• Compartió su trabajo de laboratorio, titulado “La espiral del gesto: poéticas en Fibonacci”, con estudiantes de la Facultad de Teatro 

• La plática es parte del ciclo “Nuestras egresadas: mujeres teatristas en la trayectoria profesional” 

Randia Escalante platicó con alumnas y alumnos de la Facultad de Teatro de la UV

Paola Cortés Pérez 

Fotos: Omar Portilla Palacios

02/05/2025, Xalapa, Ver.- Para la creadora escénica Randia Escalante, el teatro es una forma de juego profundo y colectivo, una herramienta para construir sentido, comunidad y memoria, compartió durante la charla “La espiral del gesto: poéticas en Fibonacci”, dirigida al alumnado de la Facultad de Teatro de la Universidad Veracruzana (UV). 

La actividad se enmarca en el ciclo “Nuestras egresadas: mujeres teatristas en la trayectoria profesional”, organizado por dicha entidad académica con el objetivo de inspirar a las nuevas generaciones de estudiantes y profesionales del teatro. 

Randia Escalante, docente con más de 10 años de experiencia en investigación teatral, expresó: “El teatro es mi manera de comprender el mundo, y de estar con otros en él”. 

Asimismo, a lo largo de la plática compartió su trayectoria profesional, su visión del teatro y los principios que guían su práctica artística. También reflexionó sobre su camino personal y creativo, así como recomendaciones para las nuevas generaciones. 

De su proyecto “La espiral del gesto: poéticas en Fibonacci”, dijo que se trata de un proceso creativo que entrelaza cuerpo, emoción y estructura; inspirado en la famosa secuencia de Fibonacci –una serie matemática que refleja patrones presentes en la naturaleza, el arte y el cuerpo humano–; a partir de esto, Escalante desarrolla exploraciones escénicas en tiempos que responden a dicha progresión (34, 21, 13, 8, 5, 3, 2, 1 minutos).

La creadora escénica habló de su trabajo de laboratorio “La espiral del gesto: poéticas en Fibonacci”

Esta metodología, explicó, permite sintetizar procesos complejos en un “anclaje escénico”, una esencia condensada de la creación; el resultado son piezas que nacen desde lo físico y emocional, pero con una arquitectura rigurosa y consciente. 

También contó cómo llegó al teatro: proviene de un entorno familiar ligado a las ciencias exactas, estudió en un bachillerato artístico e ingresó a la Facultad de Teatro de la UV, donde descubrió que el rigor de las ciencias y la creatividad escénica pueden dialogar profundamente. 

Su experiencia como estudiante incluyó desafíos personales, como estudiar en el extranjero o enfrentar el pánico escénico, y decisiones vitales como la maternidad. Todo esto ha nutrido su poética personal. 

Actualmente ejerce como docente en distintos niveles educativos y considera que enseñar teatro también es una forma legítima y valiosa de vivir del arte.

El conversatorio estuvo dirigido a la comunidad estudiantil de la Facultad de Teatro y público interesado en el tema

“Hacer teatro no es solo actuar: también es investigar, acompañar, dirigir, enseñar. Hay muchas maneras de vivir del teatro”, enfatizó Randia Escalante. 

A la comunidad estudiantil, principalmente de la Facultad de Teatro, les recordó que su formación universitaria es un privilegio, pero también una responsabilidad; los animó a buscar su propia poética, a entender que “el teatro es jugar en serio”, y a no temerle al mundo profesional: “Sí se puede vivir del arte; aunque sea difícil, si queremos se puede”, concluyó.