• El barítono aconsejó a estudiantes de la Universidad Veracruzana, mantener disciplina, salud vocal y equilibrio emocional para lograr una trayectoria artística sólida 

• Dentro de un conversatorio organizado por el CA Interpretación e Investigación de la Música 

• “El artista necesita paz interior para poder encarnar la belleza de la música”, manifestó 

Jesús Suaste y profesoras de la facultad hablaron sobre salud vocal y emocional

Paola Cortés Pérez 

Fotos: Omar Portilla Palacios

11/09/2025, Xalapa, Ver.- Jesús Suaste, barítono mexicano con más de 40 años de trayectoria artística, sostuvo un conversatorio con estudiantes y docentes de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV), en el que compartió su experiencia profesional y su visión sobre la formación integral de los jóvenes músicos. 

El encuentro, que tuvo como sede el auditorio de la facultad, fue organizado por el cuerpo académico (CA) Interpretación e Investigación de la Música. 

Inició evocando sus años de colaboración con la Orquesta Sinfónica de Xalapa: “Esta era mi casa; aquí aprendí a dar lo máximo de mí como intérprete y hoy regreso para aportar mi experiencia a las nuevas generaciones”. 

Abordó la importancia de la salud vocal y emocional como pilares de la carrera artística, para ello recordó los consejos de su maestra Renata Scotto, quien le señaló tres claves: una permanente revisión autocrítica de la emisión vocal; elegir el repertorio adecuado en la edad adecuada y, mantener el equilibrio físico y espiritual. “La higiene de la voz va de la mano con la higiene del alma”. 

A los estudiantes de canto les advirtió sobre los riesgos del consumo de drogas y los desórdenes emocionales: “El cantante no puede darse el lujo de vivir en excesos, la voz es un instrumento que depende de la salud física y emocional; he visto colegas perderlo todo por esas decisiones. El artista necesita paz interior para poder encarnar la belleza de la música”.

Jesús Suaste, barítono con más de 40 años de trayectoria artística

En este sentido, destacó que la carrera musical exige resistencia y tolerancia a la frustración, porque la voz tarda de cinco a siete años en madurar; por lo tanto, esto no es una carrera de velocidad, sino de paciencia y disciplina. “Si no hay vocación, si no hay amor genuino por lo que se hace, es mejor no continuar”. 

Tras su exposición, las académicas Guadalupe Colorado Hernández, Cecilia Perfecto Toro e Isabel Ladrón de Guevara González dialogaron con el invitado y con los estudiantes. 

Cecilia Perfecto resaltó la importancia de educar a los jóvenes en la gestión de sus emociones: “Cuando un estudiante canta, se genera tristeza, alegría y euforia, por ello es fundamental que aprendan a reconocerlas y nombrarlas, porque ese conocimiento les dará seguridad y autoestima para enfrentar su carrera”. 

Colorado Hernández coincidió en la relevancia de abordar la ansiedad y señaló que se trata de un fenómeno frecuente en la formación musical: “Hemos visto estudiantes subir al escenario sin tomarse el tiempo de respirar adecuadamente, esa prisa genera desconexión con el cuerpo y con el apoyo vocal. Enseñar a manejar la respiración y elegir repertorios adecuados es clave para garantizar la salud vocal y una trayectoria duradera”. 

Isabel Ladrón de Guevara retomó el tema de la ansiedad y la inquietud por el futuro laboral en el país: “Pareciera que estamos formando cuadros preparados para el desempleo, pues no hay suficientes espacios ni producciones escénicas y eso genera ansiedad tanto en estudiantes como en los maestros; sin embargo, debemos insistir en que los jóvenes no renuncien a su vocación”.

El conversatorio fue dirigido a estudiantes de la Facultad de Música

En respuesta, Jesús Suaste coincidió en la importancia de no abandonar la formación profesional: “Si su vocación está en la música, no permitan que nadie los obligue a renunciar. Concluir los estudios y titularse es fundamental, porque abre puertas en el extranjero y amplía horizontes, incluso cuando el panorama nacional es complicado”. 

Hizo un llamado a los universitarios de la facultad a asumir la música como un compromiso de vida: “Un artista no sólo interpreta notas, encarna al compositor, al poeta y a la obra misma; para lograrlo, se necesita disciplina, vocación y, sobre todo, estar en paz con la vida”, afirmó. 

Jesús Suaste ha recibido distinciones como el Doctorado Honoris Causa por el claustro de Universidades de la Ciudad de México (2022), la Beca Creadores Escénicos por Trayectoria (2023) y la Medalla “Alfonso Ortiz Tirado” (2024).