellos se acercan a la gente con talleres comunitarios y eso propicia que haya más espectadores en sus presentaciones y el público sea más amplio. Eso es algo importante, el no ser tan egoísta y crear sólo para el círculo que se dedica a la danza, sino compartir una experiencia, hacer un regalo para toda persona.”

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