Ciencia

Egresado del Citro muestra cómo aprovechar las epífitas vasculares

Esteban Francisco en la recolección de epífitas vasculares

Paola Cortés Pérez

29/01/19, Xalapa, Ver.- El suelo del bosque mesófilo de montaña (BMM) del volcán San Martín Tuxtla, ubicado en el sur del estado de Veracruz, se ha registrado una alta abundancia de plantas epífitas vasculares caídas (EVC), de las cuales el 72.9 por ciento son viables para el cultivo, por lo que pueden ser aprovechadas a nivel regional.

Así lo señala el artículo “Potencial de aprovechamiento de epífitas vasculares caídas en un bosque mesófilo de montaña de Los Tuxtlas, Veracruz, México”, autoría de Esteban Francisco Ventura, egresado de la Maestría en Ecología Tropical del Centro de Investigaciones Tropicales (Citro) de la Universidad Veracruzana (UV).

Cuenta con la colaboración de los investigadores Rebeca Menchaca García y Thorsten Krömer, del Citro, así como Tarín Toledo Aceves, del Instituto de Ecología, A.C. (Inecol); fue publicado en la Revista Mexicana de Biodiversidad (http://revista.ib.unam.mx/index.php/bio/article/view/2390/1753).

El estudio, que forma parte de la tesis de maestría de Esteban Francisco, evalúa la riqueza, abundancia, diversidad y potencial de uso de las EVC en el bosque mesófilo de montaña del volcán San Martín Tuxtla, y revela una gran abundancia de estas plantas en el bosque de Los Tuxtlas.

La investigación se realizó gracias a una beca del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), así como un financiamiento del Sistema Nacional de Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (Sinarefi), mediante el “Proyecto integral de la red orquídeas para su conservación propagación y uso sustentable”.

Bosque mesófilo de montaña, rico en diversidad de epífitas
Francisco Ventura menciona en el artículo que el BMM se destaca por la abundancia y diversidad de epífitas, plantas que desarrollan todo o parte de su ciclo de vida en los árboles hospederos y que son un componente importante de la riqueza y biomasa de la comunidad vegetal.

Parta el BMM se reporta más del 60 por ciento de las mil 650 especies de epífitas vasculares del país, las cuales tienen una importancia ecológica por su participación en el ciclo de nutrientes, en el mantenimiento de las condiciones microclimáticas del dosel (capa de ramas y hojas formada por las copas de árboles), como hábitat y alimento para la fauna, y son fuente de productos forestales no maderables (PFNM).

Tillandsia punctulata

El universitario comentó que, a nivel local, muchas de las epífitas se usan en la medicina tradicional, como alimento, en la producción de artesanías y/o con fines ceremoniales. Algunas especies son importantes para el mercado hortícola internacional; sin embargo, en el país su comercialización es principalmente ilegal y su extracción se realiza sin planes de manejo.

Advirtió que el alrededor del 25 por ciento de la riqueza de epífitas en la entidad está ligada al comercio ilegal, y la mayoría de las especies vendidas regularmente son extraídas del bosque mesófilo de montaña.

“La extracción de las epífitas sin una planificación puede tener efectos negativos sobre sus poblaciones.”

Aprovechamiento de epífitas vasculares caídas
Esteban Francisco expresó que se ha documentado que el aprovechamiento de las epífitas caídas por causas naturales, con base en un manejo planificado, podría proporcionar un incentivo económico para el mantenimiento de la biodiversidad de los bosques.

En su artículo indica que estas plantas, una vez en el suelo, están destinadas a morir y  pueden ser aprovechadas sin afectar a las poblaciones que están en el dosel; sin embargo, existen pocos estudios sobre el suministro de las EVC.

Para realizar el estudio se establecieron ocho parcelas de 100 metros cuadrados (m2), que fueron observadas mensualmente durante un año. También se recolectaron y determinaron todas las especies, además de registrar el estado de salud de las plantas.

En el suelo del bosque se registraron tres mil 284 plantas de 66 especies pertenecientes a 34 géneros y 11 familias. Del total de plantas caídas, se estimó que 72.9 por ciento fueron viables para el cultivo.

Maxillaria meleagris

En términos de abundancia a lo largo del año, difirió significativamente el muestreo entre los meses, siendo junio el de mayor registro, pero tuvo menor riqueza en diversidad de especies, mientras que en febrero se registró menor abundancia.

Del grupo de las pteridofitas (helechos), las especies de la familia Polypodiaceae fueron las más abundantes, seguidas por Dryopteridaceae; para las angiospermas, fueron las de la familia Orchidaceae, seguida por Bromeliaceae.

“Con base en las abundancias registradas de EVC, proporción de ejemplares viables y usos reportados u observados, se determinó que cinco especies tienen un alto potencial de aprovechamiento regional; la recolecta de ejemplares caídos para su posterior comercialización no afecta a las poblaciones.”

Como conclusión, expresó que el área de estudio muestra un potencial de aprovechamiento considerable de EVC, bajo el siguiente fundamento: existe una alta riqueza de especies de epífitas que caen al suelo del bosque y el 72.9 por ciento se encuentra en buen estado para su cultivo.

La abundancia registrada de 36 especies con alto y medio potencial de aprovechamiento es suficiente para evaluar su manejo y futura comercialización regional.

Con este estudio, Esteban Francisco Ventura muestra que existe una gran riqueza y abundancia de EVC, las cuales pueden ser aprovechadas en el bosque mesófilo de montaña de Los Tuxtlas.

Maxillaria variabilis