- Se desarrolló en tres municipios de la sierra de Zongolica para desmantelar algunos mitos en torno al manejo forestal de los pequeños propietarios
- Documentaron las prácticas cíclicas de aprovechamiento del bosque que permiten su regeneración y conservación
Paola Cortés Pérez
Fotos: Omar Portilla Palacios
10/06/2025, Xalapa, Ver.- Citlalli López Binnqüist y Patricia Gerez Fernández, investigadoras del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV), desarrollaron una investigación en tres municipios de la sierra de Zongolica, con el objetivo de documentar el manejo local del bosque y su uso para la producción de carbón vegetal, práctica basada en el conocimiento tradicional.
Desde hace más de una década han trabajado en esta región del estado de Veracruz, aplicando un enfoque integral sobre el manejo de los recursos naturales, específicamente de los bosques en la vida política, económica, cultural, social y ecológica de las comunidades que ahí habitan.
“Hemos tratado de develar desde diferentes perspectivas la importancia de los bosques, con la finalidad de desmantelar algunos mitos existentes sobre el manejo forestal que realizan los pequeños propietarios”, señaló Citlalli López.
A diferencia de otras regiones del país donde el manejo forestal se hace en grandes extensiones ejidales, en la sierra de Zongolica es en parcelas pequeñas, muchas de ellas menores a una hectárea, y son gestionadas por cada familia.
La investigación tuvo por objetivo documentar el manejo local del bosque y su uso para la producción de carbón vegetal, en la región de Zongolica
Las investigadoras han documentado las prácticas cíclicas de aprovechamiento del bosque que permiten su regeneración y conservación, mediante entrevistas a los habitantes, recorridos, talleres y mediciones forestales.
“Nos interesó ver qué y cómo lo estaban haciendo; si había deforestación o degradación forestal, o si mantenían sus bosques”, explicó Patricia Gerez.
Gracias al interés de estudiantes y apoyos institucionales recibidos, tuvieron la oportunidad de aplicar entrevistas a dueños de parcelas, carboneros y recolectores de leña, así como de analizar la vegetación en cada terreno.
Lo que encontraron las universitarias fue patrón de manejo cíclico del bosque, especialmente de encino, especie utilizada para la producción de carbón vegetal y leña.
“No es una deforestación ni degradación forestal, porque están manteniendo la cobertura de sus parcelas mediante un manejo cíclico; cortan cada cinco, diez o incluso veinte años, dependiendo de sus necesidades económicas”, detalló Gerez Fernández.
En las comunidades hacen uso de la leña y el carbón, como en este horno, ya que es difícil que llegue el camión repartidor de gas
El sistema identificado se basa en el rebrote natural: los árboles cortados brotan nuevamente desde el tocón; las familias cuidan los nuevos brotes, en ocasiones eliminan los más débiles para que los más fuertes crezcan, y después cosecharlos de nuevo.
Ambas coincidieron en que se trata de una tradición transmitida y perfeccionada a lo largo del tiempo, con posibles aportes externos. “Tal vez es resultado de un aprendizaje, por un lado, proveniente de gente de fuera de la comunidad y, por otro lado, ya había un cierto conocimiento local que les ayudó a precisar el manejo”.
La sierra de Zongolica, señalaron, ha sido una región habitada desde tiempos prehispánicos, y a pesar de su larga historia de uso humano, aún mantiene una importante cobertura forestal. En este sentido, destacaron que los pequeños fragmentos de bosque no solo tienen valor económico, también ecológico, pues conservan una alta diversidad genética y de especies.
Patricia Gerez dijo que además de documentar estas buenas prácticas, el siguiente paso era publicarlas en un artículo que tuvo por objetivo reconocer que el uso del carbón y la leña no es necesariamente negativo, como se promovió durante décadas por algunas políticas públicas.
“Hubo toda una serie de campañas en contra de su uso bajo el argumento de que era contaminante, generaba deforestación, y la inhalación del humo enfermaba a las mujeres”, comentó López Binnqüist.
Sin embargo, con el uso de estufas ahorradoras y el manejo cíclico de la vegetación, estas prácticas pueden ser ambientalmente responsables y culturalmente significativas.
“El gas no va a suplirlos porque es muy caro y no es común que los camiones repartidores lleguen a las zonas rurales. A esto se suma el valor cultural y culinario, ya que algunos platillos requieren de ciertas especies de leña por el sabor que les da y el tiempo de cocción”, destacó Patricia Gerez.
Desde una perspectiva ambiental, las investigadoras destacaron que este tipo de manejo no solo no contribuye al cambio climático, sino que puede ser parte de su mitigación.
“La energía proveniente de la madera es la mejor, porque el dióxido de carbono es capturado por los árboles, los cuales se convertirán en carbón que se quema y después será capturado nuevamente por los árboles; entonces, hablamos de un manejo cíclico”, apuntó Gerez Fernández.
En este trabajo se ha involucrado un amplio grupo de estudiantes, pobladores y organizaciones locales.
Patricia Gerez comentó que la energía proveniente de la madera es la mejor, porque el dióxido de carbono es capturado por los árboles
La investigación ha involucrado a una amplia red de estudiantes, comunidades y organizaciones locales. Desde 2013 se realizaron talleres con la Universidad Veracruzana Intercultural (UV-Intercultural), el Instituto Tecnológico Superior de Zongolica y familias locales.
En estas actividades, detallaron, han participado unos 30 estudiantes en cada uno de los diplomados impartidos y de esta línea de investigación han resultado alrededor de 10 tesis, desde licenciatura hasta doctorado.
El trabajo continúa en la región, pues han identificado nuevas líneas de estudio, como el manejo diferenciado entre carbón y leña, el uso de otras especies, y la integración de saberes sobre insectos comestibles y hongos locales.
Por último, subrayaron que el manejo forestal no debe pensarse exclusivamente en función de mercados nacionales o internacionales, sino también en su valor para los mercados locales.
“Hay un manejo forestal más en pequeño, es decir, productos que se van hacia los mercados locales o regionales y son importantes porque generan también una derrama y actividad económica”, concluyeron.




