Los medios de información también evolucionan

El dinamismo tecnológico que estamos viviendo, las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), el acceso y tratamiento de la información y los cambios en el entorno económico y social están ejerciendo un empuje sobre los diferentes agentes que conforman nuestra sociedad. El esfuerzo de adaptación por parte de las personas y organizaciones es evidente. El bombardeo es claro, encontramos contenidos (producto de herramientas de información) en cualquier parte.

Generaciones pasadas fueron contemporáneas del surgimiento de la radio y del gramófono, escucharlos era el pretexto ideal para reunirse familiares, amigos, vecinos y demás; tenían que esperar varios meses a que les llegara una carta; disfrutaron del trabajo de los fotógrafos (ubicados principalmente en parques) que era netamente tradicional y artesanal; viajar de un país a otro implicaba largas travesías en las que para trasladarse a veces se invertían semanas.

La siguiente generación creció junto con los grandes avances tecnológicos gracias a los cuales el hombre convirtió en realidad lo que hasta entonces eran novelas de ciencia ficción. Nuevamente el centro de atracción familiar fue un medio de comunicación cuando surgió la televisión, el ciudadano común heredó objetos como los relojes de pulso y el gusto por el cine en proyección de 35mm, y un poco más tarde iniciaron cambios como la migración de la telefonía alámbrica a la telefonía celular (fija y móvil).

Las generaciones de fines de siglo XX e inicios del siglo XXI nacieron con la difusión satelital (SKY, DirecTV, Telefónica, étc), les resulta fcil ponerse en contacto con personas que se encuentran del otro lado del Atlántico, la música la descargan de Internet para darle vida y ritmo a su iPod o celular en el cual integran agenda, televisión, cámara fotográfica y de video, juegos, reloj digital y eventos importantes (lo cual llega a generar serios problemas de dependencia); han visto más películas descargadas de Internet a través de una computadora o en televisión, que en las salas de cine, frecuentan espacios de chat, utilizan el correo electrónico (e-mail), redes sociales (Facebook, Twitter, MySpace); la lectura es un proceso que está evolucionando del libro escrito al e-Book y hasta el día de hoy seguimos siendo testigos de los esfuerzos universales por resolver el paradigma educativo en un mundo altamente cambiante y demandante.

Esa es la sociedad de la información y el conocimiento, los medios de comunicación sostenidos por las TIC se han convertido en el punto de reunión, expresión e interacción social predilecto, y es aquí donde se intercambian ideas, conocimiento e incluso sentimientos. Comentarios como -“Aunque sea lejos nos vemos todos los días”- en la sociedad de la Información y el conocimiento se convierte en un pensamiento común para ciertos sectores de la población –“no existen las barreras geográficas”-. Ya no tenemos que esperar varios meses para que una carta (casi extintas) llegue a su destino, actualmente basta enviar un correo electrónico (e-mail) para ponernos en contacto con alguna persona, la cual en ocasiones no conocemos personalmente.

La copiosidad es una virtud de la sociedad de la información, según cifras del Signals Telecom Consulting para finales del 2010 el universo digital alcanzará los 988 exabytes de información producida anualmente. Esto debería suponer un beneficio para la solución de algunos de los problemas de la humanidad. Sin embargo,  como en muchos casos, Internet no resuelve por sí solo los problemas del mundo. De hecho, ha generado desigualdades muy marcadas en los países. Mientras las naciones más industrializadas despliegan el acceso a Internet en porcentajes cada vez más altos, la conexión a él sigue siendo ajena a casi la totalidad de la gente en países humildes o incluso en zonas marginadas dentro de los países más desarrollados (recomiendo la lectura «El lejano acceso a la WWW» de Mario Luis Fuentes y Ceidas).

En posteriores textos se mencionarán algunos aspectos críticos de Internet, ya que, como bien lo dice Alejandro Piscitelli, todo avance tecnológico implica ganancias, pero tamibén pérdidas.