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Lenguas maternas, patrimonio en riesgo: Christiane Stallaert

  • La académica de la Universidad de Amberes impartió ponencia el miércoles 26 de mayo, en el V Foro Internacional de Lenguas Maternas por el Mundo 
  • La especialista de origen belga reflexionó sobre el monolingüismo metodológico 

 

Christiane Stallaert, de la Universidad de Amberes, participó en el V Foro Internacional de Lenguas Maternas por el Mundo

Christiane Stallaert, de la Universidad de Amberes, participó en el V Foro Internacional de Lenguas Maternas por el Mundo

 

“En las ciudades globalizadas las lenguas se han convertido en un no lugar y la lengua materna en un lugar de minoría, amenazado de desaparición” 

 

Claudia Peralta Vázquez 

31/05/2021, Xalapa, Ver.- Christiane Stallaert, académica de la Universidad de Amberes, en Bélgica, expresó que en las llamadas ciudades globales las lenguas maternas son un patrimonio en riesgo, necesitado de protección, por lo cual la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) debe proclamarlas como patrimonio cultural intangible. 

La antropóloga e hispánica de origen belga participó el miércoles 26 de mayo en el V Foro Internacional de Lenguas Maternas por el Mundo “Enseñanza y aprendizaje de las lenguas”, a invitación de la Universidad Veracruzana (UV), a través de la Universidad Veracruzana Intercultural (UV) y la Facultad de Idiomas. 

Al impartir la conferencia magistral “De la ficción del Estado-nación homogéneo a la realidad de las metrópolis globalizadas. Reflexiones críticas sobre el monolingüismo metodológico”, la especialista se refirió precisamente a lo establecido por la UNESCO, en el sentido de que la educación basada en la primera lengua debe empezar desde los primeros años de escolaridad. Es decir, dicho organismo plantea que la atención y educación de la primera infancia son el fundamento del aprendizaje. 

Dentro del foro desarrollado del 26 al 28 de mayo de manera remota, Stallaert destacó que dicha visión dista de la realidad de millones de niños en las metrópolis globalizadas hoy en día. 

“Es una visión del mundo que entronca con el modelo de Estado-nación, en el que las minorías nacionales históricamente discriminadas o reprimidas no tenían ni tienen acceso a la educación en lengua y culturas propias, un mundo sin raíces o donde éstas se han convertido en un bien escaso”, subrayó. 

Por lo anterior, en las ciudades globalizadas las lenguas se han convertido en un no lugar y la lengua materna en un lugar de minoría, amenazado de desaparición, dijo. 

En estos contextos, para no dejar a nadie atrás, sobre todo a niños de entornos sociales vulnerables, los exponen cuanto antes a la lengua escolar que no es la materna, pensada como lingüísticamente estable y de promoción social. 

“El no dejar a nadie atrás en la economía globalizada hace a un lado a la lengua materna.” 

La hispanista y antropóloga también explicó el concepto de monolingüismo metodológico y su relación con las lenguas maternas, el cual surgió hace unas décadas en relación a los estudios de nacionalismo para señalar la creciente discrepancia entre la categoría de análisis, Estado-nación y la realidad. 

“Todos sabemos que el Estado-nación de hoy no corresponde a su propia definición de inicio; sin embargo, por motivos prácticos o por pura inercia, sigue siendo tanto en los estudios académicos como en las políticas estatales la categoría de referencia por tener contornos bien delimitados y metodológicamente manejables”. 

Por tanto, puede hablarse de monolingüismo metodológico en el sentido de que cada individuo tiene una identidad lingüística única, estable y fija, visión que guarda relación con la idea de que lengua materna o nativa es la que se recibe desde el nacimiento y es transmitida por vía materna. 

En la ponencia moderada por Cristina Victoria Kleinert, la investigadora habló sobre su lengua materna: el flamenco oficialmente neerlandés, que desde el punto de vista meramente lingüístico es igual a la lengua hablada en los Países Bajos. 

Su país, situado entre Francia, Alemania y Holanda, también se ubica en la frontera de dos culturas de lenguas germánicas y románicas. Estas últimas hacen alusión al español, italiano y francés. 

Es así que sus reflexiones giraron en torno a la situación de su propia lengua materna, de los diferentes dialectos y variantes del idioma flamenco, así como de su ciudad de origen, Bruselas, capital de Bélgica. 

“Ahí empieza el problema pues no hay lengua belga, “vivo en un país de dos lenguas prestadas, el francés por un lado, y el neerlandés, por el otro.” 

La catedrática de Estudios Hispánicos y Comunicación Intercultural en el Departamento de Traductores e Intérpretes de la Universidad de Amberes, comentó que para entender la identidad lingüística en una ciudad altamente globalizada como Bruselas, hay otros conceptos que rivalizan con el de lengua materna. 

Está la lengua de la calle utilizada por los jóvenes en el espacio público; la escolar o de los medios de comunicación, y la del entorno familiar que se ha diversificado en función de las generaciones de abuelos, padres, incluso entre hermanos, o en el núcleo básico, padre o madre de lengua diferente. 

Dio a conocer que los hijos de los primeros inmigrantes en Bruselas solían escolarizarse en colegios de lengua francesa, sin embargo, las mejores oportunidades de trabajo están en Flandes, región que rodea la ciudad. 

Asimismo, la nueva realidad económica de finales del siglo XX cambió el capital simbólico de la lengua, pues saber neerlandés es hoy un capital económico importante para tener acceso a un puesto de trabajo. 

“Los inmigrantes han comprendido este cambio y en vez de matricular a sus hijos en un centro escolar de lengua francesa, muchos prefieren escolarizarlos en neerlandés, lengua que no se habla en la calle ni en el espacio público de la ciudad, donde predomina el francés.” 

En Bruselas hoy se hablan más de mil lenguas diferentes, y sociológicamente la ciudad se caracteriza por la súper diversidad y diversificación de la diversidad. 

“En pocas décadas, Bruselas evolucionó de una situación del biculturalismo al multiculturalismo, y finalmente a la súper diversidad.”