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Joaquín González, hombre del que todos aprendimos: investigadores

  • A un año del deceso del impulsor del Doctorado en Historia y Estudios Regionales, sus compañeros y estudiantes destacaron su legado
  • Le debemos una escuela geográfica en el sentido amplio del concepto dentro de la Universidad Veracruzana: Leopoldo Alafita

Juan Ortiz, Filiberta Gómez y Leopoldo Alafita, al inaugurar el coloquio en honor a Joaquín González Martínez09

David Sandoval Rodríguez

09/03/2018, Xalapa Ver.- Con el Coloquio “Historia y Región”, el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV) rindió un homenaje académico a su investigador Joaquín Roberto González Martínez, fallecido hace un año.

Al inaugurar el encuentro realizado el jueves 8 de marzo en el Auditorio “Gonzalo Aguirre Beltrán” del IIH-S, el investigador Leopoldo Alafita Méndez recalcó que “este coloquio pone de relieve la enseñanza que resulta de la vida académica de nuestro amigo y compañero; este colectivo se propone hacer un reconocimiento del investigador que emprendió retos de enseñanza en innovación y crítica al interior de este centro de trabajo”.

Joaquín González fue un geógrafo que privilegió la descripción y tenía como preocupación intelectual el desarrollo de la investigación en campos de trabajo que se definen como estudios regionales, expresó.

“Espacio y tiempo fueron siempre referencias que lo llevaron al análisis y a la confrontación académica”. Asimismo, destacó en su inclinación por contemplar la perspectiva de la larga duración.

En junio de 1994 ingresó al IIH-S como investigador de tiempo completo y su labor fue trascendente, “con su contratación se sumó una nueva etapa de la vida académica del propio instituto y en su estadía claramente se consolidó una transformación con la creación del programa del Doctorado en Historia y Estudios Regionales”.

Este punto marca otra fase del desarrollo e impacto social del IIH-S, aseveró el académico; “sin duda una de las labores primordiales que se debe reconocer es la creación, planeación, coordinación del programa de doctorado, que pronto logró distinguirse, cobrar certeza e identidad académica”.

A Joaquín González debemos una escuela geográfica en el sentido amplio del concepto de la propia Universidad, precisó el investigador, dado que participó también en el diseño curricular de la Licenciatura en Geografía de la UV.

González Martínez se graduó como maestro en Historia por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y doctor en Geografía por la Universidad de Varsovia, Polonia, donde se especializó en ciencias de la tierra.

“Como investigador de tiempo completo, su labor tocó diversos temas en donde reveló erudición y compromiso”, reconoció Alafita Méndez.

En el libro México: territorios, sociedades y nación, editado por la UV, coordinó trabajos que se centran en el análisis de las continuidades y cambios de la naturaleza del individuo.

Por otra parte, su libro Alvarado y el mundo del agua. Larga duración en la conformación neohistórica de México, es una consideración de los procesos de formación de la región del bajo Papaloapan en Veracruz; explica cómo se establecen las relaciones entre las comunidades y el ambiente durante los últimos 300 años, reconstruyendo cambios y permanencias de las comunidades pesqueras del Golfo de México, así como las estructuras consolidadas de patrones de poblamiento, formas de organización de trabajo y los conflictos derivados de las relaciones entre pescadores y sus vecinos ganaderos.

En el mismo acto inaugural, que estuvo presidido por la directora del IIH-S, Filiberta Gómez Cruz, el académico Juan Ortiz Escamilla comentó que hace 22 años conoció al investigador e impulsor del Doctorado en Historia y Estudios Regionales.

“Es una larga historia y es importante porque gracias a este programa hemos podido formar 10 generaciones de estudiantes dedicados a los estudios regionales”, aseguró.

Este encuentro, dijo, “es la mejor manera de recordar a Joaquín como lo que fue: un hombre culto, divertido a veces, realmente con un pensamiento universal con el que se podía dialogar de cualquier tema, un hombre del que todos aprendimos.

”La presencia de todos nosotros en este recinto es una prueba del cariño que como instituto refrendamos y conservaremos de Joaquín”, manifestó el investigador.