El programa de Doctorado en Historia y Estudios Regionales fue creado y aprobado por el Consejo Universitario General en de año de 1996. La primera generación inició sus cursos en el mes de octubre de ese año. Los objetivos del programa fueron inicialmente formar especialistas que, de manera pluri y transdiciplinaria, pudieran: a) investigar e interpretar los fenómenos regionales en su dimensión histórica, dentro del contexto de los fenómenos propios de la globalización de finales del siglo XX; b) analizar los fenómenos regionales en sus diversas manifestaciones históricas, sociales, económicas y culturales; c) analizar los impactos de la globalización en un ámbito regional determinado, haciendo hincapié en cómo éste: “interpreta” y adapta los procesos de aquélla a su propia dinámica; d) participar, y en su caso, aportar soluciones a los problemas derivados de las políticas del desarrollo local y regional; y e) proponer alternativas al desarrollo local y regional en el contexto del proceso de globalización.
Una vez dentro del Padrón de Excelencia del CONACYT, se tuvieron que realizar adecuaciones a la convocatoria de nuevo ingreso que se lanzó en 1999. En consecuencia, se llevó a cabo una reestructuración del programa encaminada a lograr una mayor integración de los cuerpos académicos, y la articulación de las líneas de investigación que se desarrollan en el instituto con los contenidos de las materias del plan de estudios. De esta manera, se logró que el programa se orientara al análisis transdisciplinario de los procesos históricos y sociales con énfasis en una perspectiva regional que hasta ese momento no se contemplaba dentro de los programas de posgrado que se ofrecían en otras instituciones de educación superior en el país.
En mayo de 2013 el CONACYT, a través del Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC), realizó nuevamente observaciones al Doctorado en Historia y Estudios Regionales. En atención a estas, se procedió a reestructurar el plan de estudios con la finalidad de ampliarlo a cuatro años de duración y dotarlo de flexibilidad en su operatividad, para de esta forma asegurar un incremento en la eficiencia terminal, promover la movilidad de estudiantes, y formalizar la celebración periódica de coloquios de estudiantes y egresados.
La flexibilidad del programa en su interior radica en que hay un eje común que corresponde a los estudios regionales y al área de metodología. Cada estudiante está en condiciones de elegir materias del eje de historia o teoría social, según el enfoque y necesidades de su proyecto de investigación. Asimismo, la formación de los tesistas se complementa por medio de su vinculación con las Líneas de Generación y Aplicación del Conocimiento. Sus miembros semestralmente ofertan materias que permiten dotar de herramientas teóricas, metodológicas y empíricas que aseguran la calidad de las investigaciones doctorales.
Para efecto de favorecer la eficiencia terminal, se han establecido lineamientos que inician con el proceso de selección y concluyen con la titulación de los estudiantes en un plazo de cuatro años. En la etapa de admisión, y una vez publicada la convocatoria general de ingreso al posgrado, los aspirantes deberán recibir la asesoría de un tutor provisional perteneciente al NAB, el cual se encargará de apoyarle en la elaboración del proyecto de investigación. Una vez obtenida la carta de respaldo del tutor temporal al proyecto de investigación, el aspirante pasará a la segunda etapa de selección que comprende la entrevista ante un comité de selección, la presentación del EXANI III, la valoración del Curriculum Vitae y el desahogo todos los requisitos establecidos en la convocatoria. Los aspirantes con las puntuaciones más altas al término del proceso de selección tendrán el derecho de formar parte de la nueva cohorte generacional.
Una vez iniciado el primer semestre, los estudiantes comenzarán a cursar talleres de investigación. Cada uno estará a cargo de un profesor- investigador que guiará a los estudiantes en la definición de las estrategias metodológicas de la investigación doctoral. Al respecto, se priorizan los siguientes aspectos: en el taller de investigación I, las fuentes de información; en el taller de investigación II la definición de la metodología; en el taller de investigación III, el método de investigación y el análisis de la información recabada.
