Universidad Veracruzana

• En el “Primer encuentro de actores e iniciativas de estudio, conservación y manejo de las áreas verdes de la zona metropolitana de Xalapa”

• Tuvo como sede el Centro Cultural Universitario Casa del Lago de la UV 

Paola Cortés Pérez

Fotos: Omar Portilla Palacios

14/11/2025, Xalapa, Ver.- Durante la Mesa Temática “Gobernanza y políticas públicas, uso público y organización social, beneficios ecosistémicos y sociales”, integrantes de instituciones gubernamentales, académicas, así como organizaciones civiles, compartieron experiencias y propuestas para mejorar la conservación, manejo y planificación de las áreas verdes y los ecosistemas urbanos en Veracruz.

Lo anterior, en el “Primer encuentro de actores e iniciativas de estudio, conservación y manejo de las áreas verdes de la zona metropolitana de Xalapa”, que tuvo como sede el Centro Cultural Universitario Casa del Lago, de la Universidad Veracruzana (UV).

La primera intervención “Áreas Naturales Protegidas (ANP) de competencia estatal”, estuvo a cargo de Yureli García de la Cruz, del Departamento de Conservación y Restauración de Recursos Naturales de la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno de Veracruz (Sedema).

Explicó que el estado elabora el informe para la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) acerca de los avances en las metas de la Estrategia Nacional sobre Biodiversidad, por lo que invitó a la comunidad universitaria y a la sociedad civil a aportar información sobre los proyectos de conservación que realizan, a fin de integrar un reporte más completo.

Detalló que actualmente Veracruz cuenta con 30 ANP y 724 áreas de conservación voluntaria, aunque persisten desafíos como invasiones, límites territoriales imprecisos y falta de continuidad administrativa.

Posteriormente, Itzel Lucero Mondragón de la Peña, del Instituto de Investigaciones Biológicas UV, presentó la ponencia “Bioconversión de residuos orgánicos por mosca soldado negra y lombriz roja californiana, a través del manejo y la participación ciudadana, Xalapa, Veracruz, México”, en la que comentó que el país genera 43.8 millones de toneladas de basura al año; a nivel estatal son 2.85 millones y en Xalapa alcanzan las 146 mil toneladas. Esta situación representa altos costos ambientales, económicos y de salud, al no contar con una gestión integral.

Propuso una alternativa sustentable para enfrentar la saturación del relleno sanitario de la ciudad y aprovechar los desechos orgánicos que llegan al Centro de Compostaje de la ciudad, mediante procesos de bioconversión en que se use a la mosca soldado negra y la lombriz roja californiana, ya que son organismos capaces de degradar residuos orgánicos con eficiencia, reduciendo hasta en un 80 % el volumen de desechos y obteniendo productos como biomasa rica en proteínas, biofertilizantes y abonos naturales.

Destacó que el uso de estas tecnologías contribuye a disminuir el impacto ambiental, genera beneficios económicos y sociales, y promueve una economía circular local, donde el problema de la basura se convierte en una oportunidad de aprovechamiento.

Orlik Gómez García, investigador del Instituto de Ecología (Inecol), presentó el tema “El estándar global de biodiversidad y su aplicación a las áreas verdes de la zona metropolitana de Xalapa”, en el que comentó que esta metodología científica permite evaluar y certificar proyectos de restauración ambiental con base en evidencia, no solo en buenas intenciones.

Subrayó que el Estándar Mundial de Biodiversidad (GBS, por sus siglas en inglés) busca transformar la visión tradicional de la reforestación —centrada únicamente en plantar árboles— hacia una restauración que garantice impactos reales en la biodiversidad, la salud y la resiliencia climática.

Fernando Ramírez Ramírez, quien realiza una estancia académica en el Inecol, dictó la plática “Inventario, rescate y manejo participativo de las áreas verdes del municipio de Xalapa durante el periodo 2018-2019”.

Explicó que por primera vez el área de medioambiente alcanzó rango de dirección en el Ayuntamiento de Xalapa, por lo que se elaboró un plan de manejo integral de áreas verdes y comunidad urbana, con el registro de 412 espacios verdes, incluyendo ocho ANP estatales, parques, jardines y reservas ecológicas, que en conjunto representan alrededor del 5 % de la superficie total del municipio.

Se promovió la recuperación de espacios públicos con participación ciudadana, el rescate de áreas invadidas o privatizadas, y la creación de un inventario de patrimonio natural. Entre los retos señalados, destacó la necesidad de defender los espacios verdes urbanos frente a intereses privados, fortalecer la participación social y comunicar eficazmente las políticas públicas ambientales para garantizar su permanencia.

María Antonieta Vázquez Sánchez, funcionaria de la Sedema, presentó el estudio “Las áreas verdes en la normativa mexicana: facultades, definiciones, categorías y métricas”, resultado del análisis de 614 documentos legales —entre tratados internacionales, leyes federales, estatales y municipales—; aunque existe una amplia normativa, consideró que es suficiente pero incompleta, pues carece de coordinación entre niveles de gobierno y presenta definiciones y métricas dispares.

Asimismo, destacó la necesidad de homologar los conceptos legales, aclarar las competencias entre los ámbitos municipal y estatal, y reconocer al municipio como órgano facultado constitucionalmente para la creación y mantenimiento de espacios verdes, evitando que esta responsabilidad se transfiera a particulares.

Finalmente, Edith Salomé Castañeda, integrante de la Asociación Mexicana de Arboricultura (AMA) y estudiante de posgrado en el Inecol, abordó el tema “Profesionalización de la gestión y manejo del arbolado urbano”, donde señaló que el cuidado de los árboles urbanos debe realizarse por personal certificado y capacitado, siguiendo estándares internacionales de arboricultura.

Explicó que el arbolado urbano forma parte de un ecosistema complejo y dinámico que requiere gestión a largo plazo y una visión interdisciplinaria para maximizar sus beneficios ambientales y sociales. “Nuestro arbolado está mal manejado; debemos profesionalizar al personal para garantizar seguridad, bienestar y resiliencia ambiental en las ciudades”, afirmó.