- La formación del saxofonista va de la mano de la sensibilidad artística y de una comprensión integral de la música, comentó
- Dictó conferencia en el marco de las Jornadas Universitarias Internacionales de Interpretación Musical edición 2025

Isabel Ladrón de Guevara y Albert Julià, durante las Jornadas Universitarias Internacionales de Interpretación Musical
Paola Cortés Pérez
Fotos: Omar Portilla Palacios
04/11/2025, Xalapa, Ver.- El saxofonista y profesor español Albert Julià habló con estudiantes de la Facultad de Música de la Universidad Veracruzana (UV) sobre la enseñanza del instrumento, la formación de los futuros intérpretes y la importancia de la motivación en el aprendizaje musical.
Lo anterior, durante la conferencia “Interpretación y didáctica del saxofón”, como parte de las actividades de las Jornadas Universitarias Internacionales de Interpretación Musical edición 2025, organizadas por el cuerpo académico (CA) Interpretación e Investigación de la Música, de dicha entidad académica.
Julià dijo que su experiencia como alumno en distintos países —España, Francia y Estados Unidos— le permitió reconocer la variedad de enfoques pedagógicos en la enseñanza del saxofón.
Contó que cada profesor tuvo un sistema distinto: unos se centraban en la técnica y otros en la música; sin embargo, lo importante es encontrar un equilibrio entre ambos aspectos.

El saxofonista Albert Julià reflexionó sobre el papel del profesor y el proceso de enseñanza del saxofón
En este sentido, subrayó que un buen docente debe ser capaz de identificar lo que cada alumno necesita, más allá de seguir un método rígido. Con respecto a la enseñanza instrumental, dijo que debe ser un proceso humano en el que se acompañe, motive y oriente.
“Hoy en día existe mucha información técnica en internet, pero lo que más falta es motivación, así que un buen profesor no solo enseña, sino que contagia entusiasmo”, expresó.
Por ello, sostuvo que su labor como docente en el Conservatorio Superior del Liceo de Barcelona, España, se basa en mantener un contacto constante con sus alumnos, estableciendo objetivos semanales que los impulsen a mejorar sin perder el gusto por tocar.
Sobre la formación del saxofonista, comentó que el desarrollo técnico debe ir acompañado de la sensibilidad artística y de una comprensión integral de la música; no basta con dominar las escalas o los estudios, hay que entender el sentido de la obra, su carácter y su emoción, porque “enseñar música no es solo enseñar notas, sino enseñar a comunicar”.

Dijo a los universitarios que la enseñanza se trata de inspirar a que cada músico encuentre su voz
En la ponencia moderada por Isabel Ladrón de Guevara, docente de la facultad, Albert Julià también reflexionó sobre la responsabilidad del maestro en el proceso educativo: ser cordial y empático sin perder su papel de guía; es importante ser amable. Una buena relación docente-alumno no se construye en la autoridad, sino en la confianza y el respeto mutuo, destacó.
Asimismo, insistió en que la pedagogía requiere vocación genuina: “Si das clases solo porque no tienes conciertos, estás perdido tú y también tus alumnos; la enseñanza debe ser una pasión, un compromiso que exige energía, tiempo y empatía.
”El alumno aprende más del ejemplo que del discurso; si el profesor estudia, el alumno estudia; si el profesor ama lo que hace, el alumno también lo hará”.
Para concluir, afirmó que el saxofón, aunque es un instrumento joven en comparación con los clásicos, tiene un enorme potencial artístico y académico, lo cual queda demostrado al ver que cada generación de saxofonistas toca mejor que la anterior. La enseñanza no se trata de formar copias, sino de inspirar a que cada músico encuentre su voz y sea mejor que su maestro.
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