
Karina de la Paz Reyes .-Una leyenda japonesa dice que los dioses cumplen deseos si se elaboran mil grullas de papel y en ello trabajó Sadako Sasaki, una de las víctimas de la bomba atómica que azotó Hiroshima durante la Segunda Guerra Mundial. Ella tenía dos años cuando ocurrió el ataque nuclear y una década después padeció las consecuencias con leucemia. Su anhelo de curarse la llevó a tal empresa, pero murió sin lograr concluirla.