Tomado de:
Periodico Liberal Estudiantil. Xalapa, Ver., Agosto de 1968
Cuando acusamos de irresponsable a la juventud, nunca nadie se ha detenido a pensar, si los adultos en algún caso han o hemos proporcionado los suficientes medios a ella, para que cumpla debidamente su actuación.
Analizando situaciones y sacando conclusiones, la verdad es, que nunca o casi nunca se le ha proporcionado a esa juventud lo necesario para que lleven una vida como ellos quieren, porque la juventud aparte de alegre, es traviesa y en ocasiones rebeldes -juventud rebelde y traviesa- y en ocasiones existe no nada más en nuestro país, sino en todo el mundo y no nada más en nuestra época, sino en todas las épocas, con diferentes manifestaciones, claro; pero esa juventud necesita comprensión –además de educación-, porque muchos jóvenes desde su niñez han vivido en un medio bajo y carente de moralidad, por culpa, claro, de sus padres, que nunca hicieron nada por superarse ni salir del medio ambiente en el cual ellos mismos se crearon. Es necesario entonces educar no nada más a la niñez, ni a la juventud, sino a los mismos adultos, pero enseñarlos a educar, para que ellos creen en sus hijos el sentido de responsabilidad y una conciencia ciudadana capaz.
Desde luego el educar, no significa coartar su libertad, es todo lo contrario –darles esa libertad- y que ellos sepan hacer uso de la misma y con esto lograremos que en un futuro no muy lejano, esta juventud de todos los tiempos y de todas la épocas, que es energía y vida, se vea encaminada a nuevos rumbos de capacidad y alegría. Que esa juventud salga con más fuerza y que esa fuerza no se pierda, que la aproveche en construcción de nuevos senderos que marquen mejores logros para ella y principalmente para nuestra patria, que siga siendo alegre, traviesa y rebelde –porque al fin- siempre será juventud.