26/01/2021, Xalapa, Ver.- La Dra. Evodia Silva Rivera, investigadora del Centro de Investigaciones Tropicales elaboró y leyó el siguiente texto que compartimos aquí para cerrar el III Foro Legado en torno a la obra del Dr. Arturo Gómez-Pompa, llevado a cabo del 21 al 25 de enero de 2021.
Por Evodia Silva Rivera. Para todos los que formamos parte de la comunidad del Centro de Investigaciones Tropicales de la Universidad Veracruzana, incluyendo a los más jóvenes – nuestros estudiantes de posgrado, ha sido un deleite poder formar parte de este III Foro en el que se recuerda el destacado papel del Dr. Arturo Gómez-Pompa en el surgimiento de una forma muy propia de abordar y comprender la conservación biológica, la ecología humana, la etnobiología, y por supuesto, la ecología política, entre otras áreas del conocimiento necesarias y – hoy más que nunca vigentes – para estudiar y proponer soluciones a los problemas socio-ambientales en el trópico.
A lo largo de la semana – las reflexiones alrededor de la historia de la conservación de los ecosistemas en nuestro México incluyeron el llamado inequívoco hacia la evidente crisis global que ahora podemos palpar en nuestra puerta, en nuestro hogar; resultado de la reciente y acelerada pérdida de la biodiversidad.Muchas preguntas giran alrededor de cómo enfrentar esta problemática desde la ciencia, desde el Centro de Investigaciones Tropicales, desde el compromiso formativo, educativo que tienen las universidades ante la sociedad.
De manera colectiva tendrá que ser, no sólo desde el trabajo interdisciplinario, sino desde el acercar las ciudades a los espacios rurales, trabajando, colaborando en un diálogo continuo: con la seguridad y la confianza que da identificarse como científicos comprometidos con la vida, respetuosos de los demás y del resto de los seres vivos. Se trata de la responsabilidad de mantener y fortalecer un vínculo permanente con la gente que vive y enfrenta los problemas del deterioro. Construyamos a partir del diálogo de conocimientos, del intercambio y de la generación de nuevas maneras de comprender, abordar y transformar la realidad, y con un alto sentido de la ética y respeto a otros saberes, como lo hicieron en su momento los pioneros de la conservación y la ecología en nuestro país: el Dr. Arturo Gómez-Pompa, el Dr. Faustino Miranda, el Dr. Efraín Hernández Xolocotzin, y las mujeres científicas que también contribuyeron a trazar este camino, la Dra. Silvia del Amo, la Dra. Margarita Soto, la Dra. Ana Luisa Anaya Long, la Dra. Leticia Cano, la Dra. Victoria Sosa, la Dra. Beatriz Ludlock, la Dra. Alma Orozco, la Dra. Laura Snook, y muchas más.
Como entonces, en el momento presente estamos ante la necesidad de formar hombres y mujeres que usen la imaginación, la creatividad, y la intuición para proponer soluciones de manera colectiva y práctica, tomando decisiones basadas en la colectividad, y el diálogo verdadero entre disciplinas. Las lecciones de humildad de las que aprendimos esta semana serán fundamentales en la tarea de formar nuevos especialistas que deberán llevar consigo la capacidad de dar y recibir, escuchando con respeto y atención lo que los ‘otros’ saben y conocen, para así producir nuevas ideas y conocimientos.
Mantengamos la mirada en la transformación más importante que estamos experimentando como especie humana: el surgimiento de la sexta extinción masiva de especies – la irreparable pérdida de la biodiversidad – y con ella, la diversidad cultural. Atendamos el llamado que nos hizo el Dr. Rodolfo Dirzo – hoy es necesario voltear la mirada a nuestros espacios inmediatos, siendo ineludible convertirnos en jardineros, en restauradores de nuestras comunidades, pueblos y ciudades, siendo esta quizá la más importante vía de recuperar la salud planetaria.
