• Buscan identificar puntos de oportunidad que enfrentan los sistemas educativos nacionales en materia de equidad, inclusión y calidad impulsada por el Derecho Internacional de DDHH 

• El Cedegs realizó 2º Seminario Internacional “Retos y perspectivas de la política educativa en Latinoamérica: una visión multidisciplinar” 

La educación es el motor de la transformación, aseguró Araceli Reyes López al inaugurar los trabajos del evento académico

José Luis Couttolenc Soto 

Fotos: Luis Fernando Fernández

03/10/2025, Xalapa, Ver.- Desigualdad, bajo acceso a una educación de calidad, brecha digital e insuficiente inversión financiera, se encuentran entre los principales retos que enfrenta la actual política educativa en Latinoamérica, la cual urge de perspectivas que pasen por políticas inclusivas y equitativas centradas en la calidad, incorporación de tecnologías educativas con acceso universal y una mejora en la formación docente. 

Lo anterior quedó de manifiesto durante el 2º Seminario Internacional “Retos y perspectivas de la política educativa en Latinoamérica: una visión multidisciplinar”, organizado por el Centro de Estudios sobre Derecho, Globalización y Seguridad (Cedegs) de la Universidad Veracruzana (UV), en el Aula Magna de la Facultad de Derecho. 

El evento, en el que participaron académicos e investigadores de México, Colombia, Brasil, Argentina y Chile, fue inaugurado por Araceli Reyes López, directora de la entidad académica sede, quien tras expresar que la educación es el motor de la transformación, dijo que la inclusión es un concepto social que lleva a la reflexión y que se está viviendo en todo el mundo. 

Agregó que la diversidad cultural, la desigualdad social y las aspiraciones de quienes están en el ámbito educativo exigen respuestas innovadoras y multidisciplinarias; en el caso del Derecho, “no es una rama aislada de conocimiento general”.

Araceli Reyes López, Aleida Elvira Martínez Harlow y Alan Jair García Flores, en la inauguración del 2º Seminario Internacional “Retos y perspectivas de la política educativa en Latinoamérica: una visión multidisciplinar”

Por su parte, Alan Jair García Flores, coordinador del Cedegs, consideró que un pilar fundamental para la sociedad es la educación y en México el derecho a la de nivel superior no es un ideal, sino un establecimiento constitucional; sin embargo, examinar la realidad de las universidades permite descubrir que esta idea-promesa se encuentra “en una dificultad histórica”. 

Indicó que el primer muro que se puede identificar es una crisis estructural en las instituciones de educación superior, a las que cada año miles de jóvenes aspiran a ingresar para tener un futuro profesional; “pero el sistema opera con un freno de mano: la precariedad financiera que las estrangula, forzándolas a operar con presupuestos insuficientes, limitando la cobertura y dejando fuera a talentos valiosos, precarizando también la planta académica”. 

Lo anterior lleva al desafío de no solo abrir más puertas, sino garantizar que detrás de estas haya una formación de calidad y pertinencia que dialogue con las necesidades reales del entorno. 

A la crisis financiera y de cobertura se superpone una revolución tecnológica con la irrupción de la inteligencia artificial (IA) que ha llegado a las aulas y los laboratorios para transformarlos; “si bien las oportunidades son inmensas para la personalización del aprendizaje y la optimización de la investigación, también obliga a replantear de manera ética y pedagógica el actuar, ya que no se puede seguir evaluando con la repetición de información”.

El evento académico tuvo lugar en el Aula Magna de la Facultad de Derecho

Resaltó que se debe dejar de ver la IA como una amenaza académica, “debemos empezar a mirarla como herramienta poderosa que puede ayudar a evolucionar como sociedad”. 

De la necesidad de elevar la calidad de la enseñanza emerge el desafío y la urgencia de dotar a los catedráticos con un perfil pedagógico que complemente y potencie su vasta experiencia disciplinaria; “enseñar es una disciplina, un buen catedrático con doctorado sin herramientas didácticas puede saber qué enseñar, pero no necesariamente cómo inspirar, motivar o diseñar estrategias de aprendizaje que fomenten la verdadera comprensión y el desarrollo de competencias”.