Los seminarios de investigación deberán ser evaluados en conjunto por el director de tesis y el comité tutorial mediante sesiones de asesoría y a través de seminarios abiertos al público. Cada seminario tiene metas específicas que enseguida se especifican: Proyecto de Tesis: el estudiante debe presentar una tesina que muestre un avance consolidado a partir de lecturas teóricas, una propuesta metodológica, el marco teórico y el estado del arte avanzado y redactado. El trabajo de campo terminado se deberá evidenciar al final del cuarto semestre. Seminario de Tesis I: El estudiante debe presentar un primer capítulo de su tesis, o el equivalente al 35% de su capitulado. Con los avances alcanzados deberá presentar una ponencia en un congreso o seminario nacional, o en el coloquio anual del DHER. Seminario de Tesis II: elaboración y presentación de un segundo capítulo o el equivalente al 50% del capitulado, y elaboración de un artículo para revista indexada. Seminario de Tesis III: elaboración y presentación de un tercer y cuarto capítulo o del 80% de su capitulado. Seminario de Tesis IV.-El estudiante debe presentar de forma oral y escrita el primer borrador terminado, para que pase al comité tutorial que se perfilará como el jurado de tesis, y este suministre los comentarios pertinentes que permitan alcanzar la versión final de tesis. Relaciones entre los programas y las LGAC: las cuatro experiencias educativas básicas son transversales a las LGAC, ya que permite homogeneizar a los estudiantes, desde sus diferentes líneas de investigación. Las optativas, por su parte, guardan concordancia con las LGAC y se adecúan al perfil de los estudiantes y las investigaciones que desarrollan.
El plan de estudios 2014 contempla que los estudios del posgrado tengan una duración de ocho semestres equivalentes a cuatro años y 200 créditos, mismos que de hecho se exigen como requisito mínimo para la obtención del grado de Doctor en Historia y Estudios Regionales. A esto hay que sumar la acreditación de dos idiomas extranjeros a nivel de comprensión de textos mediante certificados con validez oficial.
Entre 1996 y 2020, el Doctorado en Historia y Estudios Regionales ha acogido a once generaciones de estudiantes, de las cuales las últimas tres se han regido con el plan de estudios 2014. Como resultado de una autoevaluación al plan de estudios en los años que lleva funcionando, se deriva la necesidad de hacer adecuaciones en las planeaciones semestrales que permitan mejorar la operatividad del posgrado, incrementar el rendimiento de los estudiantes y elevar la calidad de las investigaciones que se traducirá en elevadas tasas de graduación y eficiencia terminal. A partir de septiembre de 2020 habrán de iniciar los trabajos de revisión del plan de estudios 2014, los cuales culminarán con una actualización que permitirá ponerlo en sincronía con nuevos escenarios institucionales dentro de la Universidad Veracruzana, y problemas de la realidad histórica y social que requieren ser atendidos. En este sentido, la XIII generación (2023-2027) iniciará cursos con un nuevo mapa curricular.
En la última evaluación plenaria del CONACYT, celebrada en el año 2017, el Doctorado en Historia y Estudios Regionales renovó su membresía dentro del PNPC y elevó su nivel a Consolidado. Esto refleja la ruta ascendente que en cuanto a calidad se ha sostenido durante los últimos años. Sin embargo, es importante elevar los indicadores del posgrado para acceder a nivel de Competencia Internacional en la evaluación que habrá de realizarse en el año 2022. Dentro de las principales metas por alcanzar se destacan: 1) elevar la eficiencia terminal por encima del 70%; 2) el incremento de las tasas de movilidad de estudiantes y académicos hacia el extranjero y en el interior del país; 3) la participación de tesistas en congresos internacionales y la publicación de sus trabajos en revistas indexadas; 4) acrecentar el número de miembros del NAB con membresía en el Sistema Nacional de Investigadores, preferentemente en los niveles 2 y 3; 5) fortalecer la vinculación con instituciones nacionales y extranjeras a través de convenios específicos de colaboración que asegure el desarrollo de actividades conjuntas como la dirección de tesis, asesorías, publicaciones y estancias de investigación de estudiantes y profesores; 6) apoyar en la publicación de los mejores trabajos de tesis; 7) incentivar el uso de nuevas herramientas informáticas y cartográficas aplicadas a la investigación 8) y hacer un seguimiento más eficiente de los egresados.